En un tiempo en que el ciclismo está en momentos difíciles, es bueno recordar que en los años 70, existían ciclistas verdaderamente hechos de otra pasta, ciclistas con una actitud sana y luchadora, en esos tiempos se encontraba un asturianin llamado José Manuel Fuente Lavandera. Dicho así muchas personas estarán perdidas, pero si citamos su apodo “El Tarangu”, todo cambia.

El Tarangu, mote que heredó y por el que también conocían a su abuelo y a su padre, empezó a correr en Club Ciclista la Tenderina de Oviedo, pasó a profesionales en 1970 con 24 años en el equipo Karpy. Cobraba 4.000 pesetas al mes y 7 pesetas por cada kilómetro que hacía; se dio a conocer tras ese mismo año, terminar como primer neoprofesional de la Vuelta a España. Ese hecho no pasó desapercibido para los equipos y uno de los grandes conjuntos del pelotón, el KAS, se hizo con este prometedor ciclista.

1971 se presentaba un año lleno de ilusión para el joven ciclista asturiano, pero las cosas no empezaron todo lo bien que esperaba. Termina la Vuelta a España en una discreta 54º posición, pasando sin pena ni gloria por la ronda española. Pero El Tarangu desembarcaba en Italia ante un bonito reto. Era su primer Giro de Italia y no se podía ni imaginar que sería el año en que empezaría a escribir la leyenda de El Tarangu con la corsa rosa. Sin opciones en la general se dedicó a buscar su etapa. Le llegó en la décima etapa con llegada a Pian del Falco di Sestola. Desde ese momento se puso a puntuar en todos los puertos de montaña posibles, para enfundarse su primer Gran Premio de la Montaña.

Terminaría el año corriendo también el Tour de Francia, las tres grandes vueltas por etapas para un chaval de 25 años era algo normal por aquellos tiempos, pero impensable en la época actual del ciclismo. Más allá del cansancio acumulado que podía tener tras la Vuelta y el Giro, el Tarangu consigue llevarse 2 etapas del Tour de Francia por delante de los Merxck, Zoetemelk y Van Impe.

El Tarangu era el tipo de ciclista que enamora a la afición, un ciclista ofensivo pero muy poco dotado para la crontrarreloj y muy dado a sufrir pájaras. Por aquel entonces era una locura poder pensar si quiera, que podía ganar algún día una gran vuelta por etapas, era un ciclista peculiar y famosas son sus anécdotas, entre ellas la de la famosa foto en que aparecía fumando un cigarrillo en pleno Giro de Italia.

El Tarangu fumando durante el Giro de Italia de 1974.
El Tarangu fumando durante el Giro de Italia de 1974.

En el año 1972, un año dulce para él y sin ser uno de los favoritos para la Vuelta a España, pese a la ausencia de Luis Ocaña, consigue llevársela con una auténtica exhibición en la duodécima etapa con llegada a Formigal, una cabalgada larga e histórica en la que se lleva la etapa aventajando en la línea de meta a Tamames y Lasa, este último su compañero de equipo y dos de los grandes favoritos, en más de 8 minutos. Este hecho levantó a España entera, que se despertaba comentando su hazaña. El Tarangu se había convertido en el nuevo ídolo de la afición, por delante incluso de Ocaña y se plantaba en el Giro de Italia con serias aspiraciones cara a la general y para demostrar a todo el mundo, Eddy Merckx inclusive, que lo suyo no era casualidad.

En el primer día de montaña, con llegada a BlockHaus (Majella) en los Apeninos, puso las cartas sobre la mesa, se llevó la etapa y se enfundó la maglia rosa aventajando en más de dos minutos al Caníbal.

Fuente en el Giro de Italia de 1972 vistiendo la maglia rosa junto a Eddy Merckx.
Fuente en el Giro de Italia de 1972 vistiendo la maglia rosa junto a Eddy Merckx.

Pero hablar del Caníbal son palabras mayores y no le duró mucho la alegría, ya que días más tarde le arrebató la maglia. Eddy Mercxk estaba intratable, pero Fuente todavía tenía cosas que decir. Se llevó la etapa del Stelvio además de enfundarse su segundo Gran Premio de la Montaña y terminar en segunda plaza el Giro de Italia.

Fuente era uno de los titulares en la prensa de España e Italia, titulares como, “Fuente de la nada a la gloria” copaban las portadas, era ya uno de los ciclistas más querido por las dos aficiones, y terminaba así un año memorable.

Con la idea de hacer Giro y Tour, se plantaba en el Giro de Italia de 1973 con aspiraciones a todo, pero ya desde la primera etapa de montaña, Merckx imponía su ley. Fuente no era el mismo de la temporada anterior y sufrió sendas pájaras en ese Giro, pero pese a eso todavía pudo llevarse una etapa y su tercer Gran Premio de la Montaña en la corsa rosa.

Llega el Tour de Francia y con ello la ilusión de la afición española, teníamos a dos grandes, en ese momento y con permiso del Caníbal, quizá a los 2 mejores escaladores del momento, Ocaña y Fuente. Iba a ser un Tour de Francia emocionante, no era un Tour cualquiera. Ocaña quería volver a ser el ídolo de la afición española, afición que ovacionaba y valoraba a Fuente por delante suya con frases como “este si es un español de verdad” refiriéndose al Tarangu.

Ocaña con el orgullo herido, no esperó a la montaña para demostrar que sin Eddy Merckx, ese Tour iba a ser suyo. En la etapa del pavés puso a su equipo a trabajar y destrozaron el pelotón, Fuente llegó a más de 7 minutos. La primera etapa de montaña sirvió para que Ocaña con algo de suerte, se pusiera líder y con una buena diferencia frente a los demás. Les Orres era la llegada, en una etapa que se pasaban Madeleine, Télégraphe, Galibier e Izoard, Fuente estuvo tremendo, pasó en cabeza el Télégraphe y en la subida al Galibier se marchó con Ocaña. El Tarangu con un pedaleo más ágil que Ocaña, realizó nada más y nada menos que más de veinte demarrajes, Ocaña se agarraba a su manillar como podía, perdía metros, no más de diez, pero conseguía aguantar. Fuente se cansó de que Ocaña no le relevara y en uno de los momentos más históricos del ciclismo se frenó en seco en pleno Galibier para dejar pasar a Ocaña, tras el largo descenso, los papeles se invirtieron, en Izoard, Fuente sufría a rueda de Ocaña -ya sabemos las famosas pájaras de Fuente debido a su poco fondo-. Ya en la subida al puerto de primera categoría, Les Orres, a falta de tres km a meta El Tarangu pinchaba y Ocaña no esperaba. Fuente recortó casi 2 minutos en el último puerto por el tardío cambio de rueda, pero no pudo con Ocaña que se ponía más líder con nueve minutos de ventaja sobre el asturiano y diez sobre Thévenet, el Tour estaba sentenciado. Fuente perdió la segunda plaza con Thévenet a causa de sus pocas dotes para la contrarreloj y terminaría el Tour de Francia en la tercera posición. Fuente había conseguido un hecho histórico, era el primer español en subir al podio en las tres grandes vueltas por etapas. Más tarde Miguel Induráin, Carlos Sastre y Alberto Contador han conseguido igualar este récord.

En 1974, Fuente tiene previsto correr la Vuelta y todavía duda si correrá Giro o Tour tras la Vuelta. Ya en la Vuelta, se vería las caras con Ocaña y Thévenet de nuevo. Fuente esperó a la primera jornada de montaña para ganar la etapa y al siguiente día en la cronoescalada para ponerse de líder. Estaba muy fuerte y lo volvió a demostrar en su tierra ganando en el Naranco. La victoria parecía clara, pero a falta de un día, Fuente sufrió una caída en la que perdió un tiempo valioso para la crono final ante sus rivales, su compañero de equipo Lara y Agostinho, el portugués. Se presentaba la crono final y Fuente no las tenía todas consigo, su deficiencia contra el crono y su escaso medio minuto de ventaja eran alarmantes para el ciclista asturiano. Pese a la excelente crono de Agostinho, Fuente consiguió llevarse su segunda Vuelta a España por tan solo once segundos de ventaja frente al portugués, pero no antes sin el momento de confusión e incertidumbre final, al cruzar la meta, en un error por parte de la organización, daban como ganador a Agosthino, El Tarangu con lágrimas en los ojos no lo podía creer. Finalmente todo fue un error y Fuente ganaba la Vuelta, en Portugal, nuestro país vecino, titularon de fraude el resultado final de la Vuelta. Con dos Vueltas y pódium en las tres grandes, Fuente ya era uno de los valores y favoritos para las vueltas por etapas.

El Tarangu ganando frente su afición en el Naranco.
El Tarangu ganando frente su afición en el Naranco.

Finalizada la Vuelta, El Tarangu se decidió por correr el Giro en lugar de el Tour. No en vano era uno de los ciclistas más queridos por la afición italiana. Volvía a encontrarse con el Caníbal, esta vez en plena madurez deportiva y con más posibilidades que nunca, se avecinaba un bonito y apasionante Giro.Ya en la primera etapa de montaña con llegada a Sorrento, consiguió la victoria y vestirse de nuevo la maglia rosa, maglia que portó durante 12 días. Poco a poco y aprovechando la montaña, El Tarangu iba sacando ventaja al Caníbal y obteniendo victorias de etapa. Ganó en Monte Carpegna y en la cima de Il Ciocco y ampliaba a casi dos minutos y medio su ventaja con el Canibal. Llegaba la crono y Fuente conservó el liderato por tan sólo 18 segundos de ventaja frente a Merckx. El Tarangu, exhausto en meta declaró, “He hecho la mejor contrareloj de mi vida”. Genio y figura tanto dentro como fuera de la carretera, Fuente sufrió dos días después una de sus famosas pájaras. Perdió el liderato en una etapa lluviosa que llegaba a San Remo, llegaba a meta sin fuerzas, vacío y totalmente hundido moralmente, perdiendo más de diez minutos con el grupo de Merckx. Pero el espíritu de lucha y el amor de Fuente por este deporte hizo que no se hundiese, ganando dos etapas más, la primera en Mendrisio y la segunda en las Tre Cime di Lavaredo. Finalmente y pese a ser quinto en la general final de la carrera italiana, Fuente terminó el mejor Giro de su carrera con 5 victorias de etapa y su cuarto Gran Premio de la Montaña.

Fuente vestido de líder en el Giro de Italia.
Fuente vestido de líder en el Giro de Italia.

Con 28 años se podía decir que El Tarangu tenía cuerda para rato y que sería uno de los favoritos para las grandes vueltas en años próximos, pero una repentina enfermedad se lo impidió. Corría el Tour de Francia de 1975, camino de Roubaix en la primera etapa pinchó; su compañero de equipo Delisle, que también había tenido una avería, se puso a tirar de él para ayudarlo. Fuente no pudo ni aguantar la rueda de su compañero de equipo. Días después se supo que El Tarangu tenía una enfermedad que le deterioraba los riñones.

Con esa lesión, los médicos de la Federación Española de Ciclismo enviaron una carta negándole la licencia al no estar en condiciones de correr. Es por ello que como muchas veces comentó, “en Italia sí me daban la licencia y podría haber corrido unos años más, pero para ello tenía que nacionalizarme”. Años más tarde a su retirada se supieron muchas más cosas sobre su rendimiento, sus terribles pájaras eran producidas por falta de glucosa en la sangre, cosa por la que si se hubiera sabido en aquel tiempo, hubiera podido competir más años a gran nivel. Ya retirado, El Tarangu consiguió hacer realidad uno de sus sueños, tener un equipo asturiano en la élite del ciclismo internacional, el equipo era el CLAS-Cajastur en el que estuvo un año como director.

Fuente desgraciadamente murió a los 50 años de edad, un 18 de julio de 1996 en Oviedo. No cabe duda que ha sido uno de los mejores escaladores puros de la historia. Su raza, entrega, lucha y espíritu atacante enamoró a la afición española e italiana, esta última le tiene un gran respeto y le equipara a sus grandes figuras italianas. Él solito puso en aprietos a el gran Eddy Merxck que calificó a El Tarangu como el ciclista más difícil y que en más aprietos le había puesto en toda su carrera deportiva…