Hace casi un año publicábamos una entrada titulada “El fiasco pekinés de la UCI”. Como si de una secuela se tratase presentamos ahora un nuevo capítulo de otra de las cruzadas absurdas en las que se ha embarcado la entidad directora del ciclismo mundial. La UCI y el ciclista Mehdi Sohrabi -muy a su pesar- son principales protagonistas con el equipo belga Lotto – Belisol como actor secundario.
La historia empieza con el archiconocido Ranking de Mérito y su extraño baremo por el que carreras 2.2 en Taiwán, Azerbaiyán, China o Malasia reportan una cantidad importante de puntos. Los ciclistas dominadores de estos calendario, por tanto, se convierte en piezas apetecibles para equipos con aspiraciones a obtener una licencia en la máxima categoría que les sirva de acreditación para poder competir en todas las carreras del calendario World Tour.
En este absurdo supo moverse bien el equipo Lotto – Belisol, que tras la marcha de Philippe Gilbert, quien tras su extraordinario 2011 dejaba al equipo belga en una situación crítica donde únicamente André Greipel, Jurgen Van Den Broeck y Jelle Vanendert podían dar algo de consistencia a la situación del equipo, que conseguía gracias a los puntos del ciclista iraní Mehdi Sohrabi -a quien previa espantada de Geox había atado Matxín- consiguió una de las quince ansiadas licencias directas sobre la campana.
Pero el resultado deportivo no ha podido ser más desastroso, y él mismo ha declarado que “el nivel es demasiado alto“. Echando una ojeada a su carta de resultados en este 2012 podemos observar que las únicas rondas por etapas que ha conseguido acabar fueron el Tour de Qatar y el Presidential Tour of Turkey, con abandonos en la Volta a Catalunya, el Tour de Suisse, el Tour de Luxemburgo y el Tour de Noruega. No mejor le fueron las cosas en pruebas de un día donde su participación fue testimonial, con el cénit en la prueba en ruta de los Juegos Olímpicos en los que acabó fuera de control. Revisando su ficha en CQ Ranking sus únicos puntos provienen de los Campeonatos Asiáticos disputados en Kuala Lumpur.
Este otoño las cosas serán diferentes. André Greipel ha cuajado una de sus mejores temporadas, Jurgen Van Den Broeck sigue con su buen hacer en las vueltas de una y tres semanas, y Jelle Vanendert rascó mucho en el tríptico ardenés. Entre los tres y Gianni Meersman y Jurgen Roelandts, que van sumando sin hacer demasiado ruido, más alguna otra incorporación que pueda llegar el equipo belga, no debería tener demasiados problemas para presentar uno de los quince mejores expedientes que estudie la cominsión de licencias.
Cierto es que Mehdi Sohrabi todavía conservaba un buen puñado de puntos, ya que los puntos indiduales se conservan durante dos años, pero ni él ni el equipo han querido alargar un sinsentido que resultaba ciertamente embarazoso para ambos. El último punto de este capítulo de esta historia que es el Ranking de Mérito lo ha escrito Sporza que despedía al ciclista iraní con un ácido “Lotto – Belisol no renueva al Gilbert asiático”. Sohrabi ha sido un instrumento del sistema y aunque parece que este año no tendremos otro pufo de tales dimensiones nunca está de más denunciar a los cuatro vientos lo absurdo de un sistema que la UCI no parece tener intención de corregir.
Vaya desastre. ¿Y no hay nadie que ponga remedio a esto?
El sistema tiene sus cosas buenas; valora las victorias y a los equipos. Pero deja muchos vacíos bastante llamativos.
Bueno, en el Africa Tour hay dos marroquíes que tienen 325 y 243 puntos y no figura que tengan equipo…
Hay que tener en cuenta que el World Ranking y los Rankings Continentales no son lo mismo que el Ranking de Mérito.