André Greipel (Lotto-Belisol) se ha adjudicado la victoria en la 4ª etapa del Tour de Francia ’12. El teutón tardó 5 horas, 18 minutos y 32 segundos en recorrer los 214 kilómetros que separan las ciudades de Abbeville y Ruan. Greipel comandó el reducido grupo de corredores que superó una caída masiva a menos de 3 kilómetros de final. Segundo fue Alessandro Petacchi (Lampre-ISD) y tercero Tom Veelers (Argos-Shimano), sin que tuvieran posibilidad alguna de tan siquiera enseñarle la rueda a Hulk.
Desmontando el tópico de que es difícil cazar la fuga en una gran vuelta, Yukiya Arashiro (Team Europcar) saltaba del pelotón en cuanto se escuchaba el clásico “Messieurs les coureurs, le départ est donée”. Antes de que la distancia fuese definitiva (todo lo definitiva que puede ser para una escapada en una etapa llana de 214 kilómetros), se sumaban a su aventura Anthony Delaplace (Saur-Sojasun) y David Moncoutie (Cofidis). Dos franceses y un japonés. Se equivocaron. Hoy no era día para la fuga. Pero no por la fecha, sino por el lugar. La etapa de hoy llevaba a Ruan. Estaba marcada para el sprint. Para el segundo capítulo del duelo Cavendish-Greipel. Marcada por la historia. Desde hace siglos.
Ruan es una ciudad de unos 110.000 habitantes en el noreste francés. Fundada por los romanos a la orilla del Sena. Una de las ciudades más grandes e importantes de la Galia. Alcanzó su punto álgido en el Siglo III después de Cristo, con catedral, anfiteatro y varias termas decorando el margen derecho del río. Poco después se produjo la primera Invasión Germana. Unos 1200 años más tarde, Enrique V la incorporaría a la corona inglesa. En 1870 volvió a ser ocupada por los Prusianos. Y la Alemania de Hitler la anexionó a su territorio en 1940, pasando a manos franceses de manera definitiva en 1944.
A falta de poco menos de 3 kilómetros, ya dentro de la zona de protección, algo ocurrió en el pelotón. Montonera. Cuando el sprint está cada vez más cerca y los cascos se pegan al manillar, los ojos dejan de ver. Riesgo. Nervios. Tensión. Todo eso a 60 kilómetros por hora se vuelve una bomba. Como las que los alemanes dejaban caer allí hace 70 años. Una bomba. Devastó el pelotón. Sólo unos pocos salieron airosos. Entre ellos estaba Greipel, dispuesto a volver a “invadir” Ruan. No así Mark Cavendish. El chico de Man había tropezado con la mala suerte, casi por primera vez en su carrera deportiva. Cuando no tienes un equipo que te proteja, pasan estas cosas. Sieberg, Roelandts y Henderson arroparon a su líder de manera ejemplar. Lo catapultaron hacia su segundo triunfo en la carrera más importante del año, tras el conseguido en 2011 en Carmaux, en la otra punta de Francia.
Greipel y Cavendish, Hulk y Merluzas, son los dos mejores sprinters del mundo. Si uno no está, el otro es el claro favorito a la victoria. Más aún en un lugar como Ruan. Ni italianos ni holandeses pintaban nada allí. Tampoco Eslovaquia, un país demasiado joven aún como para estas lides. Ni Petacchi ni Veelers pudieron acercarse a Greipel, y Sagan debió conformarse con ser quinto. Un resultado un tanto “pobre”, pero que le sirve para ser más vert aún.
En la general no hay cambios significativos. Por eso el suizo Fabian Cancellara (RadioShack-Nissan), neutral como siempre, mantiene el maillot amarillo. Tampoco se espera que los haya mañana. Etapa absolutamente llana de 196 kilómetros que saldrá de “La Ciudad de los Cien Campanarios”, como el escritor Victor Hugo bautizó a Ruan, y finalizará en San Quintín. Si hoy tocaba un duelo por todo lo alto entre Cavendish y Greipel, mañana… Mañana es el día de Óscar Freire.
Clasificación de la Etapa:
.1 André GREIPEL — Lotto-Belisol — 5 horas 18 minutos 32 segundos
.2 Alessandro PETACCHI — Lampre-ISD — m.t.
.3 Tom VEELERS — Argos-Shimano — m.t.
.4 Matthew Harley GOSS — Orica-GreenEDGE — m.t.
.5 Peter SAGAN — Liquigas-Cannondale — m.t.
.6 Jonathan CANTWELL — SaxoBank-TinkoffBank — m.t.
.7 Daryl IMPEY — Orica-GreenEDGE — m.t.
.8 Kris BOECKMANS — Vacansoleil-VCD — m.t.
.9 Edvald BOASSON HAGEN — Team Sky — m.t.
10 Ruben PÉREZ — Euskaltel-Euskadi — m.t.
Clasificación General:
.1 Fabian CANCELLARA — RadioShack-Nissan — 20 horas 04 minutos 02 segundos
.2 Bradley WIGGINS — Team Sky — +7″
.3 Sylvain CHAVANEL — OmegaPharma-QuickStep — +7″
.4 Tejay VAN GARDEREN — BMC Racing Team — +10″
.5 Edvald BOASSON HAGEN — Team Sky — +11″
.6 Denis MENCHOV — Team Katusha — +13″
.7 Cadel EVANS — BMC Racing Team — +17″
.8 Vincenzo NIBALI — Liquigas-Cannondale — +18″
.9 Ryder HESJEDAL — Garmin-Sharp — +18″
10 Andreas KLÖDEN — RadioShack-Nissan — +19″
DESCONCIERTO FINAL / CUARTA ETAPA TOUR
La historia se repitió en el transcurso de la cuarta etapa del Tour, que concluyó en la ciudad de Rouen, situada en la zona del noroeste de Francia. Tal como estaba el recorrido sin apenas obstáculos, casi una planicie, los corredores no se sentían con ánimos para romper moldes al objeto de dar emoción a la carrera. Se pudo contemplar una fuga de tres animosos ciclistas en los albores de la etapa con la convicción de que serían alcanzados según el dictado impuesto por los grandes equipos. Una escapada integrada por el japonés Arashiro, toda una novedad, acompañado por los franceses Moncoutie y Delaplace, espoleados en su tierra. A una decena de kilómetros de la meta, se pudo contemplar como el gran pelotón tomaba las riendas de la contienda, preparando un final de etapa de vértigo como así fue. Los velocistas volvieron a las andadas, aunque afrontando mil riesgos tal como le sucedió al británico Mark Cavendish, involucrado en una tumultuosa caída, a apenas 2,6 kilómetros de la meta de llegada. El germano André Greipel, de sobras conocido en esas lides, aprovechó el desconcierto general para imponerse sobre el italiano Petacchi y el holandés Veelers, un desconocido en esta modalidad. Esto fue todo. Cancellara conservó un día más su liderato.
Hola, Gerardo. Muchas por comentar… y por hacerlo tan bien. Se nota la veteranía. En todo caso, me gustaría indicarte que los comentarios son para comentar, no para alternar. Es decir, estaría bien que con los comentarios dieras tu punto de vista o un valor añadido a la etapa… más que simplemente alternar con otra -sub- crónica. Muy buena, descriptiva y fenomenal, pero que solapa lo que arriba escribimos. Un abrazo.