Él, como su equipo, hacían su debut en el Tour de Francia. Él, como su equipo, corrían agazapados, superados por la magnitud de una carrera que sembraba el miedo en el ciclismo español. “Una locura” tildaban a la apuesta decidida del Reynolds por disputar el Tour de Francia. Las primeras etapas lo hacían presagiar. La dureza de Le Grande Boucle caló hondo en la piel de los corredores de la formación navarra.
Todo cambió con la llegada a los Pirineos. La montaña desencadenó los miedos y ataduras. Lo hizo con una única etapa en el sistema montañoso. Una jornada dura, con un perfecto encadenado. Aubisque, Tourmalet, Aspin y Peyresourde se convertirían en el primer juez de la carrera; las cuatro cimas pirenaicas calibraron las opciones de unos y otros. De las dudas que generaba en la montaña el líder, Sean Kelly, al paso adelante de varios aspirantes.
No tardó en lanzarse la carrera. Los colombianos, debutantes igual que el Reynolds, fueron los primeros en cambiar el signo de la etapa. El primer puerto de entidad calmó el sufrimiento del llano. A pesar del mal día de Alfonso Flórez, el Colombia-Pilas Varta desencadenó la guerra en los Pirineos. Coronado el Aubisque Sean Kelly cedía terreno respecto al grupo de cabeza. En el descenso hacía Luz-Saint-Sauveur, comienzo del Tourmalet, Jacques Michaud se establecía como cabeza de carrera. Robert Millar y Patrocinio Jiménez seguían su estela dándole caza y superándole en la ascensión al coloso pirenaico.
Detrás se desencadenó una guerra de guerrillas. Mientras Sean Kelly lograba entrar en el grupo, otros corredores aprovechaban el parón para lanzarse por delante. Laurent Fignon emprendía camino junto a un segoviano; su nombre Pedro Delgado. El joven debutante buscaba resarcirse de la mala jornada vivida en Roubaix. Ambos fueron abriendo camino en una posición intermedia. Jiménez coronaba el Tourmalet junto a Millar en cabeza. Detrás Delgado pasaba a casi cuatro minutos con una ligera ventaja sobre Michaud y Fignon uniéndose de nuevo en el descenso. El grupo de favoritos, con Kelly de nuevo sufriendo, lo hacía a más de cinco minutos.
Superados los dos colosos, el Aspin dio un nuevo giro a la carrera. Jiménez coronaba de nuevo en cabeza junto a Millar. Fignon y Delgado dejaban atrás a Michaud alcanzando la cima con una desventaja inferior a los dos minutos. Pero fue el ataque de Pascal Simon en el grupo de favoritos lo que propició el cambio de amarillo. El francés no dudó y asestó un duro golpe a la general. Se aprovechó de la debilidad de Kelly y Kim Andersen para asaltar el primer puesto. El movimiento formó un grupo perseguidor. Simon encabezaba el corte junto a Edgar Corredor, Jean René Bernaudeau y el propio Michaud. El cuarteto daba caza a Fignon y Delgado antes de comenzar la ascensión al Peyresourde.
Para entonces las diferencias se habían disparado. Jiménez y Millar aguantaban con dos minutos respecto al corte de Simon; el pelotón transitaba a más de siete minutos. Comenzó el puerto con Simon tirando a bloque sabedor de la oportunidad de vestir de amarillo en Bagnères de Luchon. El ritmo del francés fue dejando uno a uno a todos sus compañeros, salvo uno. Delgado aguantaba a rueda tratando de recuperarse de los esfuerzos. Vaya si lo hizo. El ciclista de Reynolds atacó a Simón logrando marcharse en solitario. El segoviano, lanzando, recortaba tiempo a pasos agigantados respecto a la cabeza. Conocedores de la situación, Millar doblegó a Jiménez en los últimos metros de la ascensión. Por la cima las diferencias eran insignificantes. El colombiano, fundido, pasaba a veinte segundos, Delgado acto seguido a treinta y cinco segundos. Simon, acusando el esfuerzo, pasaba a minuto y medio.
Comenzó entonces el legendario descenso de Peyresourde. Una bajada dominada por rectas vivió el momento que catapultó a Pedro Delgado. Falto de desarrollo, recordó la posición que adoptó un corredor ruso en un descenso del Tour del Porvenir de 1979 para tratar de contrarrestar la diferencia respecto a Millar. Prácticamente sobre el manillar, con medio cuerpo por delante de la bicicleta, Delgado sorprendió a medio mundo. Las cámaras de televisión reflejaban una posición que sorprendía por su peligrosidad. “Oooh! Que-est-que c’est! Le fou des Pyrenées!” relataban los periodistas franceses.
La maniobra surtía efecto logrando poco a poco reducir las distancias. Sobrepasado Jiménez, las diferencias cayeron por debajo del medio minuto, de veinte segundos, de diez,…hasta los seis, renta con la que Millar entró victorioso respecto a Delgado que conseguía un resultado impensable antes de comenzar el Tour. Simon, tercero en meta, se vestía de amarillo con más de cuatro minutos sobre Fignon.
Bagnères de Luchon fue el primer día de Pedro Delgado en el Tour Francia. El comienzo de una relación que catapultó un descenso arriesgado. El primer capitulo de una exitosa relación. Y, por encima de todo, marcó el resurgir del ciclismo español.
¡Qué tiempos! Me acuerdo de andar buscando por los kioskos “Le Miroir du Cyclisme” para poder ver las fotos, un mes después de acabar la carrera…casi casi como ahora.
Supongo que me hago viejo, pero me siento privilegiado de haber podido vivir un ciclismo que, para bien de los ciclistas, y desgracia de los aficionados ya nunca volveremos a ver. Un ciclismo sin pinganillos, de carreteras descarnadas y ciclistas lavándose la ropa al acabar la jornada…Para mí los ciclistas eran ídolos. Ahora, sigo valorando su esfuerzo y sufrimiento, que alguien que no haya competido ni se imagina lo que es, pero ya no es lo mismo. Eso sí, sigo amando el ciclismo.
Ratifico palabra por palabra, lo escrito por “marcopantani”. Yo también compraba Miroir du Ciclisme, yo también pude ver aquellas imágenes de Perico aunque fuesen en diferido … y yo también, aunque ya no es lo que era, sigo amando el ciclismo.
” Coronado el Aubisque Sean Kelly cedía terreno respecto al grupo de cabeza. En el descenso hacía Laruns, comienzo del Tourmalet, Jacques Michaud se establecía como cabeza de carrera.”
¿Laruns no está antes del Aubisque y no entre este y el Tourmalet?
Algo de razón llevas, Miguel Bancos, nombra a Campan como localidad de inicio de la ascensión cuando en ese Tour Campan se encontraba al final del descenso. Al transitar hacia el este, la ascensión se efectúa por Luz y Bareges.
Gracias a ambos por la corrección.