Al contrario del resto de candidatos a la victoria final en el Tour de Francia, Chris Froome no ha mostrado dudas en cuanto al nivel con el que llegará a la gran salida en Córcega. La isla mediterránea verá la partida del candidato número uno al triunfo final; una situación a la que ha llegado después de ser el gran dominador de las vueltas por etapas junto a Vincenzo Nibali de la presente temporada.

Un año que en lo deportivo se asimila, sobretodo, a lo que consiguió Bradley Wiggins en 2012. El vigente campeón del Tour de Francia llegó a la Grande Bouclé después de conseguir el triunfo, más una etapa, en la París-Niza, Romandía con dos triunfos parciales y Dauphiné con una victoria. La única derrota la sufrió en el Algarve donde a pesar de adjudicarse la contrarreloj individual finalizó tercero por detrás de Tony Martin y su compañero Richie Porte quien se impuso en la general. A ello sumó el abandono en Catalunya el estrafalario día de Port-Aine. Dos peros en una exitosa preparación que acabó con el triunfo en París, curiosamente por delante de Chris Froome.

Un camino prácticamente parecido ha llevado el que está llamado a ser su sucesor. Aprovechando el vacío de poder que dejó un Bradley Wiggins entregado al Giro de Italia, Chris Froome marcó su particular exitoso camino al Tour de Francia. Comenzó en Omán donde derrotó a los Alberto Contador, Joaquim Rodríguez o Cadel Evans después de ser segundo en el final en alto de Jabal Al Akhdhar y de batir a los dos primeros en el final de Boshar. De Omán saltó a la Tirreno-Adriático. En el debut en el World Tour la victoria cosechada en Prati di Tivo después de aguantar los ataques de Alberto Contador y Vincenzo Nibali parecían encaminar el triunfo final pero la etapa de Porto Sant´Elpidio, el mejor día de ciclismo de lo que llevamos de temporada, dio la vuelta a la tortilla dejándole, finalmente, en segunda posición tras el italiano de Astaná.

¿Cambiará el amarillo del Dauphiné por el del Tour? / Foto (c) Laurent Cipriani

¿Cambiará el amarillo del Dauphiné por el del Tour? / Foto (c) Laurent Cipriani

La única derrota en una vuelta por etapas de la temporada dio paso a una superioridad que hasta el momento se ha demostrado incuestionable. Junto a Richie Porte, su sombra en competición, dominó el Col de l´Ospedale que le llevó a la victoria final en el Critérium Internacional por delante de su coequiper. Finalizada la concentración en altura regresó en Romandía. Cogió el amarillo en el primer día, el prólogo en Bruson, para no soltarlo hasta el final después de ser el más fuerte en la montaña junto a un Simon Spilak al que no disputó la victoria en la etapa reina.

Nuevo retiro en altitud para regresar un mes después. Lo hizo en el Critérium du Dauphiné en la antesala del Tour de Francia rodeado de muchos de los adversarios con lo que luchará por estar en lo más alto en los Campos Elíseos. El test no pudo ir mejor. Tras el buen rendimiento en la contrarreloj individual, tercero y mejor de los favoritos, asestó el golpe definitivo a la carrera con el triunfo en el final en alto de Valmorel. Volvió a demostrar el poderío de Sky Procycling con un ataque a dúo junto a Richie Porte en Risoul finalizando segundo en la etapa por detrás de Alessandro De Marchi, único superviviente de la escapada de la jornada.

El resultado en Dauphiné donde aventajó en más de tres minutos a Alejandro Valverde, en más de cuatro a Alberto Contador y en más de nueve a Joaquim Rodríguez evidenció las diferencias entre unos y otros a escasas tres semanas del comienzo del Tour de Francia. La candidatura de Chris Froome ganó enteros convirtiéndose claramente en el rival a batir.