Igor Antón pertenece a una estirpe de corredor que, a medida que pasan los años, cada vez escasea más. El de Galdakao asume los retos amparándose en su habilidad innata para ascender puertos y altos de montaña, y también lo hace pensando en la habilidad encontrada en 2010 en los finales cortos y explosivos como el del muro de Huy. Ello le llevará a presentarse en el Giro -made in Zomegnan- con el objetivo, según él mismo dice, de obtener alguna victoria de etapa. A la Vuelta acudirá con la intención de terminar el trabajo comenzado el pasado septiembre. Un tipo agradable con los objetivos claros. Un corredor que empieza a merecer grandes -aún más- triunfos.

¿Te fue muy difícil hacerte hueco en el profesionalismo? ¿Cuál es tu mejor recuerdo de la etapa previa a debutar en el Tour del Porvenir de 2004?

Tuve la suerte de estar en el sitio adecuado y hacer lo necesario para conseguirlo. El trabajo no fue sencillo en los tres años que estuve como aficionado, pero no solo depende el hecho de andar bien, también hay muchos otros factores que te hacen llegar a ser profesional. El mejor recuerdo que tengo fue una vuelta a los Pirineos, y también cuando participé en el mundial de Verona.

¿Cómo viviste la victoria en la etapa de Calar Alto en la Vuelta 2006? ¿Crees que fue el primer punto de inflexión en tu carrera?

Esa victoria fue un punto de inflexión sin duda alguna. Fue una victoria que no esperaba conseguir tan pronto y en una prueba de tres semanas… me hizo ver mis cualidades físicas y mentales, que no hay que conformarse con hacerlo bien solamente. No se me olvidará nunca lo que sentí ese día, no se paga con dinero esa vivencia.

¿Dudaste en algún momento por la permanencia del equipo? Si el equipo no hubiera continuado dentro del ProTour, ¿te hubieras replanteado algo?
No dudaba para nada, pero sí que me preocupaba en qué lugar quedaría el equipo de cara a las carreras y al calendario que hubiéramos tenido, pero por resultados y trayectoria estábamos esperanzados y sabíamos que lo más probable era estar en el ProTour ¡Y aquí estamos!

Después del nivel demostrado en la Flecha Valona y en otras llegadas “uphill finish” como en Valdepeñas de Jaén en la pasada Vuelta, ¿son este tipo de pruebas un objetivo para la nueva temporada?

No olvido que ante todo soy escalador, pero que en cuanto se presenten finales del estilo o parecidos al de la Flecha lo intentaré a tope, como en la etapa que gané en la Vuelta. He roto otra barrera y también opto por ese tipo de triunfos.

¿Ves en el Giro de Italia una posibilidad real de poder sacarte la espina de lo sucedido en la última edición de la Vuelta a España?¿Cuál es tú opinión general sobre el recorrido de la Corsa Rosa?

El recorrido del Giro me parece salvaje, lo he ojeado un poco y me parece durísimo. No voy al Giro pensando en la general sino en hacerlo bien en determinadas etapas. Buscar una etapa del Giro sería un gran paso en mi carrera. Luego en La Vuelta sí me centraré en la general, pero más que sacarme la espina será acabar con el trabajo que dejé… pero será complicado, a ver cómo sale este año, trabajaré duro para ello.

¿Tienes previsto volver a probar suerte en el Tour a corto plazo? ¿Qué crees que sucedió en las anteriores ediciones para que no estuvieses delante con los mejores?

Sí, tengo ganas de volver y tengo tiempo para ello. En las dos ocasiones que he participado no he conseguido llegar en forma. En el 2007 llegué pasado de forma. Luego, en el 2009 no estaba recuperado de la caida de la Vuelta 2008 ya que había perdido masa muscular, aunque pude acabarlo y conocerlo en su totalidad. Llegar a París me supuso coger experiencia de cara a un futuro.

Da la sensación que en el ciclismo actual cada vez es más difícil encontrar ciclistas que rompan en la alta montaña con grandes ataques. La carrera entre los mejores en la montaña solo suele moverse en los kilómetros finales del último puerto. ¿Están los escaladores puros en peligro de extinción? ¿Te ves como uno de ellos?

Todo está cada vez más igualado y la carrera se controla casi al milímetro. Yo me considero un escalador de la época actual, aunque soy melancólico y me gustan las gestas de aquellos escaladores que atacaban desde muy lejos. El ciclismo evoluciona, existen los pinganillos, etc. Se puede decir que a veces se vuelve todo más monótono y controlado.

El año pasado Euskaltel cerró, posiblemente, el mejor año de su historia. ¿Cuál fue la clave del éxito? Además, la plantilla está llena de juventud, vienen los Sicard, Izaguirre, Castroviejo, Landa,… ¿Hasta dónde puede llegar el proyecto Euskaltel deportivamente?

La clave está en el trabajo con la base y la cantera que tenemos, pero no hay que relajarse y se tiene que seguir trabajando más todavía desde la base. Porque creo que es en este punto donde vendrán los problemas en el ciclismo no sólo estatal sino mundial. Aquí en la Fundación Euskadi se trabaja muy bien este aspecto. Este proyecto puede no tener nunca fecha de caducidad.

*Muchas gracias a Jerome. Sin él nada de esto hubiera sido posible.