Primera experiencia en un equipo profesional y mitad de temporada sin competir. Un problema con su visado privó a Winner Anacona (Bogotá, 1988) de un debut “normal”. Tuvo que esperar al mes de Junio para estrenar de manera oficial los colores de la Lampre-ISD. De ahí una espiral sin final. Eslovenia, Polonia y Vuelta a España completan un cargado final de temporada donde el ciclista colombiano se muestra hambriento por demostrar unas cualidades que patentó en la categoría dilettanti italiana, Arrate ha comprobado que las tiene.
Esta es tu primera temporada en profesionales viniendo tres años de duro trabajo en la categoría dilettanti.
Digamos que es mi primera experiencia como profesional aunque en 2008 estuve como stagiare en el Centri della Calzatura de categoría Continental, cuando tenía 20 años, que me sirvió después para tener un hueco en dilettanti. En las tres temporadas pasé primero por el Maltenti Lampadari Solgomma y después dos años en Capparrini Le Village, que creo que fue donde dí el salto como ciclista aprendiendo mucho más del ciclismo europeo, cosa que me llevó a estar donde estoy ahora.
Siete victorias en 2011, actuaciones en el GiroBio. La categoría dilettanti dio muchos frutos.
Sí, sí. Tuve la fortuna de pasar a un gran equipo con un gran director que me enseño a entender y comprender la forma de entrenar como un ciclista profesional. En 2010 ya tuve una buena actuación en el GiroBio. Fue muy bonito para nosotros formar parte de la selección colombiana. Íbamos los tres primeros a falta de una etapa pero una caída me dejó fuera del podio. En 2011 fue mi principal objetivo, lo perdí por escasos 20 segundos pero las sensaciones fueron muy buenas. Para mí la temporada pasada fue óptima y estoy muy contento por todo lo realizado y ahora sólo espero poder demostrarlo en profesionales.
¿Qué ventajas extraes de realizar la formación amateur en Italia en vez de en Colombia?
Para los sudamericanos nos es difícil dejar nuestra casa, nuestra gente, pero lo mejor sin duda es haber hecho el aprendizaje aquí en Europa. Cuando llegas a un equipo profesional ya sabes cómo se comporta todo lo que rodea al ciclismo como puede ser por ejemplo la alimentación. Nosotros tendemos a engordar aquí, porque la mayoría de nosotros está a mucha altitud sobre el nivel del mar y no tenemos marcadas las estaciones como aquí el invierno o la primavera por ejemplo. Para mi fue una fortuna poder estar en Italia y comprobar y conocer lo duro que hay que trabajar para llegar a profesional frente a otra filosofía que nos podemos encontrar allí.
Pasas a profesionales con la Lampre-ISD y no debutas en competición hasta el mes de Junio. ¿Cómo se llevan esos momentos donde un problema de visado te dejan fuera de la competición?
Es una situación muy desmotivante. Te preparas, te cuidas y planificas todo para el comienzo de la temporada y te quedas sin nada. Seguí trabajando duro, para seguir en forma hice allí algunas pruebas de mountain bike pero los esfuerzos no superaban la hora, hora y media aunque para mí suponían una prueba para comprobar mi condición. Este trabajo quedó demostrado cuando comencé a competir con unos buenos resultados dejando contentos al equipo y haciéndoles ver el trabajo que realicé allí aunque la forma está un puntito por debajo de los otros corredores que llevan compitiendo toda la temporada. Después llegué a Polonia como uno de los líderes del equipo porque vieron eso, llegaba en un gran momento.
Demostraste que llegabas con hambre de competición; primer día en el Trofeo Melinda y cien kilómetros escapado.
Para mí ese día era el todo por el todo. Pensé que la primera impresión era la que contaba, digamos “es la primera vez en profesionales, veamos como se desenvuelve”. Salí tranquilo y atiné la escapada buena y después de tantos kilómetros en fuga después de cogernos seguí trabajando para el equipo. A pesar de los calambres finales la satisfacción fue enorme, me encontré bien y de cierta manera me gané unos puntos en el equipo que vieron que algo de cualidad tenía después de estar tanto tiempo parado.
Eso demostraste en Eslovenia donde diste un paso más.
Allí iba como segunda opción del equipo, el teniente de Diego Ulissi por así decirlo. Después de demostrar estar bien en Melinda y en Gippigen me llegó la oportunidad porque Ulissi no traía buena formar después del Giro de Italia. Quedar delante en la etapa reina y décimo en la general fue una gran motivación para mí. Luego en Polonia llegué liderando al equipo con Niemec y después de unas primeras etapas delante me caí pero aun así, quedé contento por que me gané rápido la confianza del equipo.
¿Cómo afronta un neoprofesional el debut en una Gran Vuelta? ¿Tienes cierta incertidumbre en cuanto al rendimiento que puedes dar?
He pensando mucho en esta Vuelta, incluso alguna vez llegué a ponerme nervioso porque tenía experiencia en vueltas de como mucho quince días de competición como es el caso de la Vuelta a Colombia. Aunque sólo tenía veinte años son experiencias que sirven para el futuro. Ahora, a pesar de una mayor madurez, la tercera semana puede hacerle muy larga sobretodo por el calor que está haciendo estos primeros días. Al no haber hecho nunca este tipo de pruebas no es que te creen incertidumbre sino te hacen dudar de saber si esa última semana puede ser buena o de crisis pero llegó motivado por el hecho de que cuando uno es joven siempre sueña con Giro, Tour o Vuelta; para mí es un sueño y un objetivo cumplido, ahora tendré que mirar más hacia delante como un podio o estar entre los mejores ciclistas. El tiempo me dirá si puedo estar entre ellos o sin embargo me convertiré en un gregario.
¿El objetivo en esta Vuelta es realizar el mejor trabajo posible para Damiano Cunego vas más allá a por un triunfo de etapa?
Nuestro líder es Damiano y tenemos que tratar estar cerca de él pero el equipo me ha dado la oportunidad para buscar un triunfo de etapa. La competencia es mucha, para mí sería una muy buena victoria, un orgullo.
¿Tienes alguna etapa señalada?
He mirado las llegadas en alto pero no las conozco, sólo sé lo que viene en el libro de ruta pero hay que ir día a día. Las etapas de alta montaña serán difíciles por el control de los grandes equipos como Saxo Bank-Tinkoff Bank o Team Sky donde las fugas tendrán menos margen de actuación por lo que trataré también de jugarme alguna etapa que pique para arriba; creo que tengo una buena punta de velocidad pero claro, hay que ver también como va el resto. La mejor opción sería buscar una fuga desde lejos y ojalá llegase la victoria.
Anacona es un chico con condiciones, sobradamente demostradas el año pasado en el Giro Bio, siendo el mejor escalador ante Aru o Moser.
Ayer se le vio fino en Arrate, veremos hasta dònde llega.