En busca de un titular

Por encima del contenido, un titular es lo que más vende. Una serie de palabras que llegan directas a los ojos del lector, un lector que en muchas ocasiones se deja influenciar por un frase haciendo caso omiso del contenido de la noticia. Un titular que muchas veces no se corresponde con la realidad. Una situación que, desgraciadamente, se repite en cada situación en la que ciclismo y dopaje se unen. El caso de Lance Armstrong recoge el testigo de la falta de información o la confusión de ésta.

La mañana del día de hoy se ha visto salpicada con la confirmación de que el texano renuncia a su defensa ante el procedimiento abierto por la USADA, agencia antidopaje americana. Las reacciones no tardaron en llegar y con ella los titulares de la prensa:

MARCA: “Lance Armstrong será sancionado de por vida”
AS: “La USADA quitará a Armstrong sus siete Tours”
Mundo Deportivo: “Lance Armstrong podría ser suspendido de por vida”
El Mundo: “Armstrong perderá todos sus títulos”
El País: “Armstrong se rinde ante la agencia antidopaje”
ABC: “Armstrong se rinde y perderá todos sus títulos”
La Razón: “Lance Armstrong se rinde ante la agencia antidopaje y perderá sus títulos”

Diferentes juegos de palabras para una misma noticia. Titulares que, comparados, llevan a distintos hechos o consecuencias. Titulares que, en su mayor parte, no van en línea con la realidad. La carnaza, el ánimo por incrementar ventas o visitas a las diferentes webs invaden las portadas de los principales periódicos españoles los cuales, en su mayoría, se dejan llevar o influir por los números, en vez de por la realidad.

La situación es clara; Lance Armstrong no seguirá defendiendo su inocencia ante la USADA. A partir de esta decisión las noticias son varias. En ningún caso la agencia americana puede desposeer de ningún título ganado por el ciclista, esta decisión corresponde a la UCI y al TAS, dos organismos con un pensamiento totalmente diferente al resto de federaciones y agencias como hemos comprobado en casos anteriores. Además, olvidan que a los diez años los delitos de dopaje prescriben.

Necesitamos un periodismo deportivo más exacto, menos amarillo y más consecuente y adecuado con lo que publica. Volvemos a preguntar, ¿desinformación o falta de ella?