Un Monumento del ciclismo, pódium en Giro de Italia y Vuelta a España, una Flecha Valona, la clasificación del WorldTour y hasta un total de 10 victorias parciales -todas ellas en pruebas WT- desde principios de marzo a finales de septiembre conforman el excelente botín cosechado por Joaquín Rodríguez en el año 2012, el mejor de su carrera, el año en que consiguió superarse a sí mismo.

Y me explico. Más allá de las indiscutibles estadísticas, la sensación que arroja 2012 sobre la figura del catalán es de un notable desarrollo de todas sus aptitudes como ciclista. No sólo las físicas, incuestionables, sino también las psicológicas. En 2012 hemos visto al Purito más fuerte y a la vez más sereno que se recuerda. La armoniosa conjunción de fortaleza física y sangre fría deparó sin ir más lejos la victoria en Giro de Lombardía, la mejor corona de un extenso palmarés, toda una lección para saber elegir el ataque en el momento más oportuno. Digna de mención es también la forma en la que ha conseguido involucrar a su bloque de confianza, véase el trabajo en Vuelta a Burgos en pro de Dani Moreno o las palabras de admiración hacia gregarios fundamentales para él como Ángel Vicioso. Ya para manuales de buen comportamiento, y para la historia, la forma en la que el bueno de Joaquín encajó la derrota frente Alberto Contador el día que perdió el Rojo camino Fuente Dé.

Hubo exhibiciones sobre la bicicleta como la del mismísimo muro de Huy o las batallas con Alberto Contador en las empinadas cuestas de la pasada edición de la Vuelta, pero también decepciones. A la dureza que implica ceder todo un Giro de Italia por 17″ se le puede añadir la dureza que supone perder una Vuelta a España por un error táctico siendo el ciclista más fuerte en competición. Sin lugar a dudas éste último el gran borrón del año, su gran oportunidad de conquistar una Grande.

Carismático y cercano por su bravura sobre la bicicleta y su espontaneidad, Purito Rodríguez encarna al ciclista clásico de sangre caliente frente a la incipiente figura del perfeccionista ciclismo anglosajón. No le faltan detractores, acusado de erigirse como una de las figuras más representativas del actual ciclismo youtube. Sin embargo las cifras son las que mandan. 2012 es el año de la madurez para el catalán. Es el año del demandado paso adelante, el año en el que se rompieron por fin los clichés de ciclista nervioso, sin fondo para carreras de 3 semanas e incapaz de hacer nada solo. Tras este curso nos ha hecho cambiar un poco a todos nuestras expectativas sobre su papel. Un referente por méritos propios. Y amenaza al Tour.

Joaquín Rodríguez conquistó por fin las Ardenas