No ha estado nunca en las grandes portadas de los medios de comunicación nacionales. Tampoco tuvo jamás, durante su dilatada carrera como ciclista, un contrato millonario de esos que están reservados a las estrellas. Pero Javier Ramírez Abeja siempre se ha caracterizado por tener una virtud que debería ser inherente a la personalidad de todo ciclista: es un luchador incansable. Y cuando hay trabajo de por medio, los resultados llegan aunque a veces se hagan de rogar más de la cuenta.
En este 2012, el sevillano es un buen ejemplo de ello. Con las dos de Azerbaiyán –general y primera etapa- van cuatro victorias en la temporada y todavía estamos en mayo. Es el máximo exponente de un equipo Andalucía que en invierno estuvo a punto de bajar de categoría y hoy ya suma ocho dianas. La mitad son suyas. Todas conseguidas a base de casta y trabajo.
Y es que después de estar muchos años peleando por hacerse un hueco en el pelotón profesional, el Abeja ha conseguido labrarse el respeto de todos sus compañeros. Mejorando cada año, como el buen vino, y encontrando su espacio en el equipo de su casa. Lejos quedan ya aquellos primeros años en el Liberty de Manolo Saiz en los que a punto estuvo de llevarse un Tour Down Under que por aquella época no era ni la sombra de la suntuosa carrera que abre la temporada World Tour. Una primera etapa profesional a la que llegó tras alzarse con la Copa de España y la Vuelta a León de 2003.
Ya es historia también el amargo año en el Fuerteventura-Canarias del 2007, equipo que terminó recalificándose en el calendario amateur. Fue él, Ramírez Abeja, quien inscribió su nombre por última vez en el escueto palmarés del Memorial Sanroma (2008). Lo hizo justo antes de volver al profesionalismo. A los 30 años regresó a lo mejor del calendario nacional enrolado en el Andalucía y con la misión de trabajar para el malogrado Xavi Tondo, líder de la formación de Cabello por aquellas fechas.
Año tras año las victorias se resistieron, pero él no cesó en su lucha. Siguió aprendiendo desde la experiencia y mejorando en la carretera. Participó en innumerables fugas buscando, sin éxito, alzar los brazos de nuevo en la línea de meta. Recorrió kilómetros escapado en solitario por medio mundo. Daba igual Argentina (Tour de San Luis), España (en la mismísima Vuelta), Portugal o incluso China (Qinghai Lake).
Fue en una de esas visitas a países a los que antes el Andalucía llamaba a la puerta con cara de pena y ahora se rifan al equipo de Cabello donde, por fin, el trabajo del sevillano iba a encontrar el justo premio. El ciclismo -salvo excepciones- suele ser un deporte justo, como todos aquellos en los que son esenciales las fuerzas de cada uno. Y en Chile –otro país más para la saca-, abriendo la temporada y tras pasar las Navidades a miles de kilómetros de casa, Abeja encontró el triunfo en Los Ángeles tras una de sus galopadas.
Le cogió el gustillo y apenas un mes después repitió victoria. Esta sí que era especial. En casa y derrotando a un paisano y amigo como Luis Ángel Maté. Brindando un día de gloria al equipo que lo devolvió al pelotón. Abeja ha redondeado esta primera mitad del año con la general de Azerbaiyán –hablando de países remotos-, y su primera etapa. Quedan muchos meses de competición -con la Vuelta a España en un todavía lejano horizonte-, pero la temporada ya se puede calificar de sobresaliente.
El ciclismo, como decíamos, suele ser justo con los que trabajan y se lo dejan todo en la carretera. Abeja nunca reunirá a miles de personas para celebrar un Tour. Pero desde hace varios años, cientos de cicloturistas se juntan en Lora del Río (Sevilla) en la marcha que lleva su nombre y se celebra en el mes de junio. Es un modesto pero sincero homenaje para un luchador que, a los 34 años, vive su segunda juventud como profesional y la está aprovechando al máximo. Los viejos rockeros nunca mueren.
Escribo desde León y recuerdo perfectamente su victoria en nuestra Vuelta, por lo que me alegra muchísimo que por fin le llegue la recompensa en el campo profesional. Por cierto, es de destacar que Ramírez Abeja a estas alturas del año ya ha conseguido victorias en tres continentes distintos, América, Europa y Asia, y creo que serán muy pocos los corredores que puedan presumir de ello. Sería bonito que pudiera completar el repóquer en este año consiguiendo victorias en África y Oceanía, aunque habrá que ver el calendario que tiene el Andalucía para permitirle alcanzar esa gesta. No sé si habrá algún ciclista que haya conseguido victorias en los cinco continentes en el mismo año, sería interesante si alguien pudiera aportar ese dato.
Saludos.
Enhorabuena Victor por estas palabras que reflejan la realidad de un luchador, honrado al maximo y cabal cien por cien
Javi,me alegro mucho de la temporada que estas realizando,y estes recogiendo el fruto de tu trabajo desde que empezo a formarte Emilio Estevez,ya te tuvo a prueba CSC de Bjner Rish,aprendiste de Manolo Saiz, y ahora con Antonio Cabello te viene la recompensa a tanto sacrificio.
Que me alegro de corazon,sigue la racha…..
Enhorabuena a Javier Ramírez Abeja, un tío muy buena gente que ha obtenido su recompensa a base de tesón en el ciclismo.