La generación que se presenta este año como candidata a vestir el maillot blanco, que incluye a todos aquellos nacidos en 1988 y posteriormente, es una de las más talentosas de los últimos tiempos. Es cierto que a priori parecen muy lejos de poder pelear de tu a tu con este Froome y su Sky (¿y quién no?), pero también lo es que no nos cuesta imaginarnos que en años posteriores se disputen esta carrera siendo ellos los principales favoritos y quienes copen las portadas de los periódicos.

En la lucha por la prenda blanca en París tenemos a los dos protagonistas de esta clasificación el año pasado. El ganador y quinto en la pasada edición, Tejay van Garderen (BMC), volverá a compartir los galones de líder con Cadel Evans si la carretera no dice lo contrario, y es que aunque haya ganado en California, su rendimiento en Paris-Niza (cuarto) y Suiza (séptimo), donde partía como principal favorito, ha generado algunas dudas. Por su parte Thibaut Pinot (FDJ) se ha tomado con más tranquilidad las pruebas anteriores y tras su cuarto lugar hace pocos días en Suiza, a pocos segundos del podio, parece indicar que llega en su mejor momento para volver a estar con los mejores en la alta montaña.

(c)Sirotti

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Los que completan este poker de favoritos para ser el mejor entre los jóvenes son dos debutantes en la carrera francesa. El colombiano Nairo Quintana (Movistar) ha sido una de las sensaciones de principio de temporada con la victoria en País Vasco como gran aval. Veremos que papel le toca desempeñar en su equipo, y si le afecta no ponerse un dorsal desde hace más de dos meses como le ocurriese en la pasada Vuelta a España en los primeros días. Precisamente en esta última carrera es donde Andrew Talansky (Garmin – Sharp) demostró que puede aguantar una carrera de tres semanas. Este año lo más destacado del norteamericano ha sido el segundo puesto en Paris-Niza, y a pesar de que en Dauphiné no empezó bien debido a una enfermedad, en la última etapa fue el único capaz de llegar a meta junto a Froome.

Tras estos cuatro los siguientes están uno o dos escalones por debajo. Podríamos destacar a Michał Kwiatkowski (Omega Pharma – Quick Step) y Cameron Meyer (Orica – GreenEdge), corredores que empiezan a obtener buenos resultados en pruebas de una semana, pero que las tres deberían hacérseles muy largas. No tanto para la general, sino para triunfos parciales hay un grupo de corredores que este mismo año podrían estrenar su palmares en la carrera. Es el caso de Tony Gallopin (Radioshack – Leopard), Ion Izagirre (Euskaltel – Euskadi), Romain Bardet (AG2R – La Mondiale) o Moreno Moser (Cannondale), que a buen seguro se dejaran ver en etapas con finales nerviosos.

Y por último nos hemos dejado a los hombres rápidos, que de nuevo vuelven a ser numerosos y de gran nivel. Peter Sagan (Cannondale) viene con hambre de victorias y la mente puesta en revalidar el maillot verde y conseguir vestirse de amarillo en las complicadas etapas de Córcega. Para hacer frente al eslovaco están gran parte de los mejores velocistas del pelotón. Eso incluye a la pareja teutona de Argos – Shimano formada por John Degenkolb y Marcel Kittel, en los cuales recae toda la responsabilidad de su equipo. No habrá que perder de vista a los locales Nacer Bouhanni (FDJ) y Bryan Coquard (Europcar) que suman cuatro y cinco victorias respectivamente en lo que va de año, ni a Danny van Poppel (Vacansoleil DCM), que con diecinueve años es el más joven en tomar parte de un Tour desde la Segunda Guerra Mundial.