El día comenzaba con la formación de lo que era un secreto a voces en las jornadas precedentes al inicio. La carrera quedaba recortada, una vez más por lo climatológico, en el paso de Nufenen (puerto Hors Categorie), que se debió subir en el kilómetro 28,5 y que permanece cerrado por la nieve. Jornada marcada pues por el recorte del recorrido que quedaba en 119 kilómetros entre Ulrichen y Crans-Montana. Primera en línea de esta Vuelta a Suiza y test más que interesante para los aspirantes a la general con una llegada en alto en Crans Montana (16.9 kilómetros al 6.8 % de desnivel medio) que no desaprovecharían.

Primeros lances. Nada apuraron los corredores para dar por iniciada la batalla por entrar en la escapada buena del día. Primeros intentos tras rebasar la pancarta del kilómetro 0 dieron sus frutos definitivamente a la altura del 14 de la mano de cuatro corredores que abrirían diferencias. Enrique Sanz (Movistar Team), Christophe Riblon (Ag2r La Mondiale), Adrián Sáez de Arregi (Euskaltel Euskadi) y Johaness Fröhlinger (Argos Shimano). Disfrutarían de una diferencia de 2’50” a mitad de etapa, momento en el cual el pelotón organizaría la neutralización por parte del equipo australiano Orica GreenEDGE, gran interesado por defender el liderato de Cameron Meyer.

Como la arena que desciende paulatinamente en un reloj, los escapados veían como se desvanecían sus esperanzas de triunfo. Por detrás, en el gran grupo perseguidor se unió al trabajo de caza de los aussies el conjunto norteamericano BMC, para proteger a Van Garderen, y dió fin a la aventura de cuarteto a pies del puerto alpino a tan solo 15 de meta dando pistoletazo de salida al festival de ataques entre los capos de la general bajo una más que molesta y constante cortina de agua.

Abriría la caja de los truenos Jorge Azanza (Euskaltel Euskadi) con un ataque débil que encontraría continuidad en la figura del irlandés Daniel Martin (Garmin – Sharp) que continúo en solitario y exponía a las claras las intenciones de los de Vaughters. Ryder Hesjedal (Garmin- Sharp) saltó del grupo de favoritos en busca de su compañero. Con él, bien pegado a su rueda, un hombre en estado de gracia, el estonio Tanel Kangert (Astana). Con el trabajo hecho Dan Martin claudicó y solo quedaban dos por delante. Atrás el líder sufría por mantener el amarillo y BMC tomó el mando de la carrera pero sin acierto.

A 6 kms de meta la diferencia del dúo delantero era de 25 segundos pero el puerto se les hizo eterno. Pagó primero el esfuerzo Kangert, obvio después del Giro de Italia realizado, que no pudo dar continuidad al canadiense en la aventura. Hesjedal poco después y a tan solo tres de meta entregaría definitivamente la cuchara al grupo de Martin (replicante a los ataques de los rivales defendiendo a su compañero), Mollema, Schopp, Pinot, Kreuziger, Pozzovivo, Scarponi y Mathias Frank que por atrás habían guardado bien sus provisiones de cara a la para la parte final de la ascensión en el que el más previsor fue Bauke Mollema (Blanco Pro Cycling), que lanzó un demarraje medido en un tramo muy exigente a 1 km de la llegada a sus rivales, definitivo para inclinar el devenir de la etapa hacia sus intereses y reflotar a un equipo ávido de gestas de este tipo.

Entrada en meta de Bauke Mollema (c) Blanco Pro

Entrada en meta de Bauke Mollema (c) Blanco Pro

Tan solo unos metros de distancia bastaron para que el neerlandés afianzara su victoria de etapa cosechando así su primer triunfo World Tour de la temporada. En segunda posición a 11 segundos entrarían en meta Mathias Frank (BMC), haciendo bueno el esfuerzo de su equipo durante toda la etapa, y en tercera posición Thibout Pinot (FDJ), que afianza su posición como baluarte principal del conjunto francés de cara a la general y al futuro más inmediato en el grande bloucle. Quien también recogería su recompensa en meta sería el australiano Meyer, el trabajo en conjunto tuvo premio y permanece como líder pero a escasos tres segundos de Hesjedal.

Clasificación de la Etapa

Clasificación general