La ilusión por debutar en una Gran Vuelta lleva de la mano el sufrimiento. Los ritmos, longitud de las etapas, la montaña, los nervios o tres semanas de continuo esfuerzo tras esfuerzo son algunas de las causas. Un ciclista se doctora al acabar su primera grande. La finalización marca un antes y un después. El aprendizaje durante las tres semanas es máximo.
Nuestro protagonista no es esquivo a esta ley. El vigente campeón del mundo sub 23 Arnaud Démare (FDJ-Big Mat) está comprobando la dureza de la primera Gran Vuelta. Después de un gran comienzo de temporada donde conquistó cuatro triunfos –etapa en Qatar, Le Samyn, etapa en Driedaagse van West-Vlaanderen y GP Cholet- en sintonía con Marc Madiot decidieron que el Giro de Italia sería su gran debut.
A comienzos de temporada nos contaba que “tenía mucho que aprender. Por ejemplo, en ciertos momentos es necesario guardar fuerzas, yo aún no sé identificar esos momentos, no tengo aún ese conocimiento”. En una prueba de tres semanas es un elemento decisivo, saber cuando puedes gastar fuerzas y cuando es necesario guardarlas. El fin de semana pasado descubrió la montaña del Giro de Italia. Rocca di Cambio y Colle Molella fueron los primeros puertos de entidad para el francés. Al final de etapa declaraba a L´Equipe “no me quiero ni imaginar cómo será en las altas montañas en los próximos días”. La acumulación de esfuerzos pasaba factura a un ciclista que debutaba tanto en el profesionalismo como en una grande. “El domingo, fue realmente terrible y nunca he conocido nada igual en mi carrera”. “No tenía fuerza en mis piernas y el kilometraje se hizo muy largo. A pesar de que fui advertido de la dificultad de las etapas de montaña en Italia, nunca pensé estar tan sorprendido por ello. Es tan diferente de otras pruebas, el escenario no tiene nada que ver”.
Un comentario poco alentador con las etapas que restan hasta la llegada a Milán. En las casi dos semanas que se lleva de Corsa Rosa la montaña no ha sido apenas protagonista. A partir del sábado la tendencia cambia drásticamente. Por su suerte, su participación torna a su fin. El final de hoy en Cervere y Vedelago son las únicas opciones de luchar por la victoria que le restan. Para la segunda ha de superar tres jornadas montañosas. Difícil misión.
De momento el cuarto puesto conseguido en Horsens remontando tras la caída de Mark Cavendish es el mejor resultado para Démare que también finalizó entre los diez primeros en Fano –noveno- y Montecatani Terme –octavo-. Pobre bagaje para un sprinter pero no para un debutante. La experiencia y el aprendizaje adquiridos son más importantes que los propios puestos cosechados.
Sois un poco frikis de verdad. Estais bajando el liston
¿Y eso Álvaro? Explícate por favor.
Joe, sí, explícate, Álvaro, porque frikis y bajar listón a mí, personalmente, no me encaja. Un saludo, y gracias por comentar.
No sé a qué se refiere, pero a mí este artículo, por ejemplo, me gusta. Es un punto de vista que no se ve habitualmente y muy interesante. Sobretodo por la entrevista y la traducción, que yo de francés poco.
Esperemos el razonamiento de Álvaro, pero yo solo os pido que no cambiéis
Eso, eso!! No cambiéis