Calibrando estos días a profesionales del mundillo ciclista, todo el mundo coincidía en que Andalucía y Cofidis repetirían invitación. Uno por ser equipo local y un proyecto con muchos años de trabajo detrás, y el otro por siempre rendir en la ronda española y, además, ser patrocinador de la carrera y un ‘equipo’ ASO. Otra invitación, la tercera, tras el peaje de 2011, se coincidía también en que debería recaer en el proyecto de Caja Rural, un año más maduro y con corredores importantes en su plantel. Lo suyo, lo de los navarros, era todo un secreto a voces y un rumor -casi- confirmado por Mikel Azparren. Sobre la cuarta y última invitación, todo opiniones y argumentos bien planteados que giraban en torno a que la invitación recaería en Europcar, también patrocinador, o en el Argos-Shimano de Iwan Spekenbrik, un proyecto muy del agrado de Amaury Sports Organisation.

El gato al agua, en forma de renovación de confianza por parte del binomio ASO-Unipublic, se lo ha llevado el equipo neerlandés, que doblará Tour y Vuelta y que se presentará por segunda en la salida de la ronda española, esta vez en Pamplona. La conclusión es clara; la participación de ASO en la Vuelta supone un argumento a favor determinante para la invitación de Argos-Shimano. Nos lo podíamos esperar, ya que el antiguo Skil-Shimano, que ya ha contado con el plácet de la empresa organizadora en varias de sus carreras, es una estructura que cumple con los requisitos necesarios para ser del agrado. No tiene escándalos de dopaje, tiene un patrocinador (tanto el anterior como el actual) fiel y saneado, y es una estructura tradicional e identificada como ‘de las buenas’ en el ciclismo. Por ello la invitación parece justificada, más si tenemos en cuenta que el pasado año cumplieron en la Vuelta con la victoria de Marcel Kittel en Talavera de la Reina, pero tienen un argumento, o más bien duda, sobre su invitación; ¿serán capaces de doblar Tour y Vuelta manteniendo el nivel?

La duda está justificada. Correr dos grandes vueltas con una plantilla de 25 ciclistas, con lo que ya llevan encima (sus mejores corredores ya suman entre 15y 20 días de competición), no será nada sencillo para los jóvenes del equipo (que además, cosas del azar, son los más inmaduros). Así, Spekenbrik, tiene tres opciones; llevar a la mejor unidad (Degenkolb, Kittel, De Kort, Geniez, Veelers o Kluge) al Tour y a la Vuelta, dividirlos en dos ‘grupos de trabajo’ con programaciones diferentes, o llevar a éstos al Tour y a una segunda unidad clara a la Vuelta. Cualquier de las tres opciones debilitará al equipo, de una u otra manera, y complicará a Argos-Shimano el poder justificar toda la confianza que ASO (y Unipublic) ha depositado en ellos.

Los otros tres lo tienen más sencillo. Caja Rural y Andalucía tienen la Vuelta como gran objetivo del año, y la planificación la simplifican. Cofidis, en su caso, ya es toda una experta en doblar Tour y Vuelta, y casi siempre con grandes resultados -sobre todo en nuestra ronda-. El año pasado, sin ir más lejos, consiguieron dejarse ver en la Grande Bouckle (David Moncutie 2º en la etapa con final en Lourdes, y Taaramäe 11º en la general final), y terminaron una Vuelta espectacular, con dos victorias de etapa, el maillot de la montaña y mucha visibilidad día tras día.

Decisión por tanto discutible -equipos como Acqua e Sapone, Androni Giocattoli o el mismo Colombia-Coldeportes podrían ofrecer el mismo o más nivel en una sola GT que Argos doblando Tour y Vuelta-, pero que también hace justicia con el gran inicio de año de Andalucía, también con Caja Rural, que además ha demostrado que merecía el premio recibido, y con un equipo que siempre que viene, rinde.