“Equipo: Desarrollo, Integridad, Innovación, Inspiración”. Con estas bases decide presentarse el Skil – 1t4i. Iwan Spekenbrink afirma estar “tremendamente ilusionado” en la que será su cuarta temporada como manager de la estructura. No es para menos. Además de la muy probable incorporación de un potente patrocinador en primavera, el equipo ha dado un salto de calidad importante, al menos sobre el papel.
El primer paso para esa mejoría que tanto ansiaba el bloque ha sido mantener al que sin duda fue su buque insignia la pasada campaña: Marcel Kittel (1988), quien durante su primer año en la élite cosechó la friolera de 17 victorias. Talavera de la Reina en La Vuelta, 4 etapas en los Cuatro Días de Dunquerque, el Campeonato de Flandes o 4 de las 7 etapas que componen la Vuelta a Polonia son ya muescas en el revólver del alemán, que llegó a profesionales siendo un especialista contra el crono y en el que pocos creyeron como velocista. Estos resultados no han pasado inadvertidos, y son pocos los equipos que no han tanteado la situación de El Cohete de Arnstadt, siendo Quick Step y Lotto los más interesados. Pero por suerte, en esta vida no todo es el dinero. Kittel decidió continuar en Skil, y desde la dirección deportiva han sabido responder al gesto del teutón. Basta con observar las incorporaciones de Ramon Sinkeldam y Tom Dumoulin (GS3 de Rabobank) y Dominique Klemme y Tom Stamsnijder (Leopard). Cuatro buenos rodadores que puedan preparar un tren digno del que es uno de los mejores sprinters puros de la actualidad.

Un contrarrelojista venido a sprinter que acabó con 17 victorias en su primera temporada como profesional
Mención aparte merece el fichaje de John Degenkolb (1989). En la primera etapa en línea del Dauphiné Liberé, a primeros de junio, “Chente” se acercó a “Purito”. Eran más apodos que ciclistas, una conversación de barra de bar. Sólo faltaban las cañas en lugar de las sales y la glucosa. Entre risas, el navarro comentó “¿te has fijado en el 22? Vaya culo. Si parece un globero”. Cuando se volvieron a encontrar, no hizo falta decir nada. El primero se llevó la mano derecha a la cabeza pensando “para que diré nada”, y el segundo soltó una carcajada que debió de escucharse en todo el pelotón. En medio, una semana en la que aquel joven globero se había impuesto en dos llegadas masivas completamente diferentes, una tras un kilómetro de ligera subida, otra picando suavemente hacia abajo; ambas con un factor común: ningún miembro del equipo le había arropado en esos metros finales, sino que él mismo se había buscado los huecos, y es evidente que no le fue nada mal. Este año tendrá que replantearse las cosas. Hacer un calendario alternativo o trabajar para Kittel. No tardaremos demasiado en ver cuál es la elección.
Otro de los nuevos afiliados al equipo es el contrarrelojista alemán Patrick Gretsch. El de Erfurt ya compartió equipo con Kittel y Degenkolb en la escuadra por excelencia del ciclismo Sub23 alemán, el Thüringer Energie Team, entre 2006 y 2009. Las similitudes no acaban ahí. Los tres nacieron además en un radio menor de 40 kilómetros. La última incorporación es la del sueco Tobias Ludvigsson, de tan sólo 20 años, que ya estuvo como stagiare en las últimas carreras de la temporada pasada y de quien hablan maravillas, tanto por su posición en la lucha individual como por sus aptitudes en montaña.
La plantilla la completan Alexandre Geniez, Matthieu Sprick, Thierry Hupond, Thomas Damuseau, Yann Huguet y Thomas Bonnin (FRA), Simon Geschke, Roger Kluge, Johannes Fröhlinger (ALE), Ronan van Zandbeek, Tom Veelers, Roy Curvers, Koen de Kort, Albert Timmer (NED), Feng Han, Ji Cheng (CHI), Bert de Backer (BEL) y Yukihiro Doi (JAP). Además, se ha incorporado al staff técnico el holandés Addy Engels, un hombre que, a sus 34 años, ha decidido colgar la bicicleta pero no separarse del ciclismo. Sin duda, aportará, especialmente a los más jóvenes, la experiencia de sus 11 años como profesional.
Por lo que respecta a los objetivos, y en palabras de Spekenbrink, “queremos estar presentes en las grandes carreras, sobre todo en el Tour”. Aunque lo tendrán difícil. Cofidis, FDJ, Europcar o Saur tienen el mismo objetivo, amén de la posible y deseada continuidad del bloque de Matxín. Además, señaló que “aunque sabemos que es muy complicado, intentaremos superar las 30 victorias del año pasado”.
La estructura se completa con la presencia de un equipo femenino de diez corredoras, que contará con Adrie Visser, ganadora del Sparkassen Giro y del Energiewacht Tour, como punta de lanza.
Hablar de este proyecto como un equipo nuevo es un error. Para referirnos a este Skil – 1t4i, es más correcto hablar de nuevas ilusiones. Nuevos objetivos, y nuevos retos dentro de una misma estructura que permanece fiel al ciclismo desde hace ya ocho años, y que estará presente (salvo inesperada maniobra Geox) como mínimo hasta 2014.
Desarrollo. Integridad. Innovación. Inspiración: Skil.
Esteban Ruiz López
Buen articulo, la verdad es que engancha la forma de redactar. Felicidades Esteban