1. Un liderazgo incontestable. Bradley Wiggins domina el Tour de Francia a placer. El británico, incuestionable en la lucha contra el crono, solventó los percances de las primeras etapas para encabezar junto a Chris Froome la exhibición de su equipo en el primer final en alto, La Planche des Belles Filles. Después del golpe de autoridad demostrado en Besançon clarifica tanto la general así como despeja el camino de la táctica rival. Una cosa queda clara, el Tour se ha convertido en un todos contra Wiggins –y Froome-.

2. ¿Compañero o rival? Eso mismo nos preguntábamos al comienzo de Tour. ¿Podría suceder el mismo desenlace que la pasada Vuelta a España? Pese a compartir equipo, Chris Froome puede ser más que un compañero un rival. Un escalón por debajo en la contrarreloj, superior en la montaña. La situación actual de la clasificación general invita al resto de equipos a adoptar una táctica ofensiva lo cual favorece a Froome. En cualquier momento de flaqueza de Wiggins él puede sumar un nuevo rol. Improbable pero no imposible. De no defender los mismos colores que Wiggins Froome estaría luchando –con muchas opciones- por la clasificación general.

El tiempo nos dirá el verdadero rol de Chris Froome / Foto © Bettini Photo

3. Crónica de un dominio anunciado. Encabezado por el dúo formando por Wiggins y Froome el Team Sky tiraniza la carrera. El curso del Tour lleva el mismo patrón que la pasada Dauphiné. Superiores en el crono, tiranos en la montaña. La formación británica reventó la ascensión a La Planche des Belles Filles despejando cualquier tipo de duda en base a su rendimiento.

4. Diferencias que invitan a la ofensiva. Los márgenes creados tras algo más de una semana de competición y con toda la montaña por delante hacen de la ofensiva la táctica a seguir por la mayoría de equipos. Como declaraba Tejay Van Garderen al finalizar la etapa “la clave reside en aislar al Sky”. Con un recorrido con más dureza en los puertos de paso que en los que hacen meta tenemos la oportunidad de vivir un gran espectáculo.

5. Un defensor de título herido. Tras la crono Cadel Evans sale mal parado. El aussie se encuentra a casi dos minutos de Wiggins antes de afrontar los bloques montañosos de los Alpes y Pirineos. Está obligado a moverse, cuesta arriba o…cuesta abajo. Los descensos parecen a día de hoy el principal escoyo para el ciclista del Team Sky y como ya vimos en el Dauphiné no le temblará el cuerpo para lanzarse en los descensos. Una posible alianza con Vincenzo Nibali puede resultar clave.

6. El papel del RadioShack-Nissan. Cambio de cara del equipo de Bruyneel quienes a pesar de no contar con su mejor hombre en carrera –Andy Schleck- son uno de los grandes protagonistas. La victoria inicial de Fabian Cancellara y sus siete días de amarillo así como la notable clasificación de cinco de sus hombres –Zubeldia, Monfort, Gallopin, Klöden, Frank Schleck- están situados entre los veinte primeros de la clasificación general invita al optimismo. Son, a día de hoy, el equipo que puede poner en jaque la superioridad del Team Sky. Muchos nombres, muchas variable, un único objetivo.

7. Las caídas se ceban con los favoritos. Garmin-Sharp, Rabobank, Movistar Team y Euskaltel-Euskadi han sido los grandes perjudicados tras una primera semana de montoneras y caídas. Corredores con peso en la carrera como Ryder Hesjedal, Samuel Sánchez o Tom Danielson han dicho adiós mientras que otros como Robert Gesink, Bauke Mollema, Daniel Martin o Alejandro Valverde se despidieron de toda opción mientras que otros muchos cedieron un tiempo valioso camino de Metz. ¿Es necesario cambiar el signo de la primera semana del Tour para tratar de disminuir las caídas?

8. Jóvenes: talento y desparpajo. Los jóvenes, grandes protagonistas del primer tercio. Las tres victorias de Peter Sagan, el triunfo de prestigio de Thibaut Pinot o el rendimiento ofrecido por Rein Taarame, Edvald Boasson Hagen, Tony Gallopin o Tejay Van Garderen son muestra de la calidad y el talento de una generación que asombra en la Grand Bouclé.

Sagan ha deslumbrado en su primera participación / Foto © AFP

9. Sprints deslucidos. Ya sea por las caídas o directamente por la lucha desigual entre unos y otros los sprints ofrecidos hasta ahora no han vivido el esplendor de otras ediciones. Solamente la victoria de Mark Cavendish en Tournai se sale de lo visto en el resto de volatas. Tan el británico –en las ocasiones que ha podido disputar- como André Greipel –vencedor de dos etapas- se muestran claramente superiores al resto de velocistas. Solamente Peter Sagan logró romper las victorias del dúo de ex compañeros –en una jornada sin Cavendish y con un Greipel que sprintó tras dos duras caídas-.

10. El infortunio español. A la sumada ausencia de Alberto Contador cual resta considerablemente el potencial del ciclismo español, las caídas se han cebado con los nuestros. De los veintiún españoles que comenzaron ocho ya se han ido para casa. Bajas notables. José Joaquín Rojas, Óscar Freire, Samuel Sánchez, Mikel Astarloza o Amet Txurruka se vieron obligados al abandono tras besar el suelo. Otros como Alejandro Valverde, Juanjo Cobo, Rubén Plaza o Luis León Sánchez continúan en carrera no sin problemas.