Si algo está caracterizando al ciclo de Vaughters como mánager de Spilstream es la continua sucesión de nombres que emergen en el seno del equipo marcados por unas mismas cualidades, sus aptitudes para las vueltas por etapas. Los David Zabriskie, Christian VandeVelde, Daniel Martin o Tom Danielson vieron como Ryder Hesjedal se convirtió en el cúlmine de estos corredores al lograr la victoria en el pasado Giro de Italia, el primer triunfo en una gran vuelta para el equipo después de seis años en el pelotón profesional.
En la presente temporada estamos viendo poco a poco la evolución de otro hombre que completa la saga de este perfil de ciclistas. Andrew Talansky (Miami, 1988) ha logrado reunir méritos propios para dar el salto junto a los anteriormente citados en la presente temporada. La joven promesa americana de ha ido desmarcando del perfil de croner que le ha caracterizado en sus primeros años como profesional para lograr, cada vez más, asentarse también en la montaña.
Durante su etapa amateur dejó muestras de su potencial fogueándose en el viejo continente. El camino comenzó en la Ronde l´Isard donde consiguió un meritorio tercer puesto tras Yannick Eijssen y Nicolás Capdepuy. El Giro della Valle d’Aosta, una de las carreras más duras de Europa, prosiguió su escala de buenos resultados con un décimo puesto final antes de afrontar una de las citas de la temporada, el Tour del Porvenir. Regularidad como máxima expresión. Destacó los segundos puestos en la estación de Risoul o el tercero en el Col du Béal que le llevaron al segundo puesto final en una clasificación general que dominó Nairo Quintana después de dos grandes actuaciones en Risoul.
En 2011 pasó a profesionales con Garmin-Cervélo. En el Tour del Mediterráneo, primera prueba como pro, finalizó cuarto a sólo cuatro segundos de la última plaza del podio que marcó Wout Poels. Las contrarrelojs fueron las grandes protagonistas en la primera mitad de temporada. Séptimo en Aix-en-Provence, en la París-Niza, quinto en Porto Vecchio, en Critérium Internacional, mismo puesto en que la CRI de Zalla de la Vuelta al País Vasco. Hasta que llegó el Tour de Romandía, su carrera fetiche hasta el día de ayer. En la prueba del World Tour consiguió clasificar en un noveno puesto final tras realizar otra buena cronometrada en Signal-de-Bougy. Después de una cargada temporada debutó en la Vuelta a España sin otro objetivo que la experiencia, acabando defendiendo los colores nacionales en los Mundiales de Dinamarca en Kobenhavn.
Su segunda temporada en la élite ha demostrado otro paso en su evolución. Comenzó la temporada con un octavo puesto en el Algarve sin que después pudiera conseguir algún resultado destacado hasta la llegada de su prueba fetiche. El Tour de Romandía volvió a ver lo mejor del americano. El segundo puesto en la crono de Crans Montana sólo superado por un puñado de centésimas por Bradley Wiggins le llevó al también segundo puesto en la clasificación general. Después llegó el regreso a casa para disputar el Tour de California. Tras un obligado parón en Junio, regresó a la competición en el Tour de Polonia. Objetivo, conseguir ritmo de cara al último tercio de temporada. De camino a la Vuelta a España llegó su momento. El Tour de l´Ain vio ayer como se adjudicada la clasificación general, la primera en su palmarés, después de haber conquistado también su primer triunfo parcial en la cima de Septmoncel.
Triunfo de postín para un joven que apunta alto. En apenas una semana vivirá en Pamplona su segunda Vuelta a España. La meta no es otra que seguir creciendo como ciclista. Con libertad de movimientos en un equipo sin un líder claro, Talansky buscará ser protagonista en un recorrido que exigirá comprobar el crecimiento de su rendimiento en montaña. Sin presión, puede ser una de las sorpresas en la ronda española por excelencia.
En un futuro serà un gran contrarrelojista, viendo lo bien que llega estoy seguro que despegarà en esta Vuelta a España.