Todo deporte, toda disciplina, ve como con el paso de los años sus estrellas o deportistas más destacados van envejeciendo con la merma de resultados que ello suele ocasionar. El ciclismo no es ajeno a ello y los relevos generacionales son el sinónimo de la llegada de firmes promesas dispuestas hacer olvidar lo que “sus mayores” lograron cosechar.
Mientras otros países ven con preocupación la figura de quienes serán los nuevos reyes nacionales del ciclismo, Italia parece no estar afectada por esta situación. Razones no le faltan. Los Ivan Basso (34 años), Stefano Garzelli (38 años), Danilo Di Luca (35 años), Alessandro Petacchi (38 años), Luca Paolini (35 años), Marzio Bruseghin (37 años) o Matteo Tosatto (37 años) encaran su última fase como ciclistas profesionales con la seguridad de la llegada de una generación que rápidamente hará olvidar su legado. Aunque realmente sea demasiado pronto para conocer sus metas, las primeras impresiones conducen a ello. La quinta de 1989 atesora cantidad y sobretodo, calidad. Estamos, verdaderamente, ante el crecimiento de una de las mejores generaciones que ha podido dar el ciclismo transalpino.
Una generación que sobretodo destaca por una cualidad, la calidad. Desde sprinters, vueltómanos o clásicomanos, la generación del 89 italiana atesora talento en las distintas facetas que necesita un ciclista para destacar. Encabezados por nombres que brillan con luz propia como Elia Viviani, Andrea Guardini o Diego Ulissi, la lista de nombres hace comprender la magnitud de esta promoción. Davide Appollonio, Matteo Pelucchi, Giacomo Nizzolo, Matteo Trentin, Salvatore Puccio, Davide Cimolai o Enrico Battaglin son algunos de sus componentes.
Nada más oír estos nombres nos viene a la mente las palabras sprinters y volatas. Y es que en esta generación es lo que más abunda. Sprinters, y de los buenos. El propio Elia Viviani, el sorprendente Andrea Guardini, Davide Cimolai, Davide Appollonio, Giacomo Nizzolo, Elia Favilli o Filippo Fortin serán los nuevos reyes de la velocidad italiana dando el relevo a los Petacchi, Bennati, Napolitano,..y en el caso de los dos primeros, también a nivel mundial. Pese a su corta edad, son muchos sus detalles de calidad. Viviani es, de momento, el ciclista más laureado de la presente temporada; Guardini asombró en Langkawi y cerró 2011 con diez victorias; Appollonio dejó destellos con sus victorias en Limousin, Luxemburgo,..; Nizzolo ganó etapa en el Bayern Rundfarht y destacó en Catalunya, Polonia o GP Plouay,..Solamente con sus actuaciones podemos imaginar de lo alto que apunta.
Pero no sólo velocistas componen esta promoción. Uno de los más firmes vueltómanos italianos sale del 89. El camino que lleva Diego Ulissi así lo confirma. Desde su paso a profesionales la evolución confirma este hecho. Ganador del Tour de Eslovenia, segundo en la Settimana Internazionale,…el ganador en la etapa de los empujones en el Giro de Italia con final en Tirano mira el horizonte con el firme pensamiento de ser quien reciba el testigo de los Basso o Scarponi. Junto a él, pero todavía por hacerse como ciclistas siendo su primer año profesional, nos encontramos a dos Stefanos, Locatelli y Agostini. Ambos con resultados destacados en el Girobio y en las mejores vueltas del calendario amateur italiano, tendrán que demostrar en profesionales todo lo que apuntaban en sus etapas de formación. Un fino escalador como Antonio Santoro, con un buen punch final como atestigua su cuarto puesto en el Circuito de Getxo, tendrá mucho que decir en las vueltas por etapas como así atestigua su séptimo puesto en la Settimana Lombarda.
Como no podría ser de otra forma si se habla del ciclismo italiano, los clásicomanos y passitas veloces desempeñan un gran papel en el éxito de esta generación. Desde ganadores del Tour de Flandes sub23 como Salvatore Puccio, del Piccolo Giro di Lombardía y con grandes resultados en profesionales como Daniele Ratto o la irrupción de Enrico Battaglin y su victoria en la Coppa Sabatini siendo stagiare en la Colnago-CSF encabezan una nómina que completan el ganador de la Clásica de Almería de 2011 Matteo Pelucchi o Matteo Trentin.
El tiempo será quien juzgue a esta generación, pero de momento nadie puede quitar el brillo y la calidad que atesora y que, desde muy pronto, esté dando unos resultados esperanzadores tanto para Italia como para el ciclismo en sí.
Muy bueno Miguel, la verdad que da envidia ver como en Italia salen tantos talentos, además la generación del 90 con los Cattaneo, Moser o Aru… puff