Cambio de ciclo, fichajes llegan mientras otros corredores emprenden rumbo a otros conjuntos. Los cambios de plantilla son evidentes en todos los equipos. Algunos casos son más particulares; estrellas o grandes nombres con un peso mayor que el resto de los compañeros en la competición dejan un hueco que aprovecharan otros corredores. Un ejemplo de este caso es el Team Sky. La más que sonada marcha de Mark Cavendish al Omega Pharma-Quick Step libera de una “carga” de trabajo a un buen puñado de corredores y abre oportunidades a otros tantos.
Uno de los grandes beneficiados de su marcha es Geraint Thomas (Cardiff, 1986). El ciclista galés se convirtió, en el único año donde coincidió con el velocista de la Isla de Man, es uno de los perjudicados por su llegada. Centrarse en la pista se cara a la disputa de los Juegos Olímpicos de Londres acarreó, también, que 2012 fuera la peor temporada para sus intereses de las tres que ha cerrado con el conjunto británico. Compaginar la pista con la ruta le llevó a perderse el Tour de Francia a cambio del oro olímpico conquistado en la persecución por equipos, prueba en la que también venció en el Campeonato del Mundo. En ruta las actuaciones individuales en la contrarreloj fueron el mejor destello que dejó. Sumó el triunfo en el prólogo del Tour de Romandia además de ser segundos en las dos cronos individuales del Giro de Italia y en la del Tour de Dinamarca.
El abandono de la pista y la marcha de Cavendish cambian el panorama para 2013. “Desde un punto de vista individual que me libera para hacer otras cosas” declaraba a la BBC. Un claro principio de intereses. “Las clásicas de finales de Marzo y comienzo de Abril serán mis metas personales”. Por primera vez Geraint Thomas afrontará con plenas garantías las clásicas del pavé. La también marcha de Juan Antoni Flecha a Vacansoleil-DCM libera el liderazgo del Team Sky. El galés junto a Edvald Boasson Hagen serán los capitanes de un conjunto donde Bernhard Eisel también tendrá su oportunidad.
El segundo objetivo para Thomas estará en el Tour de Francia. “Quiero ir el Tour y ayudar a mis compañeros; tengo muchas ganas de estar en la línea de salida y luchar por la victoria en la general de nuevo”. El triunfo de Bradley Wiggins da alas a un equipo que todavía no tiene decidido si defenderá el título o en cambio luchará con Chris Froome por continuar el dominio del Sky. A pesar de no haber logrado ninguna victoria en el Tour la carrera gala dejó un buen de sabor de boca al galés. El segundo puesto en Arenberg por detrás de Thor Hushovd el fatídico día de los adoquines y la caída de Fränk Schleck así como otras actuaciones individuales que ayudaron a victorias de compañeros de equipo hacen de la Grande Bouclé una cita ineludible para él.
A falta de conocer el calendario de Thomas, la próxima temporada apunta a ser su año. Libertad, calidad, lucha y entrega al servicio de un equipo que notará el pleno regreso a la ruta de un oro olímpico.
Tenemos un problema serio con Geraint Thomas, es la niñita de nuestros ojos… ¡como para no serlo!