Ricardo García (Vitoria, 1988) está siendo junto a Victor Cabedo el ciclista más importante del Orbea en la presente temporada. El joven alavés cumple su tercera temporada en el equipo filial del Euskaltel-Euskadi, la base que catapulta a las jóvenes promesas hasta el primer escalón, el verdadero sueño de un ciclista vasco. Capaz de meterse en un sprint, con buenas dosis de escalador y maneras de contrarrelojista, Ricardo se presenta como un ciclista todoterreno.

A pesar de no contar con ninguna victoria, la temporada de Ricardo está a la altura de ser la del paso definitivo. Tras un comienzo de temporada en la que los resultados no acaban de llegar, la Vuelta a Castilla y León fue el punto de inflexión para él. Tras finalizar octavo en la clasificación general demostró la regularidad necesaria para poder luchar por la general en una vuelta por etapas. Tras Castilla y León, la Vuelta a la Rioja fue el siguiente escenario. Allí, en Logroño, finalizó decimoprimero, igualado a tiempo con el cuarto clasificado.

Los resultados empezaban a llegar para Ricardo García. El calendario de Orbea en Portugal deparó las mejores actuaciones para sus intereses. En la Volta ao Alentejo em Bicicleta se quedó con las mieles del triunfo al finalizar segundo en Mertola, mientras que el quinto puesto en la clasificación general es hasta la fecha su mejor resultado en una vuelta por etapas. En el Joaquim Agostinho finalizó sexto a sólo seis segundos de la tercera plaza.

De regreso al calendario nacional es cuando su nombre ha saltado a la palestra. Tras “fallar” en Ordizia donde un inoportuno pinchazo y la última ascensión a Abaltzisketa le alejaron hasta la decimonovena posición final. La mala suerte le acompañó en Getxo. En un final de los que realmente le van, un repecho explosivo donde su punta de velocidad juega a su favor entró bien situado, pero con la cadena salida. Pese al percance mecánico finalizó en una meritoria décima posición final.

En un claro auge de resultados afrontaba la Vuelta a Burgos. Tanto para él como para su equipo llegaba la cita más importante de la temporada en cuanto a catalogación UCI se refiere. Ante cuatro finales en alto y una CRE corta donde las diferencias no iban a ser excesivas, Ricardo confiaba en realizar una buena actuación. Así fue. Tras finalizar décimo en San Juan del Monte, el Castillo de Burgos vio como acababa sexto y se aupaba al top 10 de la general. Realmente se podía comprobar que podría luchar con los favoritos hasta el final. Tras la CRE llegó la cita de Clunia. Allí el cuarto puesto certificaba su gran momento señalándole como una de las opciones para sorprender a los Samuel Sánchez, Joaquín Rodríguez o Denis Menchov. En Neila las ilusiones de Ricardo se fueron al traste merced a una pájara que le dejó fuera de toda lucha posible. El alto ritmo durante los cuatro jornadas así como la dureza de la etapa lastró al ciclista del Orbea. Una jornada que no tiene que ensombrecer su gran actuación en los días precedentes.

Aún con todavía calendario por delante, la temporada de Ricardo García ha denotado el salto de calidad necesario para poder dar el salto definitivo y seguir los pasos de ex compañeros como Mikel Landa, Peio Bilbao, Jonathan Castroviejo o Miguel Minguez. ¿Será verdaderamente el año de Ricardo García?