Por Ainara Hernando
Es un algo extraño, no sé. Una sensación. Una efusividad. Una ilusión diferente y especial a la de otras veces. Porque el grito -que siempre los hay cuando te comunican que vas a cubrir una carrera- fue diferente al de otras veces. Más sonoro, si cabe.
El Tour, ¿qué es lo que tiene? Quizás nada. O quizás todo. Llevo preguntándomelo varios días. En realidad varios años. Desde bien pequeñita la primera carrera ciclista que la memoria almacena es la ronda gala, es Miguel Indurain, claro. Sería por eso, la más vista, la más conocida. Lo que ves al poner la tele durante las vacaciones del cole porque tu padre se ha sentado en el sofá después de comer y tu quieres estar con él, solo eso, sentarte a su lado. Y luego empiezas a admirar esas montañas, el gentío y los gritos, y a los ciclistas, claro. Héroes.
Pero con los años, cuando la testaruda cabeza impone que el destino, la razón de vida y de ser, de esa pasión sea además un trabajo, abres miras. A las vueltas de una semana, a las clásicas, al Giro, por supuesto. Y no solo te das cuenta de que hay mucho más si no que, por lo que te cuentan, es mucho mejor. Más cercano, más accesible. Más ciclismo.
¿Y qué? Es inevitable dejar de preguntártelo, ¿qué tendrá el Tour que no tienen las demás carreras? Confieso que, a menudo, mis dudas se plasman en mis textos y en mis entrevistas. Que las preguntas que yo tengo, quizá solo yo y nadie más, me gusta no solo hacerlas, también escribirlas. Por eso en las últimas entrevistas a los grandes favoritos que ya han echado a andar por Córcega se lo planteé. “Es la historia, allí se han creado los grandes ciclistas, los mitos y las leyendas”, respondía Alberto Contador. “Te lo da y te lo quita todo”, decía Samuel Sánchez ahora que se entrena bajo el sol de Valencia junto a su familia.
Se acabó convirtiendo en una obsesión, no os lo voy a negar. Era algo así como un territorio prohibido, algo que pensé que nunca jamás iba a llegar. Después de haber cubierto el Giro, la Vuelta, las clásicas de las Árdenas… ya solo faltaba él, el más grande, ¿y por qué yo no, si van todos? No he podido dejar de preguntarme nunca. Me sentía como esos corredores con los que hablas a final de temporada que, inesperadamente o porque su equipo ha desaparecido a última hora sin previo aviso, se han quedado en la calle y por más que buscan no encuentran hueco en ninguna formación. Y peor. Ven que otros que son peores que ellos, que no han andado nada durante la temporada, ya tienen contrato firmado.
Pero todo llega, se dice. Es cuestión de perseverancia, de aguantar. De disfrutar en el camino hasta conseguirlo y de hacerlo, por supuesto, una vez realizado. Así espero que sea, desde el miércoles, desde el sprint de Marsella que será mi primer contacto con el Tour de Francia. Y hasta París. Con vosotros, si me dejáis, desde este espacio quiero que me acompañéis en este debut pues, no tendré que subir puertos, ni pasar controles de firmas y cruzar la meta pero os aseguro que mi ilusión es tan grande como la de un ciclista que ve cumplido su sueño de niño al correr el Tour de Francia.
En Ruta es un blog que Ainara Hernando escribirá
para Cobbles & Hills durante todo el Tour de Francia de 2013
ola juapa tienes msn????
jajajajaja le dejo mis dies!!!
Mira que soy seguidor vuestro y me encanta todo lo que hacéis, pero darle cabida a una “periodista” como ella es algo que jamás hubiese esperado en esta gran página. Una gran decepción que espero no ensombrezca el resto de vuestro trabajo.
Hola, Felipe. Creemos que Ainara puede dar una opinión y punto de vista muy interesante en C&H. Ser periodista nobel en el Tour de Francia seguro que produce muchas historias dignas de ser contadas, y creemos que ella puede hacerlo perfectamente. A ver si con eso cambia tu opinión al respecto. Un saludo.
Pues a mi me parece un buen fichaje para C&H, todo lo que aporte algo es bueno.
Además tiene buena pinta el blog.