En el mundo hay, esencialmente, dos tipos de locos. Aquellos que padecen una enfermedad, y otros a los que el ‘sistema’ toma como enfermos por el simple hecho de ser diferentes. De verlo todo de una manera distinta. Ahora habría que preguntarse muy en serio en cuál de los dos grupos está José Rujano. Lo único cierto, eso sí, es que el Cóndor venezolano ha dado un paso más en esta aventura extravagante que está siendo su carrera deportiva. Y no precisamente hacia la cordura.

Rujano ha fichado ni más ni menos que por el Vacansoleil – DCM para volver al World Tour. Efectivamente, estamos hablando de uno de los equipos favoritos de esta redacción: los ‘pirados. Sin duda, tener al siempre imprevisible venezolano en sus filas no hace sino dar aún más fuerza a su bien ganada fama de tipos que no están muy bien de la cabeza. Aunque si escarbamos no nos parecerá tan extraño, puesto que el cuerpo técnico (Hilaire Van Der Schueren) de la escuadra ya lo tuvo a sus órdenes en el Unibet.com, allá por 2007.

Después de ver cosas como la cabalgada de Thomas De Gendt que le valió un podio en el Giro d’Italia, o a ese Johnny Hoogerland animando siempre cualquier cotarro en el que se encuentre, a los seguidores del ciclismo alternativo -vamos a llamarlo así- nos gotea el colmillo ante lo que podremos ver en 2013. En las etapas locas de la Tirreno-Adriatico, por ejemplo, con Don José montando el pollo a base de bien. O en la Corsa Rosa cuando las fuerzas vayan justas y las carreteras se empinen en esas Tres Cimas de Lavaredo, o incluso en el Galibier.

Jose Rujano Vacansoleil

Cierto es que, a sus 30 años, Rujano empieza a tener una edad como para, dentro de su ‘demencia’, mostrar más regularidad. Con grandes dotes de escalador y una historia de amor-odio con el Giro, en 2012 tocó cruz. Un segundo puesto en el Tour de Langkawi -otra de sus carreras talismán- y el quinto lugar de Trentino han sido sus resultados más brillantes. En la única vuelta de tres semanas que ha disputado, el venezolano naufragó por completo. No estuvo al nivel en ningún momento y finalmente tuvo que bajarse de la bicicleta. Incluso su jefe Gianni Savio aseguró que había estado “por debajo de la media del equipo”. Y es verdad.

Como también lo es que si consigue asomarse al que fue en 2011, volverá a dar mucho que hablar. De hecho, de la temporada pasada son los 44 puntos que atesora y que desde este preciso momento suma también el equipo neerlandés. Tampoco les hacían falta, pero muy buenos que son. Y tal vez sean estas cosas inexplicables que tienen las personas diferentes, pero sus mejores temporadas siempre han coincidido con años impares. En 2005 se destapó con su primer triunfo en el Giro. En 2007 se proclamó campeón de Venezuela CRI. Dos años después se ‘cascó’ 13 triunfos en el calendario americano. Y, ya en Androni, el año pasado cerró en el top-10 de la Corsa Rosa acompañado de una etapa.

Ahora, Rujano regresa a la elite y tendrá un calendario que la mayoría de los ciclistas sólo pueden soñar. Estará en su salsa. Un ciclista loco con un director también excéntrico. La mezcla puede ser espectacular. Y el próximo año será impar.

Victor Martín