Tras una Vuelta ’11 sorprendente en la que solo tener que estar pendiente de Bradley Wiggins y las bonificaciones le separaron de la victoria final, Froome comenzó la temporada sin encontrarse a tope. Una extraña enfermedad sanguínea, la cual le había estado afectando según parece en años anteriores, le había sin al fin localizada y tratada, por lo que sus esperanzas se centrarían en la mitad y final de temporada.
Su Tour de Francia, en el que acabaría segundo, impresionó a la vez que hizo teorizar sobre su rendimiento. Fue el más fuerte, con claridad, suficiencia y descaro, en la alta montaña, llevándose incluso una imponente victoria en las duras rampas de La Planche des Belles Filles. Aquélla sería al final de temporada su única victoria del año, pero su segunda plaza final en el Tour de Francia, sumada a la superioridad y completa demostración del británico han supuesto un argumento muy potente para dejarle entre los mejores cinco corredores de 2012.
Una semana después del final del Tour en París, Froome acudía a Londres como parte del equipo británico para disputar los Juegos Olímpicos. Reino Unido, concienciado para alcanzar los mejores resultados de su historia olímpica, tenía tanto en Froome como en Wiggins y Mark Cavendish las esperanzas en las pruebas de ciclismo en ruta. Tras el fiasco en la prueba en línea, tanto Wiggins como Froome rascaron metal en la prueba contra el crono, cumpliendo así el segundo con su otro objetivo del año; conseguir ser medallista olímpico ‘en casa’. Su victoria en el Tour, su segunda plaza en la clasificación general y el bronce en Londres son buenos argumentos.
Y no conseguiría más éxitos contables. Porque llegó a Pamplona al inicio de la Vuelta sin descanso y con una preparación poco adecuado; tras el Tour descansó unos días, participó en Londres y luego volvió a descansar, sin competir, hasta que empezó la Vuelta. Las piernas de Froome respondieron la primera semana, llegando con los mejores en Arrate y Valdezcaray, pero ya en la llegada de Barcelona comenzó a acusar el esfuerzo. En la crono de Pontevedra, allí donde un Froome en la forma del Tour hubiera arrasado literalmente, se vio superado por varios corredores. El resto, lo conocemos; mucha lucha y pundonor para agarrar un cuarto puesto en la general final.
Su participación en la ronda española habla mucho más de su talla como persona y competidor, que como ciclista. Mostró tesón y esfuerzo y al final se ha convertido en el único corredor en todo el año en doblar Tour y otra Gran Vuelta con relativo éxito. Estos motivos son suficientes para colocar al británico entre los cinco mejores del año, esperando que con el recorrido planteado por ASO para el Tour de 2013 logre mejorar entonces su posición en nuestro ránking.
Iba a decir que Purito había tb doblado de forma exitosa dos GT’s, pero me parece que Cepe se refería al Tour (específicamente, en el que Purito no participó) y otra GT (Giro o vuelta). En ese caso, completamente de acuerdo con el argumento.