De vez en cuando el ciclismo nos deja buenas noticias, de esas que uno se alegra de escuchar y ayer fue uno de esos días cuando nos enteramos que Cofidis había decidido ampliar el patrocinio de su equipo ciclista hasta 2016 cuando se cumplan veinte años desde su creación. Un equipo histórico seguirá escribiendo su historia, por lo menos unos años más y ése es un gran motivo para alegrarse. Aunque qué os voy a contar yo si soy de los que una vez que estuve en Bélgica eché un boleto de la lotería.
Quedan lejos aquellos años en que dio sus primeros pasos con Bobby Jullich y que se hizo grande con el gran Frank Vandenbroucke, o los posteriores al escándalo David Millar en los que una estrella francesa en potencia como Sylvain Chavanel empezaba a mostrar su magnitud actual. Un equipo que ha visto crecer a David Moncoutié y que quién sabe si verá crecer a Rein Taaramäe.
Equipo francés como el que más también se le tiene especial aprecio en este lado de los Pirineos, no ya por su reciente patrocinio en la Vuelta sino por todas aquellas ediciones en que mientras otros equipos venían con la temporada prácticamente finiquitada a cumplir el trámite y dejarse ver por nuestras carreteras, ellos venían aquí a competir.
Sabedores de que difícil será volver a ver al equipo al nivel de la primavera de 1999 en la que el malogrado Frank Vandenbroucke maravilló al mundo de las dos ruedas ascendiendo la Redoute, los franceses han encontrado una posición de equilibrio asentados en una segunda línea que pronto quieren abandonar para volver a la élite mundial.
Porque el ciclismo se ha globalizado y seguirá haciéndolo con megaestructuras cada vez más poderosas que reciben cantidades de sus patrocinadores que otros equipos no imaginan ni en sus sueños más húmedos, pero como en los cómics de Ásterix y Obélix todavía existen algunos irreductibles equipos que resisten, pero hay que adaptarse o morir, pero eso sí, manteniendo siempre su esencia y su compromiso. Para dar este salto, según los primeros datos que se han conocido, el equipo de Eric Boyer contará con un presupuesto cercano a los diez millones de euros para las próximas cuatro temporadas.
Cofidis será un nombre que irá para siempre ligado al ciclismo, como también pasará con todo aquel que realmente quiera formar parte de este deporte que, más allá de filias y fobias, acoge a todos los recién llegados con los brazos abiertos con todo aquello que son y signifcan. Y luego dirán que el ciclismo no es rentable.
¡Dan ganas de pedir un crédito!
Mira que fueron difíciles los comienzos del equipo, allá por 1997: a Armstrong le diagnostican cáncer; Rominger, ya está mayor y no parece que pueda ser el que fue, hasta que hace un gran prólogo en el Tour… y hasta que se pega un trastazo y se rompe la clavícula en una de las siguientes etapas; en la Vuelta, el propio Rominger se pasea como un excorredor…