En la disciplina de Saltos los deportistas tienen que acometer cinco fases durante cada intento. Antes de cada juicio por parte del jurado. Las últimas, impulso, elevación, ejecución y la entrada en el agua, dependen de la primera, la aproximación, tanto como ésta del resto para conseguir una buena puntuación. Pero sin la primera no existiría una sola posibilidad de hacer adecuadamente el resto. Porque la aproximación es el paso que abre camino al resto, la fase que concentra y prepara lo que luego se da durante el salto; los movimientos que dan la nota final.

Todo deporte tiene sus aproximaciones, pero pocos acusan tanto ésta como le ocurre al ciclismo. Son meses los que uno necesita para preparar una temporada. Empieza desde el día en el que acaba la temporada. Desde entonces, bien sea agosto, septiembre u octubre, todo lo que se hace se piensa con objetivos y metas. Si eres un corredor contrastado o no, si eres galgo o conejero, tus objetivos están distribuidos dependiendo de hasta dónde has ido pudiendo llegar en tus primeros años como profesional. Pero antes de eso, algunos, no todos, sufren un invierno de aproximación para luego impulsarse, elevarse y ejecutar el salto.

No todos pueden ser como Marcel Kittel, Nairo Quintana, Luke Durbridge, John Degenkolb, Moreno Moser, Peter Sagan o Arnaud Démare. Algunos necesitan tiempo para madurar. Sin eso, luego no destacan. El talento se tiene o no se tiene, pero ocurre que a veces no explota. Sí ha explotado durante 2012 en algunos casos. A Sergio Luís Henao se le conocía, pero no ha sido hasta los casi los 25 años cuando ha dado el paso definitivo en la élite. Para él, la aproximación duró varios años. No para otros, quienes tras un año en profesionales, ha sido en esta recién acabada temporada cuando han obtenido buenos resultados.

Nacer Bouhanni, Giacomo Nizzolo, Andrew Talansky, Jonathan Castroviejo, Ramunas Navardauskas, Andrew Fenn, Sep Vanmarcke o Ion Izagirre son todos ciclistas jóvenes que durante el invierno pasado cocinaron una temporada clave para ellos. Unos se han concretado como buenos velocistas, los de la nueva hornada que pretenden rivalizar con Mark Cavendish. Otros han mostrado trazas de muy buenos clasicómanos y otros de vueltómanos. Todos han tenido sus momentos, aportando éstos en conjunto una buena escalada en una de las clasificaciones más cotejadas con la realidad en ciclismo; CQ Ranking.

No hay lógica ciclista para cómo llegar a ser parte de la élite… o al menos alguien con un lugar entre los mejores. Muchos corredores jóvenes consiguen dar a sus carreras más constancia, no necesitando así un gran año para ser lo que quieren o buscan. Pero otros sí necesitan ese invierno de aproximación, de asimilar lo aprendido y dejar que luego el físico les lleve un escalón más arriba. El gran salto particular de cada promesa el ciclismo, que algunos como los Moser, Sagan o Quintana se saltan por causas de fuerza mayor. ¿A quién debemos echar un ojo durante 2013? ¿Qué corredores pueden estar preparando, ahora mismo, su irrupción en el ciclismo tras uno o dos años entre profesionales?

Varios nombres internacionales; Pieter Serry. Romain Bardet. Matteo Trentin. Gäetan Bille. Kenny Elissonde. Matteo Pellucci. Enrico Battaglin. Johan Le Bon. Julian Kern. Andrea Palini. Sebastian Lander. También los canadienses Boivin y Boily, recién fichados por Cannondale. Y cuatro de casa; Jon Aberasturi. Gari Bravo. David De la Cruz. Jesús Herrada. ¿Quién conseguirá dar ese gran salto en 2013?