2011 fue un año notable para Samuel Sánchez (Oviedo, 1978): tras una buena primavera, el líder del Euskaltel disfrutó, tras años de búsqueda, de su primera victoria de etapa en el Tour de Francia, un evento por el que sólo muestra fascinación. La cosa no se quedó ahí y el asturiano fue uno de los protagonistas principales de la carrera, además de subirse al podio de París como ganador del maillot de la montaña. Pero el año que entra trae nuevos retos que eliminan los restos del pasado reciente. Quizá el mayor sea la reválida británica del entorchado olímpico que se colgó en Pekín hace casi cuatro años, aunque Samu se cuida de no despreciar los objetivos que hay más allá del dúo Tour-Juegos Olímpicos. Basta con una conversación telefónica para descubrir al tipo afable asociado al buque-insignia del ciclismo vasco; un ovetense consciente de sus posibilidades al que pudimos entrevistar en Cobbles & Hills.
Empezamos la entrevista con la temporada pasada, sobre todo con el momento estrella de tu año 2011: el Tour. Pese a que no fuese tu mejor clasificación general, ¿fue el Tour de 2011 el mejor de tu carrera?
Podría decir que por sensaciones en la carretera, quizá sí. Yo creo que vi más cerca optar al cajón que en el año anterior, donde sin embargo fui tercero durante muchos días y al final acabé cuarto. Pero bueno, el Tour te pone en tu sitio y a veces te ves penalizado en contra de tu voluntad, y eso no lo perdona. Tuve dos días en los que perdí mucho tiempo y eso fue lo que determinó la clasificación. Pero no tengo queja.
Analizando la temporada en general, ¿cómo la situarías dentro de tu carrera?
Soy una persona a la que no le gusta valorar las temporadas, porque a veces puedes tener muchas victorias y la temporada quizás no haya sido todo lo buena que tú esperabas. Yo siempre digo que para mí una temporada es buena cuando sigo en el mismo nivel del año anterior; cuando puedo ser capaz de pelear por carreras importantes del UCI World Tour y ganar y estar delante en carreras importantes. Entonces cuando en una temporada doy el mismo nivel que el año anterior, y hablo de nivel y no de victorias, es una temporada buena. Hoy por hoy llevo muchísimos años a un nivel muy alto y todas las temporadas tienen sus pinceladas: el año pasado tuve la victoria en el Tour, el anterior estuve a punto de meterme en el podio, otro año la Olimpiada… Es lo que analizo: el global de la temporada. Seguir estando en liza y seguir siendo competitivo con los mejores ciclistas del mundo. Para mí, la temporada pasada fue otra temporada muy buena, que se basó en el trabajo y en la constancia y que dio sus frutos.
Para 2012, ¿cuál es tu mayor objetivo? Imagino que Tour y Juegos, que están concentrados en el calendario, pesan bastante.
Sí, pesan mucho, pero tampoco me quiero olvidar del Campeonato del Mundo, de la Vuelta al País Vasco y del resto de carreras. Al final la temporada no es sólo una o dos carreras, hay que mostrar siempre buen nivel. Luego el Tour es la carrera ciclista más importante y donde todos queremos brillar. Vamos a ver si este año estamos a un nivel parecido al del año pasado y nos acompaña la fortuna para conseguir la victoria. Voy a pensar en adquirir el nivel físico del año pasado y a pelear otra vez por todo.
¿Qué te parece el recorrido de este año?
Es un recorrido que a mí me favorece un poco más que el año anterior, ya que se quita la contrarreloj de equipos, que es nuestro talón de Aquiles. Creo que se ha visto: el año pasado el equipo fallaba en las cronos. Dábamos lo mejor de nosotros, pero otros equipos eran muy superiores y eso beneficia a los escaladores que están en equipos potentes. En ese sentido este año los escaladores van a salir más perjudicados con las cronos individuales. También beneficia a los contrarrelojistas que van bien en montaña, llámense Wiggins, Klöden, Leipheimer o el propio Tony Martin. Es un Tour que es duro, porque todos los Tours son duros; dicen que hay menos montaña y más crono, pero todos los Tours de Francia son duros, porque nunca sabes lo que va a pasar. Pero hay que estar ahí y que no haya contrarreloj por equipos me beneficia.
¿Te beneficia más de lo que te perjudica que haya más kilómetros de crono individual?
Sí. Pero las cronos son bastante largas y en el global son casi 100 kilómetros, que es muchísimo. Hay que trabajar mucho la contrarreloj e intentar cuajar buenas actuaciones en el Tour, porque si no, estás perdido en la general.
¿Te marcas algún objetivo concreto dentro del Tour: hacer podio, ganar una etapa, ganar la general…?
Al Tour siempre voy con un objetivo: pelear por estar lo más alto dentro de la clasificación general. En 2010, el Tour me encasilló en el cuarto lugar y el año pasado, con mejor nivel, me dejó en el sexto, así que siempre hay que pelear por llegar a lo más alto posible; luego la carrera, los rivales y tu propio estado te ponen en tu sitio. Lo que no se puede desaprovechar nunca es la posibilidad de ganar una etapa, poder luchar por el maillot de la montaña… Eso nunca se puede descartar en un Tour de Francia. Aquí se disputa todo al cien por cien.
Respecto a los Juegos, durante estos años se hablado mucho de que el recorrido era muy llano. ¿Has tenido oportunidad de verlo?
No, pero sí que tengo bastantes referencias. Estamos a la espera de que José Luis (De Santos) vaya a acabar de visionarlo, pero sí que me han dicho que no es el mismo que hicieron en el Preolímpico que ganó Cavendish, donde sólo hicieron dos vueltas. En los Juegos son ocho o nueve vueltas y se va a incluir una parte que en el Preolímpico no se incluyó, con una subida bastante fuerte. Si es así, mucho mejor para nuestra selección, que cuenta con muchos ciclistas capaces de poder ganar.
También has mencionado antes el Mundial. Este año va a ser más duro que en los dos anteriores.
Va a ser un Mundial muy exigente, sólo por ver la zona en la que se disputará. Creo que va a ser duro, nervioso y con posibilidad de que haya mal tiempo. En ese sentido, a nosotros nos beneficia: cuanto más duro sea un Mundial, a España le va mejor. En los Mundiales que han sido duros, siempre hemos estado adelante, peleando por las medallas y el arco iris.
Esta temporada la empezarás con la Vuelta a Andalucía, ¿no?
Sí. Andalucía, Almería, Murcia, Vuelta al País Vasco, la Volta… Está todavía por determinar totalmente, pero el comienzo va a ser en la Vuelta a Andalucía. Hay buen tiempo, las etapas son muy buenas, con un par de llegadas en alto y crono, un recorrido compensado, además con muy buena participación, todo hay que decirlo.
¿Vas a correr las clásicas esta temporada?
Todavía es pronto para saberlo. Estamos a la espera de ver cómo va la temporada y si es necesario se correrían, por supuesto.
Hay un sector de la afición ciclista que, viendo tus características como corredor, no ha entendido por qué hay temporadas en las que no participas en las clásicas.
Es lógico. Cuando la gente opina de eso, es bueno, porque te ven con posibilidad de hacerlo bien. De hecho, he estado dos veces en el podio de la Flecha, en la Lieja he sido cuarto y décimo… Es lógico y lo veo normal, acepto esa crítica. Pero a veces las planificaciones no incluyen las carreras. Puedo presumir de que me conozco muy bien y a veces mi estado de forma me dice que es mejor descansar para poder preparar bien el Tour de Francia, como fue el caso de 2010: no corrí las clásicas y me salió un buen Tour de Francia. Este año hay que ver cómo va todo, sobre todo porque el Tour se adelanta por culpa de los Juegos, y quizá no quede mucho tiempo para poder descansar y prepararlo bien. Cada ciclista es un mundo, cada ciclista se conoce a sí mismo y hay algunos que son capaces de rendir bien en las clásicas y en el Tour. A medida que van pasando los años, hay que ir seleccionando los objetivos y cuidar más la preparación: eso es un factor importante para un corredor veterano.
Supongo que además el Tour es tan potente a todos los niveles que tanto al ciclista como al equipo le interesa sacrificar partes de la temporada a cambio de un buen resultado allí.
Yo a mis amigos les recomiendo que vayan a ver el Tour, porque no tiene nada que ver con otro tipo de carreras. Está enclavado en un mes estratégico que es julio, vacacional, sin coincidencia con otros eventos deportivos, con buen tiempo… Las marcas del sector ciclista se vuelcan en el Tour de Francia, todo el mundo presenta allí sus novedades. Y ves que lo que se hace allí vale toda una temporada. Todavía no somos conscientes de lo que conseguimos el año pasado, de poder estar en el podio final con el maillot de la montaña, que hacía más de 30 años que no se ganaba en España; con eso lo digo todo. Esa foto dio la vuelta al mundo. Hacer un buen Tour de Francia merece la pena. Claro, si llegas al Tour y fallas, asimilar el golpe es muy duro. El Tour de Francia te lo da y te lo quita todo. Hay que contar con el factor no mala suerte; yo no digo ‘suerte’, digo ‘no mala suerte’. Siempre digo que suerte es que toque la lotería: en el deporte, con no tener mala suerte es suficiente.
Hablabas del maillot de la montaña. ¿Lo vas a pelear este año? Quiero decir: ¿vas a ir a buscar los puntos desde el principio o te implicarás si te ves bien conforme avance la carrera?
La manera de puntuar el año pasado fue premiando las llegadas en alto. Yo tuve muy buenos resultados porque gané una etapa y fui segundo en otras dos. Si este año se vuelve a dar otra situación igual, volveremos a pelear por el maillot de la montaña, pero hay que tener en cuenta que hay escapadas y que puedes tener un mal día. Hay que esperar y ver cómo se va desarrollando la carrera.
También está la Vuelta a España. En este punto del año, ¿crees que la correrás?
Es pronto para decirlo. Dependerá de cómo vaya el año. Queda muchísimo y la Vuelta a España es una carrera que me lo dio todo y que siempre he dicho que si voy es para ganarla. Yo no voy a ir a la Vuelta para hacer acto de presencia. Ni la Vuelta ni yo nos merecemos eso: un ciclista que ha estado a punto de ganarla, que ha ganado cinco etapas, aspira a ganar la Vuelta. Si no fuesen las cosas como deberían ir, sobre todo en el Tour, creo que estaría en la salida de la Vuelta a España. Pero todavía es muy pronto. La planificación está encaminada al Tour y una vez que acabe habrá que valorar.
¿Y te gusta el recorrido?
Es un recorrido nervioso y exigente. Me gusta porque hay dureza y las etapas no son muy largas. Y luego es una Vuelta muy atractiva. La Vuelta, en los últimos años, ha adquirido un rumbo y ha cogido una identidad, con un sistema que funciona, como ha dicho Javier Guillén. A ellos les funciona esta manera de plantear la Vuelta a España y lo están haciendo muy bien. Están consiguiendo mucho éxito y que la gente se anime a correr y disputar al 200 por cien la carrera, como vimos el año pasado, en el que se involucraron ciclistas extranjeros y españoles, y eso al público le gusta.
Desde hace unos años se consideraba imprescindible correr la Vuelta para llegar al Mundial a tope. Con las modificaciones en el calendario en las últimas dos temporadas, ¿esto ha cambiado?
Yo creo que sí. Lo vimos el año pasado: Cavendish hizo dos o tres días de la Vuelta y luego ganó el Mundial. Y ha habido gente que ha hecho grandes Mundiales sin correr la Vuelta a España. Yo creo que se puede preparar bien el Mundial sin haber hecho la Vuelta.
El mes que viene cumples 34 años. ¿Tienes miedo de que se empiece a notar?
No. Mientras la cabeza y la ilusión te acompañen, no tiene por qué notarse. Hay ciclistas con 38, 39 ó 40 años que están teniendo un rendimiento estratosférico. Hemos visto a Klöden, hemos visto a Lance volver y hacer podio en el Tour, Leipheimer, Horner… Hay muchísima gente con más de 34 años que tienen rendimientos muy buenos. En ese aspecto, la mentalidad del ciclismo ha cambiado y los ciclistas con buenas condiciones físicas alargan su carrera bastante.
2012 es tu último año de contrato con Euskaltel. Es muy temprano, pero ¿has pensado en tu futuro más allá de esta temporada?
El equipo está en una tesitura complicada. Estamos a la espera de saber si la estructura va a continuar. A día de hoy todavía no hay patrocinador para los siguientes años, pero es pronto: estamos enero. Tampoco es un trabajo nuestro: los ciclistas tenemos que conseguir resultados y dar motivos a la gente de los despachos para poder sacar el equipo adelante. Me costaría verme con otro maillot, porque llevo 13 años vestido de naranja. Aquí me siento parte de la estructura, partícipe de todo y uno más del equipo: hay decisiones que se me consultan y que mi opinión se tiene en cuenta. Me costaría ver cómo este equipo desaparece y tener que ir a correr a otro lado. Seguramente el destino sería al extranjero, porque en España no hay equipos para colocar a todos.
¿Qué te parece la posible desvinculación del equipo con la fundación?
De momento son especulaciones, todavía es pronto para saber qué va a ocurrir. La Fundación hace un gran trabajo. Llevo 13 años en el equipo Euskaltel-Euskadi pero los tres anteriores estuve en la Fundación Ciclista Euskadi. Esta fundación ha llevado a muchos y buenos ciclistas para adelante, y eso hay que saber valorarlo: sin el trabajo de la base, los que estamos arriba nunca hubiéramos llegado. La desvinculación todavía es una especulación y no se puede asegurar nada.
Decías antes que si salías tendrías irte a un equipo extranjero porque en España no hay equipos. ¿Tú crees que la situación a nivel de patrocinadores y equipos tiene alguna solución a medio plazo?
No lo sé. Es curioso, porque España es la primera potencia mundial en el ciclismo y sólo hay dos equipos World Tour, de los cuales sólo uno puede disponer de todo el mercado. Es muy, muy extraño. Pero claro, hay que tener en cuenta por lo que estamos pasando: una crisis en la que a todo el mundo le cuesta invertir. Está claro que el dopaje tampoco ha ayudado, pero eso ya es agua pasada y no entiendo por qué a día de hoy no hay cuatro o cinco equipos en España, cada uno liderado por un ciclista español, porque hay gente de sobra para liderar equipos World Tour, ya sea en vueltas de una semana, vueltas grandes o clásicas de un día. Hay ciclistas para todo. Yo espero que antes de que acabe mi carrera profesional haya dos o tres equipos World Tour con todos esos chavales que son buenos y que se están quedando en el camino por falta de equipos.
¿Crees que la crisis económica es el mayor motivo?
Afecta mucho. Estamos viendo que en este país todo el mundo lo está pasando mal y las empresas no tienen dinero para invertir en deporte. Aparte de eso, alguien que invierte en deporte es porque le gusta. Si encontrásemos a alguien al que le gustase el ciclismo, posiblemente haría un equipo ciclista. Es complicado.
No es por ser pelota, pero ya le gustaría a muchos profesionales hacer entrevistas así.