Hace ya bastantes años que tanto el Tour como el Giro o la Vuelta presentan sus recorridos con muchos meses de antelación. No dejan de ser actos publicitarios donde se pretende promocionar esas carreras y mantener la atención de periodistas y aficionados incluso en otoño o invierno, fuera ya del periodo competitivo. Pero también muestran las características del trazado, de manera que les sirven a los directores para planificar la temporada de sus respectivos equipos.
Cada recorrido se adapta mejor o peor a las cualidades de cada corredor. Por lo tanto conocer de antemano los de las tres grandes permite seleccionar las carreras más propicias para obtener mejores resultados, elegir los corredores más apropiados para cada carrera, establecer las estrategias más adecuadas para estas e incluso determinar en qué carreras participarán las figuras del equipo y, dentro de ellas, en cuáles se emplearán a fondo y en cuáles otras se limitarán a rodar e ir adquiriendo la mejor forma.
El problema es que pasa tanto tiempo desde la presentación de la carrera hasta su inicio y las circunstancias suelen ser tan cambiantes que casi con seguridad el trazado tendrá que sufrir variaciones. No hay mayor inconveniente si estas se limitan a pequeños ajustes poco significativos, la mayor parte de ellos motivados por los intereses de los municipios por donde pasa la carrera o por las exigencias de la DGT (o sus equivalentes italiano y francés). Por desgracia también se dan con frecuencia modificaciones sustanciales que alteran las características de las etapas en mayor o menor medida.
No somos partidarios, salvo necesidad, de modificar los diseños una vez que se han hecho públicos y sobre todo una vez que los equipos vayan anunciando con quiénes participarán. Los cambios relevantes en el trazado necesariamente favorecen a unos corredores y perjudican a otros, y no es justo que el organizador tome partido. Sólo sería razonable un cambio así por causas de fuerza mayor. Sin embargo en los últimos años en la Vuelta han abundado estos cambios, incrementando o disminuyendo la longitud de las etapas (en especial la de las cronos), suprimiendo puertos o sustituyéndolos por otros de diferente categoría, y hasta añadiendo puertos que no estaban previstos, con la particularidad de que ninguno de ellos ha sido debidamente explicado. Simplemente el perfil de la etapa presentada era cambiado por el de la etapa definitiva sin previo aviso y sin que mediara la menor justificación por parte de los organizadores. Este año en la Vuelta hay un buen puñado de cambios no justificados. Por lo pronto se acorta la crono por equipos y se alarga la crono individual, pero eso sólo una muestra:
- En la etapa de Córdoba estaba programado hacer el mismo circuito que en 2009, subiendo a San Jerónimo por donde siempre, y tras publicar el trazado definitivo resulta que se subirá por donde estaba previsto bajar, el llamado “Alto del 14%”, un subida más larga que incluye un kilómetro entero con pendiente media de dos dígitos. Luego se afronta el habitual cresteo por la sierra aunque en sentido contrario al que se hizo todos estos años, y se acaba bajando por una carretera inédita, la que pasa junto al Castillo de la Albaida que deja cerca de la meta.
- En la etapa de San Lorenzo del Escorial se ha sustituido la corta y dura subida al Alto del Mediano, con sus 4 kilómetros al 9’2%, por el Alto de San Bartolomé de Pinares, más largo y bastante más tendido. Pero en el primer paso por San Lorenzo también se ha sustituido la vertiente de bajada, pues estaba previsto ir por La Penosilla, carretera que incluye un falso llano seguido de 14 empinadas revueltas, por la de El Tomillar, que baja al mismo sitio directamente, con la particularidad de que se recorta la subida previa en más de un kilómetro. Además lo programado era que el segundo paso por San Lorenzo fuese en leve subida por una avenida amplia y se acabara con ese kilómetro final por la empinadísima calle Cañada Nueva, donde terminaría la etapa. Lo que se va a ver es muy diferente pues tras la última bajada se llaneará hasta el pueblo de El Escorial y se empezará a subir desde allí, lo que implica una ascensión de más de 4 kilómetros incluyendo un largo tramo de adoquinado más el final previsto en Cañada Nueva, es decir, un final en alto más.
– En la etapa de Cabeza de Manzaneda lo programado era subir a la estación por la carretera principal, la larguísima y muy tendida vertiente de Pobra de Trives y Cova. Pero al final no se llegará a Pobra de Trives y la vertiente por la que se asciende definitivamente será la de Manzaneda, por una carretera más sinuosa y de bastante más pendiente.
– En la etapa de Peña Cabarga lo previsto era subir previamente los puertos de La Sía y Alisas, Pero lo que se hará es subir tan solo Lunada, más tendido y cuya cima está mucho más lejos de meta.
Da la casualidad de que o se elimina dureza en los puertos de paso, o se endurece la subida final, o se aleja la última subida de la meta, o se incrementa el llano previo al último puerto En definitiva, todos los cambios suponen dificultar los ataques desde lejos o propiciar que los corredores se reserven para los kilómetros finales, lo cual coincide sospechosamente con los objetivos habituales de Unipúblic a la hora de diseñar sus trazados, es decir, que los ataques se limiten a los últimos minutos de cada etapa y que no provoquen grandes diferencias. ¿Se puede asegurar que fueron cambios obligados por causa de fuerza mayor? ¿O más bien ha tomado partido el organizador al cambiar el trazado de la Vuelta sin motivo?. Sería deseable que Unipúblic aclarase los cambios, pero si no se quejan ni los propios perjudicados, los corredores, ¿qué necesidad hay de aclarar nada?. Así nos va.
PlataformaRC
La Plataforma de Recorrido Ciclistas es una web creada por expertos en diseño de recorridos que analizan, estudian y proponen nuevas etapas en busca de un mayor espectáculo para el aficionado y nuevos retos para los ciclistas. Así también, editan la revista gratuita Desde la Cuneta, un nuevo proyecto que ya es un imprescindible para el buen aficionado al ciclismo.
Hola,
En el caso de Peñacabarga si que hay justificación. Estuve hace 15 días en el PN Collados del Asón y pude comprobar como las obras de La Sía-Asón están sin finalizar. En teoría deberían haber finalizado el proyecto en mayo, pero a día de hoy faltan bastantes cosas por hacer. Por ejemplo la parte superior de La Sía está perfectamente asfaltada salvo una curva, pero faltan unos cuantos quitamiedos por poner en lugares estratégicos. España y sus obras, no hace falta decir más.
De todas formas se podían hacer alternativas más interesantes al descenso directo por Lunada, como por ejemplo bajar Estacas y enlazar Braguia-Caracol-Estranguada por Merilla o bajar por Lunada y meter Caracol por San Roque más Estranguada por Abionzo. En todo caso el diseño de las etapas de Cantabria es muy mejorable.
Saludos.
Los cambios de trazado por estar una carretera cortada o en obras es comprensible, pero a su vez, además de avisarlo deberían intentar que la modificación sería lo más semejante al recorrido presentado en primera instancia.
En Cantabria al igual que en País Vasco se podrían haber presentado unos recorridos de aúpa, pero, por sus motivos tenemos el resultado visto.
Estoy bastante de acuerdo en la teoria defendida por PRC: poner lo mas duro no al final de etapa sino un poco mas lejos, menos finales en alto, mas especiales de paso y mas kms de crono idividual para obligar a los escaladores a remontar en la montaña. PERO, me da la sensacion de que pretendeis que una vuelta de 3 semanas se convierta en 21 etapas estilo “Contador en el Galibier”, y eso no puede ser. Yo recuerdo estapas miticas, estilo Sestrieres 92, Aprica 94 o 96… pero se acuerda alguien del resto de la carrera? A lo mejor hubo dos etapas a cara de perro, pero el resto eran Sprines del Cipollini de turno, o escapadas del Eros Poli de turno. Quizas el formato de la Vuelta ( y que cada vez los equipos y directores controlan mas la carrera) no ayude mucho a que haya etapas de esas de 2 horas pegadas a la tele, pero si fomenta que todos los dias pongas un ratito la tele y sigas la vuelta, en lugar de dormirte la siesta 18 de 21 dias…