La Vuelta a España 2011 en realidad es una carrera de tres semanas, no nos asustemos. Que en realidad sean dos lo podremos comprobar a efectos práctivos una vez coronado l´Angliru el primer domingo de septiembre. Todavía la mezcla de ideas explosivas que pueden darse entre Guillén, ASO y la UCI no ha dado para quitarnos la Gran Vuelta de aquí. Lo que sí han logrado desde Unipublic es privarnos de lo más vital de una carrera, la emoción hasta el último fin de semana. Eso por lo que tanto se ha abogado en la ronda española desde hace unas ediciones. Y puede que al final no sea como pensamos, pero todo parece indicar que la crono de Salamanca y el tríptico montañoso entre Galicia y Asturias será definitivo para que la carrera sea vea, si no totalmente resuelta, con muy pocas dudas.
Es una pena, puesto que la objetividad nos hace ver que los errores del recorrido de esta Vuelta no eran graves. Crono larga para especialistas, etapas con exigentes puertos de paso (aunque esto era mejorable), cuatro o cinco oportunidades para llegadas masivas, varios finales difíciles, nerviosos y abiertos y varias opciones para los más valientes. Y además con la posibilidad de tener varias palancas para atraer a la afición, palancas que no se han utilizado bien por parte de Unipublic. La ascensión a Ancares y, más que nada, el retorno a Euskadi han sido infravalorados por la propia organización dejándolos en un segundo plano y en momentos poco adecuados. La ascensión al coloso astur-leonés por estar antes de dos finales en alto como La Farrapona o l´Angliru. Y la vuelta a Euskadi por no disfrutar de un recorrido más competitivo que hubiera hecho de ese último viernes y sábado de carrera días efectivamente emocionantes.
Es posiblemente la única pega de esta edición, que contará con una buena participación entre corredores extranjeros y nacionales. Vincenzo Nibali, ganador en 2010 y reciente pódium en el Giro de Italia, es el gran favorito a la victoria final en Madrid. Desde el final de la Corsa Rosa tiene un objetivo claro y un equipo dedicado a él; volver a llevar el rojo y pasearlo por el Paseo de la Castellana. Por detrás de Lo Squalo estarán Denis Menchov, ganador en 2005 y 2007, y que tras la no inclusión del Geox-TMC en el Tour tenía claro que la Vuelta sería su prueba prima en 2011. Con otras cualidades diferentes, siendo éstos dos forasteros más hábiles contra el crono, partirán tanto Joaquím Rodríguez (que ya estará temblando por la crono de Salamanca) como, sobre todo, Igor Antón, que ya el año pasado (como en 2008) fue privado de optar al podium por sendas caídas inoportunas, son los candidatos nacionales al cajón. Y en el caso del de Galdakao, por qué no, a la victoria final.
Jurgen van den Broeck, que no ha podido rendir por caída en el Tour, es, junto a Nicolas Roche, séptimo en 2010, los Radioshack Jani Brajkovic y Andreas Klöden o Michele Scarponi, uno de los que viene a aprobar en septiembre a la Vuelta. Hay que tenerlos en cuenta, como también habrá que hacerlo con las posibles sorpresas que siempre podemos disfrutar en la Vuelta. Las más recientes, siempre agradables, las de Antón, Gesink o, el más reciente, Peter Velits, pódium el año pasado tras Nibali y Mosquera. Este año habrá que apuntar los nombres de Bauke Mollema, Steven Kruisjwijk…
Una Vuelta que tendrá dos semanas de mucha calidad, con días muy interesantes como los de San Lorenzo, Valdepeñas de Jaén, Córdoba o Totana. Etapas en las que podremos disfrutar de ese fenómeno llamado Peter Sagan, debutante en una Gran Vuelta y que es ya toda una atracción para afición y prensa con sólo 21 años. Una Vuelta que batirá como siempre en duelo a foráneos como Nibali, Menchov o Van den Broeck con corredores nacionales como Purito o Antón y que será la última oportunidad de muchos de ellos de justificar toda una temporada.