España ya tiene quinteto para la carrera olímpica. La Federación Española de Ciclismo ha hecho públicos hoy los nombres que ha elegido el seleccionador José Luis de Santos, y no ha habido sorpresas: Óscar Freire (Katusha), José Joaquín Rojas (Movistar), Luis León Sánchez (Rabobank), Samuel Sánchez (Euskaltel Euskadi) y Alejandro Valverde (Movistar) lucharán por las medallas en la prueba en ruta. La normativa obliga a que de estos cinco nombres salgan también los dos representantes para la contrarreloj, que serán Luis León y Samuel Sánchez.
La principal diferencia entre los Juegos Olímpicos y el Mundial es la menor presencia de ciclistas por equipo. Las selecciones más potentes sólo llevarán a cinco representantes, lo que dificulta mucho el control de la carrera. De hecho, en ninguna de las tres carreras olímpicas disputadas por profesionales hasta la fecha (Atlanta, Sidney y Pekín) ha habido llegada al sprint.
En Londres, con un circuito más benévolo para los velocistas, podría romperse la racha, especialmente si los anfitriones británicos consiguen dominar como hicieron en el Mundial de Copenhague para Mark Cavendish. Tanto en un escenario de tiranía local como en casi cualquier otro, Óscar Freire, el tres veces arco iris, debe ser el líder de la selección española por galones y por el recorrido de la prueba. Sin embargo, esto no debe llevar al estatismo, sino todo lo contrario: en 2012, España no puede plantear una carrera plana para que Freire resuelva al sprint si quiere repetir el oro de Samuel Sánchez en Pekín.
Con Valverde, Samuel, Luis León e incluso Rojas, el quinteto español debería agitar el pelotón todo lo posible. Por un lado, porque la presencia de cualquiera de estos cuatro ciclistas en una escapada equivale a opciones de medalla. Por el otro, porque una carrera parada favorece a Cavendish y de paso a gente como Greipel, Farrar y Kittel, probablemente más rápidos que el Freire de 2012 en el mano a mano.
De todas formas, es temprano para pronosticar la configuración de carrera y lo que debe ser la estrategia española. Parece menos osado hablar de las pocas opciones en la prueba contrarreloj. Después de que se fueran las excepciones Olano e Indurain, España ha vuelto a ser el país sin grandes contrarrelojistas que siempre ha sido. Para estos Juegos, con la sanción de Alberto Contador y la espera a que Herrada y Castroviejo, pareja mundialista en Copenhague, madure, Samuel y Luisle irán sin expectativas de medalla y sin presión.
Queda mucho hasta el sábado 28 de julio (prueba en ruta) y el miércoles 1 de agosto (prueba contrarreloj). Sobre todo, queda el Tour de Francia, en el que participarán los cinco olímpicos españoles y que será clave para observar su estado de forma -la prueba de ruta es cinco días después de la llegada a París- y el de sus rivales.
Llevan a Samu y a LuisLeón sin expectativas de nada. ¿No sería mejor haber llevado a Castroviejo por ejemplo?
Para un Mundial, probablemente sí. Lo que pasa es que en los Juegos, los participantes de la crono también deben estar en la ruta, y ahí Castroviejo es mucho menos útil que cualquiera de los dos Sánchez.