Para gestionar la Real Federación Española de Ciclismo hay que tener ganas y pasión. El ‘marrón’ es considerable; crisis económica, deportiva y de imagen, aderezadas con un poco de carencia de estrategia en general, son los problemas con los que se va a encontrar José Luís López Cerrón. Hoy, en la asamblea que decidiría el nuevo presidente para los próximos cuatro años, ha conseguido un total de 63 votos por 52 del otro candidato, Paco Antequera (con dos abstenciones). El vallisoletano, que ya se presentara en 2008, sin éxito, es el nuevo presidente de la federación nacional de ciclismo más cuestionada de todo el ciclismo.
Nos lo hemos ganado a pulso. Los casos de Alejandro Valverde y Alberto Contador demostraron una gestión, directamente, nefasta en cuanto al dopaje, balanceando siempre a lo políticamente correcto con los ídolos nacionales, que a lo que de verdad era adecuado o justo. Por delante tiene un ciclo olímpico para regenerar la base, sanear las cuentas y conseguir trazar una línea editorial en cuanto a los mencionados casos de dopaje. No es una cuestión baladí; la reputación se gana en años y se pierde en pocas horas, pero ésta es principal para atraer patrocinadores y porder llevar adelante ideas.
López Cerrón tiene un perfil idóneo para el cargo; ciclista profesional y director deportivo en los años 80 y 90, y hasta el presente organizador de carreras desde su empresa, Cadalsa Eventos, que tiene como argumento principal la celebración de la Vuelta a Castilla y León. También organiza, entre otros eventos, la Marcha Cicloturista Alberto Contador. Es, por tanto, un buen gestor, que ha sabido mantener el prestigio de la vuelta castellano – leonesa y mantenerla con cinco días en un entorno económico poco favorable, consiguiendo que temporada tras temporada muchos fueran los corredores de prestigio presentes ahí.
En el mismo entorno. y dos millones estimados de deuda (y el recorte que efectuará el CSD), López Cerrón tendrá que activar la generación de ingresos de la federación y controlar los gastos ordinarios. No será fácil; aunque haya conseguido el apoyo de la asamblea, uno de los retos que tendrá el nuevo presidente será mejorar la relación con las territoriales, mejorar -o conservar- el entramado de carreras desde la base y conseguir que España vuelva a tener, al menos, el peso que tenía al principio de la recién terminada legislatura en la categoría precedente a los profesionales. Su trabajo debería ser de recuperación, de volver a las bases, de hacer de la federación un ente que no solo dé pérdidas y que conserve una imagen adecuada con el exterior.
La Real Federación Española de Ciclismo necesitaba un gestor con experiencia. Y aunque el antecesor a López Cerrón en el cargo, Carlos Castaño, también tenía ese perfil y no demostró saber manejar en absoluto el estamento, la asamblea ha entendido que es mejor esto, que la experiencia y éxitos deportivos de Paco Antequera. Quedan cuatro años duros por delante con objetivos generales y de urgencia. Lo económico es vital, lo deportivo es absolutamente necesario y la reputación es una cuestión que ayudará a todo lo anterior. Por el bien del ciclismo español, que consiga mejorar lo presente.
Hola.
El dopaje no es el único problema del ciclismo, y me atrevería a decir que tampoco el más importante. Esperemos que los nuevos dirigentes del ciclismo español trabajen para sacar esto adelante y no simplemente para llenarse el bolsillo o derrochar el poco dinero que hay. Como he leído al otro candidato, Paco Antequera, si hay 100 no puede ser que 80 vayan para directivos y el resto para el deporte.
Saludos.
Jesús Ángel, en la sociedad de la información, en el que todo lo que se hace repercute mucho más que en otras décadas, problemas de responsabilidad social y reputacionales son el principio de casi todo; menos ideas, menos patrocinadores, menos dinero, menos todo.
Puesto que creo que es prácticamente imposible acabar con los tramposos, tal vez lo mejor sería hacer como en otros deportes y meterlo todo debajo de la alfombra. Por querer limpiar el deporte, nos llevamos todas las tortas. La mayoría de los medios sólo hablan de ciclismo cuando sale algún positivo y la gente, cuando les dices que sales en bici lo primero que te preguntan es si te dopas…
Si la viabilidad de la Federación pasa por acabar con el dopaje, creo que los asambleístas no han estado muy acertados en su decisión, pues no paro de leer comentarios (injustos en mi opinión) de que la RFEC la dirige “Don Solomillón”…
En cuanto al efecto del dopaje sobre los patrocinadores, no discuto que aleje a muchos, pero si lo pensamos bien, ¿ha dejado la gente de comprar relojes Festina? ¿Tuvo repercusiones negativas el caso Festina sobre la reputación de la marca?
Si se acaba con la corrupción y vividores (aquí encuadro a los médicos dopadores) que hay alrededor del mundillo tal vez poco a poco el enfermo se vaya recuperando. Mientras tanto, el cáncer seguirá creciendo.