Como en cualquier deporte o faceta de la vida la veteranía es un grado. Los años te dan ese consciencia, esa forma de entender la carrera y una cierta tranquilidad hacía uno mismo que en una prueba de tres semanas pueden resultar vitales. La edad importa, pero a diferencia con otros deportes donde la maduración llega mucho antes la vida deportiva en el ciclismo se puede alagar sin que ello signifique una gran pérdida de competitividad.
Andreas Klöden, Chris Horner y Levi Leipheimer lo saben bien. Los tres pasan holgadamente la treintena. El caso del americano del RadioShack-Nissan va más allá. Cumplirá 41 años el próximo Octubre. Klöden llegará con 37 y Leipheimer con 38. El trío acumula 23 participaciones en el Tour de Francia con una suerte dispar. Mientras el teutón finalizó segundo en sendas ocasiones, Leipheimer “sólo” ha podido ser tercero en una ocasión en la que ha acumulado más fracasos que éxitos. Peor parado queda Horner. Fuera de las vueltas de una semana su rendimiento baja con creces. El noveno puesto en 2010 es el mejor resultado de siempre.
Los tres veteranos acumulan más parecidos que diferencias. Edad, un camino difícil para llegar al Tour y un objetivo que se presenta como casi una última oportunidad para tres ciclistas que la temporada pasada compartieron equipo. Leipheimer puso destino al Omega Pharma-Quick Step para liderar al equipo de Patrick Lefevere en el Tour de Francia mientras que Klöden y Horner se quedaban a bajo las órdenes de Johann Bruyneel en la fusión entre RadioShack y Leopard-Trek. Búsqueda de libertad contra una más que evidente y dura rivalidad.
Rivalidad y enemistad. Guerra abierta y declarada entre Klöden y Horner. Declaraciones que dan lugar a un distanciamiento y separación total entre ambos. Una rivalidad que se puede acrecentar tras la ausencia de Andy Schleck y la renuncia de Fränk Schleck a tomar las riendas del liderato tras llevar una cargada temporada. La no convocatoria de Jakob Fuglsang da más poder para los dos. Al igual que Leipheimer tendrán vía libre para luchar por sus opciones de disputar la general de la Grande Bouclé.
Pero el camino hasta el Tour no ha sido fácil para nadie. Horner regresó a la competición en la Tirreno-Adriático después de un periodo de inactividad que databa del Tour anterior. Una caída en la que llegó a perder el conocimiento tuvo culpa de ello. Su vuelta fue destacada. Lideró la carrera entre dos mares hasta la última CRI en San Benedetto del Tronto donde cedió el primer puesto ante el empuje de Vicenzo Nibali. País Vasco –noveno- y un descafeinado tríptico de las Ardenas fueron las siguientes. Después de un parón, California fue el inicio del camino al Tour. Inicio y final. Después de no poder retener el título se ausentó del Tour de Suiza por unos problemas de espalda. Fuera de la primera criba para formar el nueve final del RadioShack-Nissan, la baja de Andy le abrió definitivamente las puertas para estar en la salida de Lieja después de más de un mes sin competir. El interrogante sobre su rendimiento queda más que patente.
Problemas similares atravesó Leipheimer en este 2012. Tras comenzar ganando el Tour de San Luis por delante de Alberto Contador, la llegada a Niza en la séptima etapa de la prueba gala acabó con toda opción tras una serie de inoportunas caídas cuando marchaba tercero a solamente diez segundos de Bradley Wiggins. Después de pasar por la Volta a Catalunya sin excesiva fortuna llegó el momento crítico. Sufrió un atropello en los días previos que le alejó de la competición. Tras un parón regresó en California con un sexto puesto final. Suiza comprobó que su rendimiento sigue una escala ascendente. Tercero tras Rui Costa y Fränk Schleck fallando en su disciplina estrella, la contrarreloj. Llegará en plenas condiciones a un Tour donde se presenta la última oportunidad con una general muy abierta ante la falta de Contador y Andy Schleck.
Klöden simplemente no se ha encontrado en 2012. Abandono en País Vasco, Castilla y León y Luxemburgo. Perdido en la general en Suiza con un decimoctavo puesto en Niza como su mejor resultado de la temporada después de pasar por Algarve y Romandia. Todos conocemos como se las gasta el ciclista alemán. Capaz de aparecer y disputar la general sin haber cosechado grandes resultados. Sabedor de la oportunidad que se le presenta el bagaje mostrado en otras ediciones cuenta de su parte en un equipo donde el ambiente no es el más idóneo para convivir durante algo más de tres semanas.
Para el trío, cada uno a su manera, se presenta una última oportunidad. Por edad, por su rol en el equipo, por el trazado de la prueba y por las ausencia. Nadie volverá a tener una ocasión como esta. Un último esfuerzo para tres veteranos que quieren hacer máxima “más sabe el diablo por viejo
Kloden tiene contrato ya el año que viene, convendría olvidarse de él esta temporada.