Es probable que el Tour de Francia 2012 pase más a la historia por las conclusiones que se pueden extraer de él antes que por el espectáculo visto en carrera. Una de ellas y sobre la que se va a centrar este artículo es el claro cambio generacional que ha tenido lugar con el paso de los días. Son muchos los ciclistas que han visto como su último tren para poder conquistar la ronda gala ha pasado, dejando paso a otros ciclistas que han progresado de tal manera que ya empiezan a sonar como posibles favoritos de cara a la temporada que viene. Son dos los nombres que deja este Tour y que serán favoritos a partir del próximo año, Tejay Van Garderen, del BMC y Thibaut Pinot, de la FDJ.
El primero de ellos, el norteamericano, ha firmado un Tour soberbio en lo particular; no así en lo global pues su labor como gregario del ciclista que en principio partía como líder del equipo, Cadel Evans, ha sido deficiente. Pese a que ha finalizado quinto en la clasificación general y ha ido claramente de menos a más, dejando muy buenas sensaciones tanto en la alta montaña como en la contrarreloj, es imposible obviar su mala actuación como gregario en La Croix de Fer o en el famoso incidente de los pinchazos en el descenso del Col de Lers. Pese a esto, el margen de mejora es todavía amplio y lo visto en este Tour hace ser muy optimista de cara a verle pelear por algo más que un buen puesto en futuras ediciones.
Sobre Thibaut Pinot, su actuación en este Tour de Francia ha rozado la perfección. Consiguió una victoria de etapa de una manera brillante en el final en Porrentruy ante la algarabía de Madiot y ha estado constantemente con los mejores en la alta montaña, llegando a ser en algunas ocasiones el primero en atacar cuando la carrera ya estaba lo suficientemente seleccionada. Finalmente ha sido décimo en su primera participación pese a que en un primer momento no iba a venir al Tour. Lo visto en estas tres semanas debe ser motivo de celebración para los franceses, que llevan años buscando el relevo de Hinault.
Unos llegan y otros se marchan. Este Tour ha servido como comentamos al principio del artículo para darnos cuenta de que hay un buen número de ciclistas que ya han perdido su gran oportunidad de llevarse el Tour de Francia. El caso más importante parece el de Denis Menchov, que ha visto como se le ha escapado una gran oportunidad de hacer un buen papel en un recorrido hecho específicamente para él, con mucha contrarreloj y no especialmente duro. Parece difícil pensar que vuelva a verse en una situación tan favorable a lo que hay que sumar el hándicap de la edad, por lo que Menchov tendrá muy difícil aspirar a la victoria en los años venideros.
Casos más claros que el del navarruso son los protagonizados por Andreas Kloden y Levi Leipheimer. Tanto el alemán como el americano han firmado un Tour muy discreto sin poder aguantar en ningún momento el ritmo de los mejores. Ni en las fugas tuvieron capacidad de conseguir un buen resultado ante ciclistas que en teoría no contaban con las prestaciones de los grandes favoritos. De igual manera que en el caso de Menchov, este recorrido también era una situación propicia para que estos dos veteranos pudieran brillar pero no ha sido así, por lo que a partir de ahora deberán buscar otros objetivos más acordes a sus capacidades.
En cualquier caso, volviendo a Pinot y a Van Garderen, su gran actuación en este Tour debe venir respaldada de más buenos resultados y debe tener continuidad. Por cualidades y por forma, parece que ahora mismo han superado a un grupo de ciclistas un poco más mayores que ellos y que en su día llegaron a estar en la posición en la que ahora se encuentran estos dos ciclistas. Dentro de ese grupo encontramos a gente como Kreuziger, Gesink o Thomas Dekker, que por distintas razones se han estancado en su progresión. Veremos con el paso del tiempo a qué grupo se unen Van Garderen y Pinot.
Me parece que se tiende a olvidar la figura de Rolland. El año pasado ganó el maillot blanco siendo 10º y este año, por lo que parece -ya sabéis que me he perdido el Tour enterito-, ha continuado creciendo. Es más, no sé qué me da que a la sombra de los focos que a partir de ahora acaparará Pinot crecerá muchísimo más de lo esperado en los próximos años.
Hombre, a Rolland yo lo considero un descubrimiento del año pasado, yo me refería a los que han explotado esta temporada, que son claramente los dos que pongo en el artículo.
Hombre, pretender, antes de empezar, colocar a Menchov o los Kloden, Levy y demás como aspirantes a ganar es mucho aspirar, los mejores años de todos ellos han pasando hace bastante tiempo, milagros pocos.
Van Garderen tiene buena pinta, Pinot también, pero creo que la gran confirmación es Froome, lo de la Vuelta podría haber sido casualidad o falta de nivel en los rivales, no hay más que ver el nivel de Cobo en este Tour, pero este Tour le ha consagrado y si no pasa nada y viendo los adelantos de cómo va a ser el próximo Tour (mucha montaña, poca crono individual y CRE) creo que es el único rival de Andy y Contador.
A lo mejor en el caso de Kloden no tanto, pero en muchos sitios sí que se pensaba que Menchov y Leipheimer podían hacer algo en este Tour con tantos kilómetros de contrarreloj.
Coincido contigo en lo de Froome, aunque para el próximo Tour sería una locura descartar a Wiggins tras ver lo que ha hecho este año, que por mucho que Froome haya demostrado estar mejor que él, lo que ha conseguido y cómo lo ha conseguido tiene mucho mérito.