Es indiscutible. En lo que a carreras de un día se refiere, el mejor ciclista del año es Tom Boonen. No podría ser de otra manera si llevas 10 victorias, y la mitad de éstas son el E3 Prijs Vlaanderen Harelbeke, Gante-Wevelgem, De Ronde van Vlaanderen, Paris-Roubaix y el nacional belga en ruta, conseguidas además estas tres con unas demostraciones notables de autoridad. Tommeke ha vuelto por sus fueros, y tras dos años muy complicados (2010 por Fabian Cancellara, y 2011 por él mismo) vuelve a ser el que fue desde 2005 a 2009; el mejor clasicómano del Mundo.
Boonen no es un sprinter. Él no ha querido ser considerado como tal, y aunque haya aprovechado su burresca punta de velocidad para sumar incontables victorias, también se ha esforzado por ganar seleccionando carreras y dominándolas tácticamente. Así ha sido, como hemos comentado más arriba y sin ir más lejos, sus dos grandes victorias este año, los Monumentos de piedras. Buscará seleccionar, y lo hará con un Philippe Gilbert que seguramente trabaje para el de Mol. Harán Box Hill duro… y que no extrañe que busquen en Fabian Cancellara a un aliado.
Sin embargo, hay que ser cautos con el estado del belga. Una caída en la primera etapa del Tour de Polonia, caída que también sufrió su compañero Niki Tersptra, le obligó a abandonar la carrera polaca. Acudió al Tour de Wallonie para ver su estado -también junto con su compañero neerlandés-, su recuperación, y no quedó nada convencido a pesar de terminar con buena sensaciones algunas de las etapas. ¿Cómo está el líder belga? ¿Podrá afrontar con garantías una carrera en la que, seguramente, a 70 de meta se vaya ya rápido? No lo sabemos (a pesar de encontrarse con buenas piernas, como decimos, ha comentado que cuando se pone de pie le molesta la costilla fisurada), pero solo su 2012 merece, cuanto menos, que le coloquemos donde se merece; es un favorito claro a la carrera del sábado.
Por el bien del ciclismo esperemos que sus últimas sensaciones vayan mejorando. Junto con el mencionado Cancellara o Vincenzo Nibali, es la gran esperanza del aficionado para romper la carrera y complicar el trabajo y la organización a la selección británica. Necesita una carrera dura, seleccionada, donde a Peter Sagan le cueste caro no tener compañeros y a Cavendish le cueste caro no ser un clasicómano. No sabemos si lo conseguirá, pero seguro que lo intenta.
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