La recién disputada Amstel Gold Race con su vertiginoso final -otra edición más- en el Cauberg, ha servido en su edición 2012 como presentación de gala para el escenario en el que discurrirá la batalla de aquellos hombres y mujeres que aspiren a portar el maillot arcoíris como sinónimo de la conquista del trono mundial del ciclismo. Nunca antes se llevó a cabo un ensayo general con tanta antelación, al menos en la última década. 151 días y unas pocas horas para ser más exactos.
Del 15 al 23 de septiembre de este 2012 tendrá lugar a lo largo de la provincia holandesa de Limburgo la disputa de los Campeonatos del Mundo de ciclismo en carretera en todas sus disciplinas. Limburgo es una de las de las 12 provincias que integran el Reino de los Países Bajos, situada al sur del país compartiendo frontera con Bélgica y Alemania. De su orografía poco podemos añadir salvo remitirnos a las imágenes que pudimos ver en televisión del transcurso de la carrera de la cerveza, la prueba ciclista por antonomasia del país orange. Quien ha estado en Holanda sabe bien del papel que desempeña la bicicleta, y la correspondiente afición al ciclismo. A modo de ejemplo del idilio entre país y disciplina, la que tenga lugar este año será la 5ª edición de los mundiales que trascurre por las carreteras de Limburgo, récord hasta la fecha.
En lo que respecta al trazado de los mundiales los primeros 100km de la prueba transcurrirán por la provincia de la misma forma que ocurre en la Amstel Gold Race para terminar con 10 giros a un circuito de 16,5 km, en buena medida similar al de la última edición que se disputó con final en Valkenburg (1998). Este circuito tiene como principales dificultades dos cotas, el Bemelerberg (900m. pendiente máxima 7%) y el omnipresente Cauberg (1,5km. pendiente máxima 12%). A diferencia de la clásica, la meta en el circuito del mundial estará situada nada menos que 1700 metros más allá de la cumbre del Cauberg. El Tour de Francia ya probó esa fórmula en 2006.
http://www.youtube.com/watch?v=_o3wELbXnMI
Las imágenes hablan por sí solas del matiz diferenciador que tendrá el mundial respecto a la clásica. El mismísimo Gilbert (el Gilbert de 2006) tras distanciarse en Cauberg fue alcanzado antes de meta por un grupo en el que Boonen fue protagonista durante toda la subida aunque sin posibilidad de rematar en el sprint del grupo. El triunfo fue para Kessler -que no estará en la cita de septiembre- tras un fenomenal despliegue de potencia. Revelador, insisto. Hombres fuertes a los que la distancia a meta se les hace demasiado larga mientras que hombres rápidos gastan demasiado en las cotas para afrontar delante los últimos metros. 10 subidas al Cauberg, más de 250 km en las piernas. El circuito está diseñado para los más rápidos dentro de los más fuertes aunque lo cierto es que las posibilidades son tantas como alcance la imaginación. Desde un sprint de unos 25-30 corredores hasta una victoria en solitario aprovechando el desconcierto y el control entre los favoritos, pasando por una victoria que se decide en grupo reducido. Si hay algo claro es que los uphill-finishers no lo tendrán nada fácil respecto de aquellos hombres fuertes con un buen final. Eso y que se presenta un mundial muy abierto.
En esas calles que a buen seguro estarán abarrotadas por aficionados que idolatran al ciclismo y a sus protagonistas Óscar Freire tentará una vez más su cuarto mundial. La afición española sueña con un bloque fuerte que lo conduzca hasta la meta, quizá esperanzada pensando que Valkenburg le devolverá lo que le quitó este domingo, quizá pensando que sería el mejor final para una trayectoria superior. Allí estará la tercera semana de septiembre, referencia en el calendario para muchos que tras la carrera de ayer sueñan con volver y ser protagonista. Todo listo en aquel marco incomparable. Espera el arcoíris.
Ojalá sigais así, sois la referencia ahora mismo y de largo. Como me alegro del día en que os encontré
¡Gracias a ti por leernos! Eso sí que es una alegría para nosotros.
En vista de algunos de los últimos mundiales, sin ir más lejos el del año pasado, este recorrido parece que sí que puede dar juego, como dices se puede dar cualquier circunstancia, hasta que ni se espere a la última vuelta para intentar ganar, ahora sí que no hay escusa para no moverse.
Saludos.
¿Volveremos a ser la Selección Italiana de finales del S. XX con cada uno jugándose sus cartas a la mínima?
Demasiado gallo en el corral para este tipo de circuito.