Después de un 2011 bastante gris, la presión sobre el equipo kazajo era muy alta puesto que una escuadra con tanto capital no podía permitirse pasar otro año sin grandes triunfos. Pese a las dificultades, el equipo ha conseguido salvar una temporada que no se ha caracterizado por su brillantez pero sí por su eficacia; se han conseguido buenos resultados pero con los recursos disponibles se podía esperar que se consiguieran más y mejor. El triunfo más destacable sin duda fue la victoria de Maxim Iglinskiy en un Monumento como la Liège – Bastogne – Liège, batiendo en un apasionante duelo a todo un Vincenzo Nibali que sirvió para que este veterano kazajo consiguiera por fin un resultado que hiciera justicia a su trayectoria como ciclista.

Además de esto, se han conseguido otros buenos éxitos como la victoria de Enrico Gasparotto en la Amstel Gold Race, lo cual sirvió para conseguir un meritorio 2/3 en las clásicas de las Ardenas, la asombrosa victoria de Frederic Kesiakoff en la contrarreloj de la Vuelta a Suiza batiendo a todo un Fabian Cancellara en su propia casa, el recital de un Roman Kreuziger herido de orgullo en la antepenúltima etapa del Giro de Italia que le valió para justificar su presencia o, aunque no se pueda computar como victoria del Astana, la conseguida por Alexandre Vinokourov en la prueba en ruta de los Juegos Olímpicos de Londres que le valió para conseguir un oro histórico para su país y el de su equipo.

De todas maneras, no todo han sido buenas noticias para el equipo kazajo pues en las grandes vueltas han realizado un papel bastante flojo. Roman Kreuziger hizo aguas como líder en el Giro de Italia pese a su gran victoria en Alpe Di Pampeago. En el Tour, Janez Brajkovic estuvo desaparecido y solo el buen papel de Kessiakoff y Kiserlovski pudo salvar la participación del Astaná, mientras que en la Vuelta, Frederik Kessiakoff maquilló en la contrarreloj una pobre actuación en montaña donde lo más destacable fue la ayuda que Paolo Tiralongo le prestó a Contador en la exhibición de Fuente Dé. Panorama muy triste que el año que viene seguro que se arregla con la llegada de Vincenzo Nibali al equipo.

El mejor del equipo: Frederik Kessiakoff/Robert Kiserlovski

La verdad es que este reconocimento se lo podrían llevar unos cuantos dentro del equipo, puesto que el rendimiento de muchos ha sido bastante similar. Maxim Iglinskiy se llevó toda una Liège – Bastogne – Liège, pero además de eso, no hizo absolutamente nada más el resto del año. En un equipo donde ha habido ciclistas como Kesiakoff o Kiserlovski, que se dejaron el alma en la carretera, parece injusto darle este mérito a otros ciclistas que solo han conseguido un gran resultado y nada más. El sueco ha hecho un año sensacional con victorias de etapa en Suiza o en la Vuelta y dejando latente su competitividad en el Tour de Francia, mismo lugar donde Kiserlovski también demostró su clase, peleando por el maillot de la montaña y entrando en todas las fugas. Para el recuerdo también quedará esa exhibición sin premio que hizo en la Itzulia.

La decepción del equipo: Roman Kreuziger/Janez Brajkovic

Ya que para el mejor del equipo hemos nombrado a dos ciclistas, para esto también lo haremos. Si miramos el CQ ranking, nadie diría que la temporada de estos dos ciclistas ha sido mala, porque de hecho no lo ha sido. Kreuziger ha sido tercero en Tirreno, ha ganado una etapa en el Giro y ha quedado sexto en el Tour de Suiza. Por su parte, Brajkovic ganó el Tour de Eslovenia, fue noveno en el Tour y ganó la caótica etapa de la Volta a Catalunya. Ahora bien, lo que hay que preguntarse es si este es el nivel de exigencia que tienen estos ciclistas. La respuesta es claramente no. Los hombres que hasta este año eran los encargados de conseguir resultados en las grandes vueltas no pueden conformarse con un decimoquinto y un noveno puesto respectivamente. Se les empieza a agotar el crédito y con la llegada el año que viene de Nibali tendrán todavía menos protagonismo. No es para ser optimistas.

La mejor victoria de Kreuziger, en la etapa 19 del Giro de Italia

La nota de C&H a Astana; 7’5

La temporada ha sido bastante buena en cuanto a resultados, de eso no hay duda. Las victorias ya comentadas con un Monumento incluído son propias de una temporada más que notable. El problema está en que con los efectivos y con todo el dinero que tiene este equipo, sabe muy a poco. Roman Kreuziger y Janez Brajkovic han decepcionado en gran medida y el año que viene van a tenerlo muy dificil para poder brillar con luz propia al estar bajo la sombra de Nibali. Parece que vienen tiempos mejores para la escuadra de Martinelli, pero en este 2012 ha dado la sensación de que se podía haber conseguido bastante más.