Como olvidar aquel triste 6 de Diciembre de 2003, uno de los días más duros del ciclismo español. Hoy 6 de Febrero de 2012, el Chava cumpliría 41 años, pero por desgracia ya no está con nosotros y aún hoy puedo recordar el día de su fallecimiento como si fuera ayer. Fue una dura tarde de invierno, que pasé encerrado entre cuatro paredes, reflexionando, recordando, llorando… Muchos de los que admirábamos a José María, teníamos una esperanza, primero, de verlo recuperado y segundo, de volverlo a ver en la carretera, pero esa esperanza se diluyó para siempre y ya no veríamos jamás al Curro Romero de la bicicleta… a ese ciclista de raza que nos levantaba del sofá y nos hacía gritar y vibrar… a ese chaval… alegre, inocente, bueno y con un carácter peculiar, que amaba la bicicleta por encima de todo.
José María Jiménez Sastre, nació en la localidad abulense de El Barraco, tal día como hoy, un 6 de Febrero de 1971. Es imposible no acordarse de él cuando pasas por la localidad natal del ciclista. Por si acaso en la entrada de la población hay una gran pintada en un muro dedicada a él con la frase “Chava Campeón”. José María empezó a aficionarse a la bicicleta desde bien pequeñito y empezó como muchos otros ciclistas de la zona como Pablo Lastras o Francisco Mancebo, en la escuela de Ángel Arroyo, hoy día Fundación Víctor Sastre. El sueño de un ciclista impulsivo, de corazón y alma, un ciclista que no estaba hecho para estos tiempo, empezó en aquella escuela, donde desde bien pequeño y pese a su estatura y corpulencia “algo gordito”, empezó a destacar entre los chavales ganando carreras al sprint.
Tras pasar por el filial del equipo navarro Banesto, donde consiguió entre otras cosas vencer en el Circuito Montañés, debutó en profesionales a finales de 1992 en una Subida al Naranco. Pero hasta el año 1994 no consiguió su primera victoria como profesional. Fue en la Subida a Urkiola y ese año obtuvo otras tres victorias en el territorio nacional. En 1995 se exhibió con la selección española, donde realizó un grandísimo trabajo para Abraham Olano y Miguel Indurain en los mundiales en Colombia. Pero 1997 fue su año de explosión. Ganó el Campeonato de España y una etapa de la Vuelta a España que llegaba a los Ángeles de San Rafael. Una etapa preciosa donde demostró en los metros finales su fuerza dejando sentados a Pascal Richard, Roberto Heras y Dani Clavero. Además se llevó el maillot de la montaña en esa edición de la Vuelta a España.
Fuera del territorio nacional, el Chava nunca llegó a despuntar. En Francia y en Italia siempre se le esperaba como uno de los animadores del Tour y del Giro, donde creaba mucha expectación un duelo con Marco Pantani, pero su carrera era la Vuelta, el Chava había nacido para ser ciclista y la leyenda se gestaba en la Vuelta a España. Rebelde sin causa, corría para la afición, pero tan sonadas fueron sus victorias, como sus polémicas. Olano y sus directores las sufrieron en sus carnes y es que el Chava jamás se conformaba, por muchas cosas que le pudieran decir por el pinganillo, él se lo quitaba y atacaba sin pensarlo…
Gracias a su manera de correr, nos dejó para el recuerdo una de las hazañas más bonita del ciclismo en los últimos tiempos. En la Vuelta a España de 1999 se estrenaba una llegada insólita, una llegada que para todos iba a ser la más dura de la historia de la Vuelta a España: el Angliru. El Chava, la primera vez que inspeccionó la subida, tuvo que poner pie a tierra en varias ocasiones porque no podía subir cómodo aquel puerto. Pero el día que se subió en la etapa de la Vuelta a España, con un demarraje de fuerza y potencia dejó atrás a Roberto Heras y se marchó en busca del escapado Pavel Tonkov. Cuando todos pensaban que el ruso sería el primer ganador en la mítica cima asturiana, surgió entre la niebla el Chava para llevarse la victoria.
Su último gran año fue 2001. El Chava en su carrera, la Vuelta a España, ganó 3 etapas y se llevó la general de la montaña. Arcalís fue la última cima que vio entrar victorioso a una leyenda. A partir de 2001 empezó la decaída de José María. Muchos problemas extradeportivos lo llevaron a caer a lo más hondo. El Chava acostumbrado a los aplausos, a los gritos, a la fama, a subir por la muralla de Ávila mientras los aficionados, cual torero, le lanzaban rosas a su paso, tenía que empezar de cero. Se marchó a la zona de Béjar, junto con Laudelino Cubino para recuperarse y curarse de la situación en la que se encontraba. “Gordo” y descuidado se encontraba entrenando, no parecía un ciclista profesional pero en su cabeza estaba el recuperarse para poder volver a montarse encima de una bicicleta.
Muchos pensábamos o queríamos pensar que podría volver a ser ciclista, que se podría recuperar y que todavía lo podríamos disfrutar unos años más… pero era ya algo imposible. El Chava posteriormente ingresó en la Clínica San Miguel de Madrid para tratar verdaderamente su problema, pero un 6 de Diciembre de 2003 a las diez y media de la noche, su corazón dijo basta. Como bien comentó su madre, “mí hijo ha muerto como siempre vivió, al ataque y de repente”. El Chava fue osado al pretender vencer siempre a la muerte y ésta le consiguió vencer y lo arrastró hasta lo más hondo. El Chava acostumbrado a los aplausos y a la fama, esta vez nos dejó sin hacer ruido, en silencio, para escalar su última cima, la cima del cielo.
Gran articulo Hugo, alguna lagrima se me ha escapado.
Chava Genio!
Buenos momentos de mi infancia los viví viendo al Chava Jimenez. GRANDE!!!
Genial, Hugo. Gracias por acercarnos y recordarnos a ese gran ídolo que fue el Chava. Un genio.
aquí el enlace al documental emitido por TDP:
http://www.rtve.es/alacarta/videos/vuelta-ciclista-a-espana/documental-sobre-gran-jose-maria-chava-jimenez-escalador-leyenda/1192519/
GRANDE y NOBLE eras en tu forma de correr nunca te olvidaremos monstruo.
un seguidor cercano.