La Paris-Roubaix es el cenit de la temporada de piedras. Precedida por otro Monumento como De Ronde, el Infierno del Norte es la gran oportunidad para aquellos que no pudieron alzar los brazos en los adoquinados muros de Flandes. Este año Tom Boonen ha demostrado ser el más fuerte, mientras el infortunio se cebaba con un Cancellara que también había preparado en serio estas carreras y Gilbert, que aspiraba a repetir su bestial 2011 e imponerse en el adoquín, demostraba que no pasa por su mejor momento. Boonen tiene 32 años, Cancellara 31, igual que Van Summeren y Pozzato, mientras que Gilbert cumplirá pronto los 30. Ballan camina hacia los 33, por no hablar de Freire (36) y Flecha (34), igual que Hushovd.
Hablamos, pues, de una generación que todavía tiene poderío para reinar en los adoquines, pero cuyo tiempo va tocando poco a poco a su fin. Se abre ahora el gran interrogante. ¿Qué viene por abajo? ¿Cuáles serán los próximos especialistas en tan complicada superficie? ¿Nos enfrentamos los amantes de las piedras a un desierto, o por el contrario hay jóvenes jinetes que revivirán memorables duelos del pasado?
Pues es ley de vida: a rey muerto, rey puesto. Y aunque a los jerarcas de ahora todavía les queda cuerda -a unos más que a otros- ya se adivinan corredores que empujan fuerte y pronto les discutirán el trono. Aquí dejamos a una decena de ellos para conocerlos mejor:
Peter Sagan: El Bicho ha sido quinto en el primer Flandes que hacía “en serio”. Tiene 22 años y todo por delante para reinar en las piedras, siempre que no le dé por dedicarse a grandes vueltas. Sin embargo aún le falta experiencia para coger bien las marcas a la hora de atacar. Precisamente en De Ronde se le vio fuerte, pero estaba mal colocado cuando Ballan y Boonen lanzaron el hachazo definitivo. De momento es el más sólido de cara al futuro.
Edvald Boasson Hagen: Ya sabe lo que es ganar clásicas de piedras y muros como la Gent-Wevelgen. Rápido en el sprint y potente para superar piedras y muros, se dejó ver mucho en De Ronde. Sin embargo, le falta algo de fondo para llegar a la parte decisiva con gas y mantenerse con opciones de ganar. De ahí que el domingo terminase en una discreta decimonovena posición. A sus 24 años tiene muchas temporadas por delante y talento para destacar.
Arnaud Demare: El francés es una de las sensaciones de este inicio de temporada. Lleva cuatro victorias, entre ellas Le Samyn y una etapa en West-Vlandereen, además de rozar el podio en la Kuurne-Bruselas-Kuurne. Todo esto con ¡20 años! Sylvain Chavanel podrá retirarse tranquilo cuando le toque, porque su puesto parece estar bien cubierto. Todavía le falta un poco para afrontar las grandes clásicas, pero tiene toda una vida profesional para progresar. Eso sí, es más sprinter que hombre de colinas.
John Degenkolb: Alemán de 23 años y con un problema importante: se le atragantan los muros. Es más prototipo de velocista que de clasicómano. Por eso le viene mejor Roubaix -acabó 19º en su primera participación el año pasado- que Flandes. Con seis victorias en 2011, aún no se ha estrenado este año. Ha sido quinto en Sanremo, sexto en Harelbeke y top-10 en la Het Nieuwsblad. Se le espera pronto entre los mejores.
Sep Vanmarcke: Otro belga que aspira a coger el testigo de Boonen. Este año ha confirmado su candidatura a relevo generacional ganando el Omloop Het Nieuwsblad y metiéndose en la pelea final –sin éxito- en la E3 Prijs y Dwars Doors Vlandereen. Cumplirá 24 años en julio.
Niki Terpstra: De momento, al rodador tulipán le está tocando trabajar para Boonen -y cualquiera se niega viendo cómo está el belga-, pero a sus 26 años ya está entrando en madurez. Este año lo ha demostrado ganando A Través de Flandes (Dwars door Vlandereen), además de destacar en los Tres Días de La Panne y hacerse con un sexto lugar en De Ronde tras haber hecho de gregario de lujo para el rey belga. Los holandeses tienen clasicómano para rato.
Greg Van Avermaet: Está claro que Bélgica siempre fue gran cantera de clasicómanos, pero no es menos cierto que ahora vive un momento álgido. Greg es otro caso. 26 años y escudero de Gilbert y Ballan, pidiendo paso para retos mayores. Incluso haciendo de gregario de Ballan fue el “primero de los mortales” en Flandes. Todo un aval para su candidatura. Un rodador potente que pasa bien los muros y con gran punta de velocidad al que, no obstante, le falta rematar. O le faltaba, hasta que el año pasado pareció liberarse y cosechó cuatro victorias.
Kris Boeckmans: Todavía no ha ganado ninguna clásica, pero este año ha rematado dos veces al palo. Segundo en Le Samyn y en Koerse, donde estuvo a punto de dar la campanada en 2010. La temporada 2012 es su primera en un equipo top como Vacansoleil, aunque en las grandes carreras del adoquín ha estado lejos de la cabeza. Acaba de cumplir los 25 años y cumple su tercera campaña como profesional.
Matthew Goss: ¿Es un hombre hecho para el pavés? Apenas tiene 25 años y ya acumula un gran palmarés con una Milano-Sanremo a sus espaldas. También se coló hace un par de años en el podio de la Gent-Wevelgem y ha conseguido buenos puestos en Scheldeprijs. Precisamente el adoquín es, por el momento, su asignatura pendiente, pero además de su gran punta de velocidad ya ha demostrado que puede pasar los muros con los más fuertes.
Oscar Gatto: Admito que el italiano aún tiene que dar un par de pasos adelante si quiere destacar en estas carreras. Pero también es cierto que, a sus 27 años, está en el momento propio para hacerlo. En Flandes trabajó para Pozzatto, pero ya subió al podium en la Strade Bianche y se metió en la pelea en Het Nieuwsblad, Sanremo y Wevelgen. No es un primera fila, pero seguro que se dejará ver de ahora en adelante y ejercerá como un buen ‘outsider’ si da el salto de calidad.
No son, por supuesto, los únicos. Hay muchos más corredores que, con el paso del tiempo, están llamados a competir por las clásicas de piedras: el sancionado Offredo llevaba un futuro prometedor; también un ruso como Galimzyanov, una de las sorpresas de 2011, está llamado a competir. La legión belga cuenta con otras bazas como Goddaert o Keukeleire y a una firme promesa como Van Keirsbulck, y el italiano Daniel Oss, poco ganador de momento, deberá dar un salto de calidad, como también se espera de Matteo Trentin. Habrá que ver hasta dónde llegan otros ya más maduros como Breschel, Lagdanous o Burghardt, aunque de momento no pasan de ser buenos gregarios y ya tienen por delante a varios corredores más jóvenes. Son sólo unos cuantos ejemplos del talento que viene pisando fuerte desde abajo. Lo único que parece claro es que cuando, con el tiempo, los actuales dueños de los adoquines se vayan marchando, hay un buen puñado de corredores jóvenes dispuestos a ocupar el trono. Tenemos espectáculo para rato en las piedras de Centroeuropa.
Degenkolb hasta que se fue al suelo – al margen izquierdo del Pattenberg tras la caida de Van Summeren – se le vió pasar “delante” los muros. Curioso que el traspie del Garmin solo afectase a los jovenzuelos…