Las últimas declaraciones realizadas por el británico Bradley Wiggins, arremetiendo duramente contra su compañero Chris Froome no hacen más que corroborar la hipótesis de que el enemigo en 2013 estará en la propia casa de Sky. Ya puede estar preocupado David Brailsford, porque gestionar el equipo será una tarea más que complicada para sus directores deportivos.

Allá por septiembre de 2011 se encendieron las alarmas del equipo. Un africano nacionalizado británico, que apenas unos pocos aficionados conocían de su época en Barloworld, estaba batiéndose el cobre y salvando el orgullo de Sky en la Vuelta a España. Desde aquel mismo instante, las miradas de los equipos más potentes del pelotón se pusieron en la figura del africano. Chris vendió su fino cuerpo y su talento al equipo que le dio la oportunidad; él sabía que seguiría estando a la sombra de su líder, pero un buen puñado de millones sobre la mesa decantaron la balanza. Una decisión que a toro pasado debe estar lamentando el keniata.

Las declaraciones de Wiggins en “My Time” no es más que una prolongación de lo que todo el mundo pensó cuando Froome puso contra las cuerdas a su líder en la 11ª etapa del reciente Tour de Francia. “Déjame recuperar un poco Chris” le dijo Wiggins al keniata tras contactar con el grupo de Nibali. “No, yo quiero volver a atacar, yo quiero atacar y deshacerme de Nibali” le respondió Froome. Lo que ocurrió después todo el mundo lo sabe, Froome atacó para sorpresa de todos, unos metros después agarraba su pinganillo, que debía de soltar humo.

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La etapa se la llevó Rolland, pero Froome no había dicho su última palabra y todavía tenía fuerzas para en los últimos metros marcharse de su jefe de filas incomprensiblemente. Wiggins entraba en meta agarrando a Nibali, con ese gesto parecía querer decirle que el italiano no era su rival, sino que el verdadero rival lo tenía en casa. Las palabras de Wiggins al diario son más que sorprendentes, ya que tras la etapa se ha podido saber que el británico estuvo a punto de abandonar le Grand Bouclé. “Esto es el final, yo me voy” le dijo a sus directores deportivos Sean Yates y Shane Sutton.

“A partir de ese momento y hasta el final del Tour, no sabía lo que podía esperar de Chris en el fragor de la batalla” comentaba Wiggins al diario británico. No le faltaba razón a Wiggo, ya que días más tarde las rampas de Peyragudes iban a ser testigo de otra de las batallas entre los dos compañeros. Valverde se veía beneficiado del circo que había montado el conjunto Sky. Froome dejaba en evidencia a su líder, muchos pensamos que conscientemente, pero en realidad no quería marcharse. Froome sólo quería hacer ver al gran público que aunque él no iba a ser el vencedor del Tour de Francia, sí era el ciclista más fuerte de la carrera.

Como ya comentábamos días atrás, el año que viene el conjunto Sky tendrá un corral con mucho gallo. Froome abrió la veda mostrando al mundo las debilidades de su líder. Pero tras finalizar la temporada, Bradley Wiggins ha sido el primer gallo en revolucionar el corral con sus recientes declaraciones. En 2013, veremos si la rebelión que el keniata empezó antaño, será contestada por Bradley Wiggins en el futuro.

Froome dejó en evidencia a su lider Wiggins durante el pasado Tour de Francia. Photo / YORICK JANSENS (EFE)