Se dice que no es una Vuelta para ellos, que no están los mejores, espantados por los diez finales en alto. Se dice que tendrán pocas oportunidades, que la Vuelta se olvida de ellos. Pero ahí están, un grupo de velocistas de lo más diverso que hoy, en Viana, tienen su primera gran oportunidad. Los hay jóvenes descubriendo su primer gran vuelta y veteranos en busca de revivir glorias pasadas, y también los hay que son habituales lanzadores de sus jefes y ahora encuentran su oportunidad. Algunos prefieren los finales complicados y con algún repecho, otros apuestan por llegadas más tradicionales y también hay quién le da igual.

“Either”. Esto último lo dice un Ben Swift distendido, dispuesto a trabajar para Froome cuando sea necesario, que no quiere saber nada de favoritismos pese a que la mayoría de sus rivales le tienen por el rival más fuerte. Así lo creen por ejemplo Allan Davis y Elia Viviani. Pero no le tienen miedo. El joven italiano, de hecho, reconoce no saber muy bien cuál puede ser su rendimiento en su primera grande, pero no tiene miedo de hablar con desparpajo sobre “conseguir una, dos, quién sabe si hasta tres etapas… ya veremos!”

Ben Swift, favorito para muchos en la Vuelta

Otro joven sin miedo que debuta en una grande es el campeón francés, Nacer Bouhanni. El ciclista de linaje magrebí no tiene preferencias pero tiene claro para lo que está aquí: “he venido a ganar una etapa”. Y para ello no quiere hablar de favoritos ni de ruedas a seguir, “voy a hacer mi propio sprint y a ver hasta dónde me lleva”.

Más precabido es Raymond Kreder, otro de los debutantes. “Me caí la semana pasada en el Eneco Tour y me hice daño en la muñeca, así que los primeros días voy a trabajar para Koldo y luego cuando avance la carrera espero poder sprintar”. Kreder reconoce que prefiere los sprints más llanos y que para las llegadas que pican para arriba su hermano Michel y el propio Fernández de Larrea son mejores bazas que él.

Un Koldo que llega con tantas ganas como dudas, pues reconoce que le falta ritmo de competición. “Estuve en Valonia y en l’Ain y he hecho puestos entre los diez primeros, pero cuando llevas bastante tiempo como yo sin disputar llegadas. Para que te salga bien un sprint te tiene que salir todo de cara, sin cometer fallos, y eso se consigue a base de muchos días metiéndote ahí”. Eso sí, el alavés sí tiene claras sus preferencias: Viana y Logroño.

También tiene marcado un día concreto Daniele Bennati, que tiene sus miras puestas en el complicado final de Barcelona. “Creo que me viene bien, es un final complicado que puede eliminar a los hombres más rápidos”. La subida al castillo de Montjuïc, que incluye un tremendo kilómetro al 10%, puede incluso eliminarle a él. No es el único que confía en las llegadas más quebradas. Allan Davis, a su disposición uno de los equipos más fuertes en los sprints, cree que tiene ventaja en las “etapas con repechos”, pero no le gusta hablar de ningún día en concreto, pues al final lo que mandan “son las piernas que tengas ese día. Lo mejor es hablar con el equipo en la última hora de carrera y ahí decidir”.

Y no nos olvidamos de la representación colombiana, muy nutrida en esta Vuelta, que también tiene a su llegador. Leonardo Duque también echa de menos más ritmo de competición y algún compañero que pueda echarle una mano, pues el único que podría, Egoitz García, se cayó en la contrarreloj por equipos. “Pero vamos a intentarlo, creo que llego fuerte para luchar con los mejores y a partir de ahí a ver qué pasa”. Pues eso, palabra de sprinters. Ningún dominador, ningún gran treno, pero todos con ganas. A ver qué pasa.