José Joaquín Rojas, el murciano de Cieza del Movistar Team tiene ese pensamiento en la cabeza. Como si se tratase del mediato anuncio de una conocida marca cervecera, el objetivo que persigue el campeón nacional es conseguir la victoria en la clasificación por puntos del presente Tour de Francia. El maillot verde está reservado para los más grandes sprinters del pelotón y este año, tras el cambio de reglas en el sistema de puntuación, parece más accesible para sus intereses. La antigua clasificación llamada de la regularidad premiaría a un ciclista que destaca sobretodo por esa faceta, la regularidad. No es un ganador nato, pero sí un corredor capaz de sumar grandes puestos durante una carrera de tres semanas.

De casta le viene al galgo –nunca mejor dicho con las cualidades de José Joaquín- el ciclismo. Su hermano mayor, Mariano Rojas, apuntaba a ser una de las grandes referencias del panorama nacional cuando un fatal accidente de tráfico camino del Aeropuerto de Alicante truncó su prometedora carrera y lo que es peor, su propia vida.

Como con su hermano, Manolo Saiz fue su mentor en la época amateur. Enrolado en las filas del Würth, Rojas fue un verdadero dominador del calendario nacional. En un equipo donde se encontraban profesionales de la taya de Luis León Sánchez, Carlos Barredo, Dani Navarro, Diego Milán o prometedores como Iván Santos o José Antonio Redondo, José Joaquín demostró su valía con triunfos en la general de la Vuelta a Valladolid entre otras muchas, destacando sus dos títulos nacionales en ruta en 2002 y en contrarreloj 2003 antes de su salto al campo amateur.

Su paso a profesionales se produjo en el último tercio de la temporada 2005 en las filas del Liberty Seguros-Würth debutando en la París-Tours. Desde su inicio en el campo profesional hasta el día de hoy José Joaquín Rojas destaca por la cantidad de veces que se ha quedado a las puertas del triunfo. Sus triunfos casi los contamos con los dedos de las manos, pero sus segundos y terceros puestos se disparan. Seis victorias suma el murciano en el campo profesional, mientras que son diecisiete los segundos puestos y veintiocho los terceros. Un puestometro nato.

Para un sprinter la victoria es ley de vida. Tras cerrar 2010 sin ninguna victoria, supo que las dos siguientes temporadas marcarían su sitio en el profesionalismo. Clase tiene y mucha, pero ciertamente, no logra sacar provecho a sus buena colocaciones en los sprints que sigue haciendo que los puestos de honor aventajen considerablemente al número de victorias.

 

La victoria en el nacional, ¿un cambio de planteamientos?

Como buen seguidor de Laurent Jalabert, Rojas debería replantearse su situación actual y apostar también por las clásicas. La facilidad para superar repechos y cotas y su indudable punta de velocidad podrían hacer del murciano un corredor a batir en las pruebas de un día. Pero por el momento, la victoria en los nacionales de Castellón y el buen inicio de Tour le dan la suficiente moral para seguir buscando las victorias como hasta ahora, pero como hemos dicho, no debería olvidar la temporada de clásicas de primavera.

La lucha por el maillot verde marca su objetivo primordial en el presente Tour de Francia donde tendrá dos rivales de entidad. Philiphe Gilbert y Mark Cavendish se presentan como los máximos rivales del murciano que cuenta con el apoyo de todo su equipo para lograr tal empresa y que el diseño de la primera semana así como otras etapas con finales complicados aumentan sus opciones de conseguirlo y suceder al cántabro Oscar Freire en el pódium de París.