Le Tour. El viejo sueño de Alejandro Valverde. Volvemos a las andadas y un año más el murciano acude a la cita francesa decidido a luchar por el amarillo. Siempre se le ha criticado su obsesión por la clasificación general y se ha lamentado el talento que esa empresa ha desperdiciado, pero lo cierto es que llega a la Grand Boucle en plena madurez. Hoy se le ve como un vueltómano sólido que ha dejado atrás aquellos tiempos en que ‘el día malo’ le apartaba de la victoria y el podio. Aquello ya ha pasado a la historia.

Desde que ganó la Vuelta en 2009 se ha dejado de exhibiciones, empieza a tener una edad en que los objetivos deben ser más concretos. Cuestión de prioridades. La apuesta por la general es decidida, y compartida o no, debe ser respetada. Eso sí, el aficionado lleva ya muchos años viendo cómo el murciano sucumbe una y otra vez ante el Tour, y no quiere ver cómo un año más su talento sobre la bicicleta se ve desperdiciado por la búsqueda de un puesto de honor en el Top10.

La salida de este año en Córcega presenta un favorito como Chris Froome por encima del resto, pero tras él no cabe duda que Alejandro Valverde es uno de los que cuentan con bastantes estrellas en todas las apuestas, por más que durante la temporada haya destacado más en carreras de un día que en pruebas por etapas. Las malas contrarrelojes disputadas en Romandia y Dauphiné son claramente las responsables. En el Tour no habrá margen de error.

Por contra, dando motivos para la esperanza Movistar presenta un bloque potente, tanto en la crono por equipos como en las etapas de montaña, y tendrá en el debutante Nairo Quintana y Rui Costa como fieles escuderos que le acompañen a cualquier batalla en la que se embarque. Porque si una cosa debería estar asumida es que en uno contra uno frente a Froome y Sky está perdido de antemano. Ya no vale aquello de sacar un puñado de segundos en meta, si quiere el amarillo, y solo el amarillo, deberá morir con las botas puestas. Y nada alegraría más al aficionado.

Su punto fuerte

A sus 33 años vuelve a presentarse al Tour con una madurez y unas dotes como escalador y fondista con las que nunca antes había acudido. Cuenta además con un equipo muy sólido a su alrededor capaz incluso de plantar cara a Sky en la CRE.

Su punto débil

Siendo las ‘valverdadas’ cosa del pasado, su gran lunar durante esta temporada han sido las contrarrelojes individuales. En el Tour se encontrará dos cronos individuales que, aunque cortas y no demasiado desfavorables, pueden hundir sus aspiraciones.

foto: movistarteam.com

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