Su figura, imponente, siempre se ha caracterizado por ser una de las más vistas cuando la carretera comienza a inclinarse hacia el cielo. Gregario como pocos, lleva toda una vida profesional entregado a sus líderes. Desempeña una noble función. Su trabajo no es el más vistoso, su desempeño significa un constante sacrificio en post del resultado que puedan dar los teóricos jefes de fila.

Por todo ello, el rendimiento que dio en la Vuelta a España es más digno de alabar aún. Laurens Ten Dam (Zuidwolde, 1980) consiguió su primer top10 en una Gran Vuelta. Un octavo puesto que, francamente, pudo ser mejor. En muchas fases de la carrera de mostró como el hombre más fuerte de Rabobank. El ejemplo más claro estuvo en Ancares. La debilidad de Bauke Mollema y Robert Gesink, cortándose desde el principio de la ascensión, le obligó a, una vez más, quedarse con ellos mientras la carrera se rompía por delante; pero su director, pensando en la clasificación por equipos, le mandó hacía delante mostrando mejores piernas que sus dos teóricos líderes.

A pesar de vivir momentos como el de Ancares donde cedió un tiempo innecesario, firmó un gran octavo puesto final. Una clasificación sorprendente. “Estoy contento por haber sido regular durante tres semanas. Normalmente, siempre me venía abajo en los últimos días de las grandes vueltas”. Su caso se suma al de otros ilustres gregarios que lograron finalizar en el top10 de una grande como el caso de Marcos Serrano en el Tour de Francia o el de Manuel Beltrán en la Vuelta a España.

En su novena temporada como profesional –las cinco últimas en Rabobank- siempre se ha caracterizado por ello, por un trabajo incondicional. Pero desde sus comienzos en el Shimano-Memory Card demostró tener algo más en sus piernas. No es un ganador, pero sí un hombre regular en vueltas de una semana. Pruebas dispares han visto como ha copado las primeras posiciones. Desde Bélgica a Suiza pasando por Burgos, Catalunya, Criteriúm Internacional, Down Under, California o Dunkerque. Por el camino una única victoria, la etapa inaugural del Critérium Internacional de 2008 después de una galopada a la que el pelotón no pudo echar abajo en los últimos metros.

Un gregario, el más fuerte de Rabobank de la Vuelta / Foto (c) Bettini

Su rol pudo ser algo más que el de un gregario de lujo pero en una formación como la neerlandesa no pudo pasar de allí. Líderes de antes y de hoy como Denis Menchov o Robert Gesink a la que se une la nueva generación encabezada por Bauke Mollema, Steven Kruijswijk, Wilko Kelderman o Tom Slagter seguirán requiriendo unos servicios que se antojan claves en el devenir de la formación de los Países Bajos. Pese a este buen resultado, seguirá siendo el mismo. Ese ciclista capaz de dejarse la piel –no hace falta recordar las imágenes del Tour de 2011- por sus compañeros; ese ciclista que, a día de hoy, es uno de los mejores en su función; ese ciclista que, como pocos, se merecía un resultado como el de la Vuelta a España.