1. El triunfo de un tapado. Ryder Hesjedal llegó sin hacer ruido, sin entrar en las quinielas. Después de alcanzar el primer rosa le se comenzó a tener en cuenta. Poco a poco se erigió como el hombre más fuerte de la carrera. Fue de los pocos que luchó por el triunfo. Atacó en Cervinia y Alpe di Pampeago y en el Stelvio, soportando el peso de la carrera jugó a ganar el Giro. Recordando el papel de Cadel Evans en el Galibier, tiró el grupo para recortar la distancia de De Gendt. En Milán, cumpliendo los pronósticos, recuperó el rosa para convertirse en el primer canadiense en lograr la victoria en una Gran Vuelta. No fueron ni Christian Vande Velde ni Bradley Wiggins, la primera victoria y el primer podio de los Vaughters llevaron su sello. Total merecedor de la victoria para uno de los ganadores de una carrera de tres semanas con peor palmarés de la historia.
2. Joaquín Rodríguez, la honra del segundo puesto. Jugó a la perfección sus cartas pero se vio superado por Ryder Hesjedal. Meritorio Giro de Italia para el catalán. Dos victorias de etapa, clasificación por puntos y la segunda posición final para poner un gran broche a su primera parte de la temporada. Aunque quizás erró tácticamente en la defensa del liderato, luchó como un jabato para defenderlo. La falta de diferencias fueron su cruz. Aún así logra su primer podio en una Gran Vuelta tanto para él como para su equipo.
3. La valentía de Thomas de Gendt. El belga de Vacansoleil-DCM puso la gloria a la carrera. El ataque en el Mortirolo, la galopada camino de Bormio y el ataque final en el Stelvio en la búsqueda de una victoria de etapa. El ataque le permitió además luchar por entrar en el podio final, impensable en un comienzo. Al igual que el caso de Ryder Hesjedal y Joaquín Rodríguez, da a Vacansoleil-DCM el primer podio en una Gran Vuelta.
4. Una carrera de tres semanas. Eso es una Gran Vuelta. El Giro de Italia nos ha dejado simplemente una semana. Con la llegada de la segunda jornada de descanso daba la sensación de no haber visto nada de carrera. Dos semanas que pasaron sin excesiva gloria. Dos semanas de impás, de espera. La traca de la última semana propició una carrera conservadora. El ahorro de fuerzas se impuso ante cualquier otra circunstancia.
5. Falta de ataques. Clave de la falta de lucha y pasión. La nota predominante de esta edición ha sido el aburrimiento. El no haber movimientos entre los hombres de la general ha hecho que la carrera perdiese el brillo que se suponía en un comienzo. Tan sólo Thomas de Gendt y Mikel Nieve y los ataques finales de Scarponi y Purito en el Stelvio, Pozzovivo e Intxausti en Lago Laceno, el propio Purito en Pian dei Resinelli y Hesjedal en Cervinia y Alpe di Pampeago fueron los movimientos reseñables en tres semanas de competición.
6. Las volatas, la eclosión de la lucha. Lucha, desafió de poder, la cabeza del pelotón fue una constante lucha en las cercanías de los sprints. La superioridad de Mark Cavendish fue manifiesta con tres parciales mientras que en otras dos se vio privado de la lucha por el triunfo con sendas caídas. La primera con el movimiento ilegal de Roberto Ferrari, la segunda en la curva que guió el camino del triunfo para Fran Ventoso. El resto, repartidas. Matthew Goss, Roberto Ferrari y Andrea Guardini también sumaron la victoria. Especial el triunfo de este último. Debut de campanillas para una de las más firmes promesas de la velocidad mundial.
7. Fracaso azzurro. Desde 1995 no se daba un podio sin ningún italiano. Tanto Scarponi como Basso han fracasado en su objetivo. Los dos grandes favoritos se vieron apeados de los puestos de privilegios después de una decepcionante carrera. Scarponi, cuarto puesto final, puso la entrega con ataques en Alpe di Pampeago y Stevio pero se vio sin fuerzas para que sus movimientos fuesen decisivos. Por su parte Basso estuvo escondido tras el ritmo de su equipo que bloqueó por completo muchas fases de la carrera tapando las carencias del veronés.
8. Bonificaciones. Sin bonificaciones en las etapas de montaña las etapas fueron entregadas a escapadas o secundarios en su mayor parte. Solamente Joaquín Rodríguez en Cortina d´Ampezzo y Thomas De Gendt en el Stelvio lograron la victoria en sendas jornadas alpinas. El resto fueron entregadas a movimientos lejanos. La falta de tiempo extra en meta propicio una falta de lucha por la victoria entre los hombres de la general. ¿Con bonificaciones hubiese cambiado el signo de la carrera? Posiblemente, pero nunca sabremos.
9. Buen papel del ciclismo español. Cinco victorias de etapa, clasificación por puntos, segundo puesto en la clasificación general, segundo clasificación por equipos y sobre todo mucha presencia en carrera. El rendimiento de Joaquín Rodríguez, en un papel destacado, se vio bien complementado con el papel de Movistar Team y Euskaltel-Euskadi. El equipo de Unzué finalizó con las victorias parciales de Fran Ventoso y Andrey Amador. Por su parte los vascos sumaron con Ion Izagirre mientras que Mikel Nieve volvió a conseguir un top10 al concluir décimo. Pero no acaba ahí. La presencia comentada fue protagonista en la mayor parte de las etapas trascendentes que deja un gran sabor de boca para el ciclismo español.
10. El Giro de la Globalización. Uno de los objetivos de la organización se ha visto cumplido con creces. Desde el comienzo de Dinamarca hasta el final en Milán, el Giro de Italia ha dado un salto a nivel de medios. El reparto de la maglia rosa ha sido vital para ello. Complemento perfecto para el trabajo de RCS Sport. De Taylor Phinney a Ramonas Navardauskas pasando por las manos de Ryder Hesjedal, Adriano Malori y Joaquín Rodríguez para regresar a la posesión del canadiense. En 21 días de competición sólo una vez un italiano portó la maglia rosa. La importancia dada en los medios extranjeros acentúan el crecimiento de una carrera a nivel mediático.
muy buenas conclusiones.
aitorcycling.blogspot.com
Sí, un análisis muy acertado, claro, digo lo de acertado porque coincido en prácticamente todo, si no fuera así probáblemente te pusiera a parir.
Para mí ha sido una carrera más bien sosa, donde sólo en los últimos días hemos visto algo, y algo ojo, más bien escaso, es lo que tiene hacer un recorrido sin apenas opciones de sacar ventaja al principio, y con las pocas que había para escaladores, para mí ha quedado claro que si lo que buscas es un final emocionante pues nada, ole tus huevos, pero si buscas pelea necesitas una crono larga en la primera semana.
Así no queda otra que intentarlo cada día de montaña, si no al final pues siempre lo dejas para mañana, esperando que el rival reviente.
Os felicito por vuestra capacidad de síntesis; solo un pequeño comentario: las bonificaciones, efectivamente nunca sabremos que hubiera ocurrido con bonificaciones en todas las etapas, todos sabemos que en ciclismo dos y dos no tienen que ser cuatro. Si el criterio es “bonificaciones” ,debería ser en todas las etapas, Con la igualdad existente, esto cambiaría la carrera.
Hesjedal es justo vencedor y mi paisano Purito es un Gran Campeón, Molt bé, Joaquim!!