¡Hola a todos!

Después de contaros lo que es nuestra rutina antes de una etapa y justo después en una vuelta, y contestar a alguna de vuestras dudas o sugerencias, que espero que sean muchas a partir de ahora, hoy os voy a hablar de como llevo mi puesta a punto para mi próximo objetivo inmediato, el Tour de Gevaudan que se disputa del 23 al 25 en el macizo central francés, en la zona de Mende (donde le ganó Purito a Contador el año pasado en el Tour) y con una etapa acabando en el aeródromo como todos los años, para cerrar la Vuelta, y en la que el año pasado fui 25º a pesar de ser un final muy duro para mí con 3 kilómetros al 10%.

Por la buena experiencia del año pasado, en la que además quedamos segundos en la contrarreloj por equipos inicial (de ahí el maillot que llevo) y por ir mejorando poco a poco mis tiempos en los diferentes “test” que he hecho, tanto de 10 segundos con 1405w, 1 minuto con 708w, y las que ya os conté de 1, 2 y 3 minutos y de 20 segundos (que sólo he podido igualar en las últimas 2 semanas, se nota la carga en las piernas y parece que la “fuerza”, que para eso eran esos entrenamientos para provocar un gran estímulo neuromuscular, se va aprovechando en esfuerzos más largos, tanto en series puramente anaeróbicas de 1 a 3 minutos como en las que realizo en torno a umbral de unos 15 a 20 minutos) por todo esto soy muy optimista ya que llego fresco, con muchas ganas y por los datos que tengo con mucha fuerza, aunque sé que las carreras son otro mundo y los ritmos son totalmente diferentes, el hecho de haber rebajado mi tiempo en ese puerto que os dije que había subido cientos de veces, la Centenera, el hecho de conseguir algo que no había hecho en estos dos años pues que queréis que os diga, me hace ir con unas ganas terribles.

En el pódium del Tour de Gevaudan la temporada pasada

Los entrenamientos de estos días los he complementado con las sesiones de electroestimulación que ya os indiqué en la entrada sobre lo que hacemos después de una vuelta, y con el masaje de descarga total de ayer que ya me hacía falta y dolió, necesitaba que me “apretasen” bien las tuercas, porque ya eran muchos días entrenando calidad y las piernas necesitan que un buen profesional elimine las contracturas que se forman, nudos, hipertonos musculares…lo dicho, que hoy aún me duelen las patas, ¡pero esto con un paseo y un bañito en el río fresquito se recupera totalmente!

Por último, comentaros que mañana ya me voy de El Arenal, hacia Valladolid, para empezar el curso el lunes en la Universidad de Valladolid. Sólo me quedan 5 asignaturas, más una que me he cogido de libre elección para completar los créditos, así que espero que el año que viene pueda estar centrado al 100% en la bici, poder irme a Alicante en enero huyendo de las heladas de Pucela, poder dormir todos los días 9 horas…¡que ganas!

Así que lo dicho, ¡me quedan un par de entrenamientos serios pero el trabajo está hecho y espero que de sus frutos!

Y vosotros ya sabéis, cualquier duda, aquí estoy! ;)

¡Un saludo a todos!