La vida es una montaña rusa. Eso deben pensar Guillaume Boivin y David Boily. De saber que su equipo, el Spidertech, suspendía la actividad para el 2013, quedando libres con gran parte de los equipos medio cerrados, a fichar por todo un equipo World Tour como el Cannondale. Todo ello en menos de un mes.
Guillaume Boivin y David Boily son, junto a David Veillux (Europcar), las grandes promesas del ciclismo canadiense. No en vano, Boivin fue medalla de bronce (compartida con Taylor Phinney) en Geelong hace dos temporadas en la prueba de ruta de los Mundiales sub-23, mientras que Boily, la temporada pasado concluyó en 2ª posición en el Tour del Porvenir. Ambos consiguieron dichos logros con sólo 21 años.
Canadá, decíamos. Un país con el ciclismo en pleno auge, más aún tras la reciente victoria de Ryder Hesjedal en el Giro d’Italia. Un país con más de 30 millones de habitantes, que cuenta con escasos corredores dentro de equipos en la élite ciclista, el World Tour. Sólo cuatro corredores que sumar a Ryder Hesjedal. Svein Tuft y Christian Meier en Orica – Green Edge, Michael Barry, ya retirado, en Team Sky y Dominique Rollin en FDJ – BigMat. Un país que sólo puede crecer, ciclísticamente hablando.
Cannondale es conocedora de esto, no en vano es uno de los más importantes fabricantes de bicicletas en Norteamérica, y el mercado canadiense no es nada despreciable. Quién sabe si por ello, unido a la gran proyección que se le presupone, y que es un equipo que apuesta por la gente joven, han decido fichar a Boivin y Boily. Dos corredores que a poco que les vaya bien podrán ser su imagen en el país vecino. Una estrategia tanto deportiva como comercial.
Habría que recordar que Cannondale, siendo copatrocinador de Liquigas, ya imponía condiciones comerciales en la planificación deportiva. El equipo italiano era un clásico en las carreras del circuito norteamericano, disputando prácticamente todas las carreras donde podían participar los equipos World Tour junto a los equipos locales como Garmin – Sharp, BMC o RadioShack – Nissan. Todo ello sin olvidar la participación en dichas carreras de sus grandes estrellas como Vincenzo Nibali en el USA Pro Cycling Challenge o a Peter Sagan, arrasando en los sprints del Amgen Tour of California. Un Peter Sagan, que recuerden, llegó de la mano de Cannondale a los verdiblu, tras ser rechazado por Quick Step.
Veremos cuál es el rol que asumen ambos corredores en el joven equipo norteamericano. Un hombre rápido como Guillaum e Boivin en principio debería de ayudar a Peter Sagan en las llegadas masivas, e intentar ganarse el puesto como sprinter titular en las pruebas que no dispute el fenómeno eslovaco. Duros competidores tendrá, como por ejemplo Elia Viviani e incluso Moreno Moser. Suponemos que en el circuito norteamericano tendrá sus oportunidades. Por su parte, David Boily, corredor combativo con buenas condiciones en la media montaña, puede dar presencia al equipo en carreras menores e incluso debutar en alguna Gran Vuelta para que vaya fogueándose. Como indican varios de sus resultados, es un corredor completo que podría en tener en la disputa de las vueltas por etapas su punto fuerte.
Dos fichajes de futuro que veremos cómo se adaptan ante este enorme salto de calidad. De un equipo local a uno de los grandes del pelotón. Dos corredores con un futuro por desarrollar, y por qué no decirlo, también con un buen mercado para la marca que les paga. Boivin. Boily. Cannondale. Canadá.
Boily y Boivin, puro nombre de grupo de regueton!