Corría ya el mes de octubre y Jean-René Bernaudeau seguía sin encontrar patrocinador. Llevaba el año entero buscando una empresa que asumiese la continuidad de un equipo, de un proyecto con más de 10 años en el pelotón internacional, pero no había dado con ninguno. No era problema de resultados, de los mejores de su historia, con la primera victoria del equipo en el Giro, en la etapa reina por si fuera poco, de Johann Tschopp. O el brillante triunfo de Fédrigo en el Critérium Internacional. Por no hablar del Tour, con el doblete pirenaico de Voeckler y el mismo Fédrigo. O del maillot de la montaña del sorprendente Charteau. Así, algunos de sus mejores ciclistas, como Tschopp, Trofimov, Bonnet o sobretodo, Fédrigo, se habían cansado de esperar y ya habían firmado con otros equipos, pero Bernaudeau, cosa rara en octubre, con la temporada terminando y el mercadillo ciclista en las últimas, seguía pidiendo a sus hombres que esperaran un poco más, que todavía había posibilidades de sacar el equipo adelante. Un exceso.
Pero su tótem, Thomas Voeckler, 10 temporadas (todas las de su carrera profesional) en el equipo, fidelidad a prueba de bombas, es un hombre de excesos. Voeckler ya no podía esperar más. El primer día de octubre había anunciado su compromiso con el equipo Cofidis. Los hechos se desencadenaron rápidamente, pero no como lo previsto, un rosario de ciclistas franceses colocándose en los pocos sillines vacíos que quedaban disponibles en otros equipos por aquellas fechas, no. Bernaudeau respondió, tenía patrocinador, francés y solvente. La empresa de coches de alquiler Europcar estaba dispuesta a apostar, pero querían a Voeckler en el equipo.
Titi, amateur con el Vendée U desde 1999. Titi, héroe neoprofesional en el Giro de 2001, único superviviente del entonces Bonjour en la Corsa Rosa. Titi, campeón Nacional, maillot tricouleur en 2004 con Brioches La Boulangère. Maratoniana fuga camino de la preciosa catedral de Chartres en el Tour de ese mismo año, maillot amarillo durante 10 días, defensa heroica en los Pirineos incluida. Titi, madurez deportiva en el Bouygues Telecom, versión clasicómana, cazarecompensas, olfato afinado, victorias de etapa en el Tour, triunfos de primer nivel en Plouay o Montréal. Titi, vida deportiva paralela a la del proyecto Bernaudeau en todas sus etapas, no iba a dejarle ahora en la estacada. Europcar, el equipo de la región de Vendée, el equipo de Thomas Voeckler, estará en su casa para tomar la salida del Tour 2011.
Piezas clave
Más allá del carisma, el oportunismo y el liderazgo indiscutibles de Voeckler, Europcar tendrá otras bazas para conseguir resultados en sus intereses, básicamente el calendario francés y el Tour. Charteau, y los todavía-jóvenes-pero-ya-en-edad-de-madurar Pierre Rolland y Cyril Gautier, serán los lugartenientes. Estos dos últimos, ciclistas combativos y con talento para la media e incluso alta montaña, son quienes deben dar el paso adelante necesario para cubrir marchas dolorosas como las de Fédrigo o Tschopp.
La posible explosión de… Cyril Gautier.
Tras dos años completos ya en el equipo y un (buen) Tour a sus espaldas, ha llegado el momento de que Gautier, amateur brillante y con una progresión sólida hasta el momento, dé el paso adelante y se convierta en una referencia del pelotón francés. Esto implica brillar en la primera parte del calendario galo y hacerlo luego en el Tour. Su victoria en la Route Adélie (una de las más prestigiosas pruebas de la Copa de Francia) y sus fugas en las montañas de la Paris-Niza, la Dauphiné y del Tour fueron indicativas de su talento y sirvieron para cumplir con buena nota en 2010, pero este año se le exigirá algo más. Y lo puede dar, su combatividad y su talento para la media montaña están ahí, atentos a Gautier.
¿Hasta dónde puede llegar Europcar?
La tardía llegada del nuevo sponsor condicionó mucho la confección de la plantilla, así que los pocos fichajes realizados no tienen gran relumbrón. La vuelta del menor de los Chavanel quizá sea el movimiento más destacado para reforzar la línea de sprinters debilitada por la marcha de Bonnet. También vuelve el combativo Christophe Kern, que sin duda casa con la filosofía del equipo, aunque es complicado que aporte victorias. Suben del filial los neos Kevin Réza, Tony Hurel y Jérôme Cousin, este último, buen rodador, el que viene con mejor referencias de la categoría sub23. Cierra el capítulo de llegadas el quebequés David Veilleux, otro rodador todavía joven que habrá que ver como progresa en su primera experiencia europea.
Así, con una plantilla más bien justita, pero con juventud, combatividad y la ilusión por la vida del muerto redivivo, la temporada de Europcar será un éxito si consigue una buena cuota de protagonismo en el Tour y en las principales carreras francesas, además de obtener algunos triunfos en la Copa de Francia y demás carreras galas de nivel continental.