No, no es ninguna idea de esas estrambóticas que de vez en cuando se nos ocurren como los Premios C&H o la Copa de España C&H. Esta vez ha sido la UCI, que para qué negarlo, en esto de dejar descolocado al personal es toda una institución, es la institución. La última de McQuaid y compañía se conocía el pasado viernes por la tarde: una nueva prueba entrará a formar parte del calendario WorldTour 2012, el Tour de Hangzhou. Tras la apasionante primera edición del Tour de Pekín, la UCI vuelve a la carga, pues esta temporada tendremos ración doble, ya que una semana después de la cita pekinesa el pelotón tomará rumbo sur para disputar la nueva carrera por etapas. Las razones están claras y McQuaid no las esconde “La carrera generará beneficios en los equipos y otras partes interesadas”.
Los intereses económicos son primordiales y el epicentro ciclista que en otra época fue la vieja Europa a día de hoy ha pasado a mejor vida. El Tour siempre será el Tour, el Giro y la Vuelta podrán salvarse a poco que hagan las cosas bien, mientras que los Monumentos son eso, monumentos. Pero fuera de este círculo pocos se salvan, y cada vez los aspectos y valores tradicionales del ciclismo tienen menos peso. Lo que importa es el business
Ahí tenemos al Tour Down Under ya integrado en el calendario, las carreras canadienses de Québec y Montréal que han superado las expectativas tanto de defensores como de detractores en cuanto a aceptación popular, y ahora, de la mano, el Tour de Beijing y el neonato Tour de Hangzhou que se aseguran gracias a la enorme cantidad de puntos que se repartirán en ambas citas un muy buen nivel de participación que compensará todos los defectos que puedan tener, asegurando así su supervivencia. Y mientras tanto los petrodólares qataríes y rusos reclaman su protagonismo a la vez que Estados Unidos parece que ha dado el paso definitivo en su apuesta por el ciclismo, con el Tour de California como abanderado, y Londres aprovechando el tirón olímpico se plantea crear una prueba de un día que pase a formar parte directamente del WorldTour. Incluso se ha comentado que Colombia puede tener su hueco. No cabe duda, el ciclismo ha cambiado.
La UCI nunca ha escondido su deseo de hacer del ciclismo un deporte globalizado que llegue a todos los rincones del mundo, una iniciativa muy loable de no ser porque se corre el peligro de dar la estocada definitiva a algunas carreras históricas que a día de hoy malviven en el WorldTour y fuera de él. Lo que no es para nada de recibo son las formas, con la temporada empezada no es momento para modificar el calendario, ya que de este modo lo único que se consigue es aumentar la creciente sensación instalada en todos los ámbitos del deporte de que la UCI es una institución de pandereta.
Leí por ahí que, salvo los equipos que se llevaran un buen saco de puntos, ni una sola escuadra llegó contenta de China en el octubre pasado. Contaminación, poco público, etc.
KE BIBA LA USI.