Éxito rotundo podría catalogarse la concluida XXXIII edición de la Vuelta a Burgos. El atractivo recorrido diseñado por la organización contó con el beneplácito de los protagonistas para dar al público espectáculo durante los cinco días que ha durado la ronda de la provincia castellana.

No era la mejor vuelta en cuanto a nombres. Con tan sólo tres equipos del circuito World Tour en la salida de Villarcayo, la organización buscó equipos más modestos pero que pusieran todo de su parte para hacer lo más atractivo posible una vuelta que debido la situación actual no tiene garantizada la continuidad el próximo año.

La Vuelta cumplió una de las máximas que tiene que cumplir una prueba ciclista, vender la zona por donde transcurre. La promoción turística es una de la base que el ciclismo cuenta como sustento y que gracias a los recorridos de paso unido a los planos y la cobertura televisiva se logra. Parajes como San Juan del Monte, Frías, el Museo de la Evolución Humana, el Castillo de Burgos, la ciudad romana de Clunia o la Comarca de Pinares con el final en Neila fueron los protagonistas. A su vez la entrega de premios sufrió una modificación importante y tanto en Burgos como en Clunia pasó de darse en el camión que sirve para estos actos a dos lugares pintorestos como lo pueden ser el mirador del Castillo de Burgos donde se puede apreciar unas vistas espectacular de la capital burgalesa con la Catedral en primer plano o el teatro romano de Clunia, capaz de albergar a diez mil almas durante la época romana. Ante la crisis más vale reinventarse y la promoción turística ha gozado de una enorme calidad que hace una vez más que la Vuelta a Burgos sea rentable para las arcas de la Diputación.

Estampa de la entrega de premios en Clunia

Purito Rodríguez tomó el relevo de Samuel Sánchez y junto a su compañero Dani Moreno se erigieron como los dominadores de la carrera que tuvo a una nueva ornada de jóvenes talentos como protagonistas. Mikel Landa, vencedor en Neila, Ricardo García, Jordí Simón, Kenny Elissonne, Tobias Ludvigsson, Carlos Verona, los hermanos Herrada, Peio Bilbao, Antonio Santoro o Ramón Domene fueron protagonistas durante los cinco días uniéndose al protagonismo merecido por el burgalés Iñigo Cuesta. El ciclista de Villarcayo puso el domingo el punto y final a su trayectoria deportiva después de diecisiete temporadas como profesional.