El mastodóntico proyecto del BMC echó a andar esta temporada con dos incorporaciones de relumbrón: Philippe Gilbert y Thor Hushovd, dos ciclistas con la capacidad de dominar todo el calendario de clásicas primaverales, ya fuesen de cotas o sobre pavés. Superada la Doyenne el desastre era absoluto en las filas del equipo suizo, que vió como ninguno de sus dos teóricos jefes de fila pudieron demostrar tal condición en la primera parte de la temporada. Pero si el valón pudo finalmente enmendar su año en la Vuelta y el Mundial, no ha sido este el caso del noruego.

Castigado por su salud durante toda la primera parte del año, no pudo preparar en condiciones sus objetivos de la primera parte de la temporada, que cerró con una anodina 14ª posición en una de sus pruebas fetiche, la Paris-Roubaix. Después de cerrar así la campaña de clásicas, Herning y el Giro de Italia eran el próximo destino para Thor, pero después de intentarlo sin éxito en las primeras llegadas masivas de la corsa rosa tuvo que abandonar en la sexta etapa para no poner en peligro su participación en los JJOO de Londres. Estos los preparó acudiendo a la Vuelta a Polonia, que también tuvo que abandonar en la quinta etapa poniendo en grave peligro su segunda participación en unos Juegos.

Finalmente se cumplieron los peores pronósticos, teniendo que renunciar a su plaza para Londres y a su sueño de una medalla olímpica. La temporada acababa así para él, y es que después de unos análisis en EEUU que demostraron la existencia de una infección vírica decidió poner punto y final al año, que acabó para él sin victorias por primera vez desde que es profesional. A vistas de cumplir 35 años en Enero, perderse toda una temporada de esta forma ha sido más que doloroso para el noruego, que ve como se le acaban poco a poco las oportunidades de adornar su palmarés con el ansiado pedrusco que lleva buscando desde hace unos cuantos años.

Esperemos que este año sea solo un impás en su prolífica carrera, y que el año que viene volvamos a ver al Dios del Trueno al 100% físicamente y motivado para rendir en los grandes escenarios, conformando una dupla letal con Gilbert en las clásicas de primavera.

Las decepciones del año. Del quinto al tercero