Los clásicos alpinos no suelen fallar. Una etapa corta pero con un encadenado casi perfecto con dos colosos de toda la vida como la Madeleine y la Croix de Fer más el final en la eterna ascensión a La Toussuire deparó una de las mejores jornadas que ha dado el Tour en los últimos años. Fue una gran etapa por lo mucho que vimos, y todo lo que intuimos. Y fue así porque los ciclistas, muchos obligados por el enorme retraso que acumulan en la general entre caídas, contrarrelojes y etapas de media montaña, se la jugaron desde salida. Es la grandeza del recorrido que este año ha dispuesto ASO. El escuadrón Sky volvió a demostrar su tremenda fortaleza en sus lineas de defensa, pero también mostró vulnerabilidad en su núcleo, esa bicefalia asimétrica que ya muestra sus primeras fisuras, un culebrón a punto de estallar. De momento, mantienen la situación bajo control, pero la duda sobre la unidad habrá que resolverla en los Pirineos. Algunos como Van den Broeck ya han dicho que ven a Wiggins vulnerable.
El dato
No hubo tregua en todo el día. Velocidad de vértigo en toda la etapa, pelotones y grupos de escapados reducidos a añicos, el grupetto entrando casi fuera de control. Sin embargo, la etapa terminó mucho más tarde de lo previsto, Pierre Rolland alcanzó la meta en La Toussuire a eso de las seis de la tarde, media hora más tarde del peor horario previsto por la organización. El brillante escalador francés cubrió el recorrido a una media de 31 kilómetros por hora cuando la peor media prevista era de 33 por hora. No es de extrañar pues, que corredores como @JimmyEngoulvent o @JérémyRoy se preguntasen con qué criterio fija la organización del Tour estos horarios.
La fuga
Comentaba el periodista Daniel Friebe (@friebos) antes de iniciarse la etapa que Jean-René Bernaudeau le había comentado que Pierre Rolland descolgaría a todo el mundo en los Alpes. Seguramente el director de Europcar ya tenía en la cabeza el ataque colectivo en beneficio de Pierrot junto a un tremendo Christophe Kern, que a base de chepazos iba ganando tiempo a los Sky en la Croix de Fer mientras descolgaba ilustres de la talla de Basso, Scarponi, Valverde o Leipheimer. La resolución de la fuga en las rampas de La Toussuire fue magnífica, con Rolland recuperándose de una caída e insistiendo varias veces para finalmente poder descolgar a estajanovistas de la bici como Kiserlovski o Kiryienka. Sí, Bernaudeau es un visionario.
La imagen
Aquí debería ir una foto del espectacular ataque de Cadel Evans a más de 60 kilómetros para la meta, pero hemos encontrado ninguna que retrate el momento. El australiano volvió a demostrar una vez más porque es un Campeón, a demostrar porque es de esa estirpe de ciclistas que no se arrugan si tienen que tomar la iniciativa, pero se encontró con unas piernas peores de lo deseado y un Sky implacable. Al final entró en meta con esta carita, cediendo un minuto y medio y la plaza de podio, algo que no hará otra cosa que obligarle a volver a la carga en los Pirineos. Tampoco ha dicho su última palabra.
El tweet
¡¿Tenemos Twitter-bronca!? A falta de declaraciones polémicas de la dupla Wiggins-Froome, escudándose en radios estropeadas y pinganillos inservibles, sus mujeres nos entretuvieron. Ahí va la serie de tweets justo al finalizar la etapa de la novia del segundo, @michellecound.
“Muy decepcionada”
“No hay muchas parejas de ciclistas que sepan tanto de ciclismo como yo, sé lo que pasó… si quieres lealtad, una cualidad que valoro, coge al perro Froome, aunque sea usada en beneficio de otros”.
Por su parte una hiperactiva @cathwiggins1981 destacaba el altruismo de Rogers y Porte, olvidándose, vaya por dios, de quién había esperado a su jefe tras demostrar que andaba más que él. Un tweet al que @michellecound contestó con cierta perspicacia.
Y ya en frío, por si a alguien no le había quedado claro, dejaba el remate:
“¿Alguien mas vio la estrategia rope-a-dope hoy o realmente fue convicente? Para aclarar, una estrategia en la cual una parte se coloca deliberadamente en una posición perdedora”.
Faltaba un culebrón en este Tour y ya lo tenemos, con guión anglosajón y actores de acento british. ¿Volverá a liarla Wiggins ante la prensa ante las preguntas sobre el tema? ¿Será capaz Froome de renunciar a atacar un Tour que parece tener en sus piernas? ¿Y que dirán sus novias? ¿Y sus compañeros? Continuará…
Felicidades Jordi, un análisis buenísimo. Como siempre las mujeres tienen la clave
AL ROJO VIVO / UNDÉCIMA ETAPA DEL TOUR
A primera vista, aparte de la victoria de etapa bien trabajada por el joven ciclista francés Pierre Rolland, un atleta del pedal con ímpetu y férrea voluntad, nos llamó poderosamente la atención el desfallecimiento momentáneo soportado por el australiano Cadel Evans, vencedor del Tour del pasado año, y, asimismo, el empuje de que hizo gala el británico Christopher Froome, que debió auxiliar a su compañero de equipo, el líder Bradley Wiggins, que afrontó una fase de debilidad, en el curso de la subida que conducía a La Toussuire, en la parte decisiva final de la undécima etapa. Cabe recalcar igualmente el hundimiento del ruso Denis Menchov, que estaba colocado en una buena posición en los puestos de honor con opciones también, aunque remotas, al triunfo absoluto en este Tour de emociones.
Aprovecho la oportunidad que se me brinda en estas páginas para congratularme con Jordi en torno a sus certeros escritos que nos expone a diario. ¡Adelante con su desenvuelta pluma!